Las ventas y el consumo presentan realidades polarizadas
El descenso de beneficios, ventas y visitas de público que están experimentando actualmente los establecimientos es un aviso de los cambios que están afectando al consumo.
Los resultados de la última edición de la Encuesta de salud del comercio (ESCO), que se elabora desde ESCODI, confirman la impresión de muchos empresarios: las ventas no van bien para más de la mitad de los comerciantes. Esta caída de las ventas llega en un momento en el que, según el INE, la confianza de los consumidores está en el mejor momento de los últimos años. Para Núria Beltràn, economista y directora gerente de ESCODI, “los datos obligan a reflexionar. Estamos ante un cambio de modelo de consumo y el reto es tomar conciencia de estos cambios y saber aplicar las medidas a escala individual”.
Precisamente Núria Beltràn destaca algunos aspectos a tener en cuenta y que tienen una influencia directa en los cambios que estamos experimentando en los hábitos de consumo:
- El sector textil-moda, por ejemplo, cifra la bajada de las ventas en el sector entre un 4 y un 5%, y atribuyen este descenso a factores como el cambio en los valores del cliente y los cambios es sus hábitos. Así, los periodos de rebajas no funcionan tan bien como antes y es más difícil dar salida a la ropa de invierno en pleno verano. Y a esto hay que añadir también que el consumidor destina cada vez más presupuesto al ocio o la tecnología, y menos a la ropa.
- Con la disminución del paro el consumo ha aumentado, y por ejemplo las ventas de coches están evolucionando positivamente. Paralelamente, no obstante, la oferta comercial también está aumentando y aparecen nuevos acontecimientos comerciales. La renta está creciendo, pero al ser más entre repartir toca menos por cabeza.
- Tras la crisis, el consumidor ya se ha acostumbrado a reclamar una buena relación calidad-precio, y busca sacar el mejor rendimiento posible a su dinero. Esto afecta tanto a sectores como la alimentación, como a los servicios como los gimnasios.
- Finalmente, a pesar del aumento de la renta total disponible, ésta está cada vez más polarizada. Con la crisis, la desigualdad social se hizo mucho más grande, con los ricos más ricos y con una capa de consumidores más ahogados que han perdido poder adquisitivo. Así, el consumo común que solía realizar la clase media que está desapareciendo es el que se está viendo más afectado, mientras crecen las ventas de productos más caros (coches, joyas, inmuebles…).
La actual bajada de beneficios, ventas y visitas de público a los establecimientos es un aviso sobre los cambios que ya se están materializando. Todo esto exige una mayor preparación de los equipos que lideran las empresas de retail, para ser capaces de pensar con creatividad e innovación, que es el único camino posible según Núria Beltràn.