Playworld: los juguetes se abren hueco en Oriente Medio
Redacción - Puericultura Market30/03/2011
Las multinacionales del juguete quieren entrar en el mercado de Oriente Medio, y tienen motivos para hacerlo: la península arábiga es un mercado joven, con un poder adquisitivo elevado y con un sector comercial muy importante.
Epoc Messe Frankfurt organizó en Dubai la primera edición de Playworld Middle East, una feria celebrada entre el 7 y el 9 de marzo que sirvió para afianzar los vínculos comerciales en la zona a nivel internacional y en el sector juguetero. El evento se organizó en conjunto con Paperworld, muestra dedicada a la papelería. Ambas ferias acogieron en conjunto a 6.246 visitantes, el 45% de los cuales venía de fuera del país. Los expositores fueron 46 de 20 países diferentes, en su mayoría, eso sí, asiáticos.
Una de las iniciativas de la feria fue la promoción de una Asociación de Comerciantes de Juguetes del Consejo de Cooperación del Golfo, que se adhirió a las nuevas normativas de seguridad de juguetes infantiles redactadas por la Gulf Standardisation Organisation y que entrarán en vigor en junio de 2011. Estas normas se centran sobre todo en materiales tóxicos y peligrosos.
Un mercado difícil de acceder
El acontecimiento fue un primer paso para afianzar la entrada de la industria mundial en una región cuyos mercados, según explicó Ahmed Pauwels, consejero delegado de Epoc Messe Frankfurt, “son tradicionalmente difíciles de penetrar”. Además, a esta dificultad tradicional hay que sumarle la inestabilidad política y social que se está viviendo desde principios de 2011 en el norte de África y Oriente Medio.
Pero son mercados sin duda apetecibles. El PIB per cápita de Emiratos Árabes Unidos es el tercero mayor del mundo, sólo detrás de Luxemburgo y Macao, y por delante de Noruega. Estados Unidos es el sexto país en esta tabla. Respecto a los demás países de la región: Kuwait es el séptimo; Baréin, el vigésimo segundo; Omán y Arabia Saudí están en la posición 35 y 37. España es el vigésimo tercero.
El crecimiento en la demanda de juguetes del sector sigue además la tendencia de subidas moderadas que se prevén para los próximos años. En 2012 se espera que el gasto mundial en juguetes se incremente en un 5% y llegue a los 122.200 millones de dólares. Después de China y de la India, los países del Golfo son el tercer mercado de juguetes de Asia, un continente que si sigue su ritmo de crecimiento, será en pocos años el principal mercado mundial, desbancando a Europa y a Estados Unidos.
Y es que además se espera que la región incremente su población en un 33% en los próximos 12 años, con lo que la población juvenil e infantil también crecerá: el 26,14% de la población de estos países será menor de 14 años en 2020. De hecho, este porcentaje ya se iguala en Baréin y se supera en Omán y en Arabia Saudí. El porcentaje actual en la Unión Europea es del 16% y en Estados Unidos, del 20%.
Algunas tendencias en juguetes
Otra particularidad del mercado de la región es el crecimiento del juguete de aire libre. En este sentido, la región sigue una tendencia global, según ha publicado en un estudio la Association of Play Industries, pero subrayada por un clima más favorable a muchas de estas actividades que en otras regiones.
Y es que por un lado muchas familias están dejando de vivir en ciudades y por otro se están subrayando los beneficios del juego y el ejercicio al aire libre, cosa que está resultando en un mayor gasto en juguetes como columpios, toboganes. Y bicicletas: la industria de la bicicleta espera facturar 77.700 millones de dólares en el año 2015 y en todo el mundo, dado su uso no sólo por niños y deportistas, sino también por su uso creciente como medio de transporte en las ciudades. Oriente Medio no es una excepción: la misma Dubai está empezando a implantar carriles bici.
Otra de las tendencias que se nota en el mercado de la zona es que a pesar de la homogeneización y la presencia de productos y marcas occidentales, “hay una mayor presencia de juguetes adaptados a la región”, como explica Monica Kubik, la directora de Playworld Middle East. Así, la empresa Edu Fun del Líbano comercializa un juego de mesa que enseña las normas del islam, y la filial en la región de la alemana Simba Toys fabrica los muñecos Jamil y Jamila, vestidos siguiendo los patrones de la zona.
Inmigración y comercio
De todas formas, tampoco se pueden tratar todos estos países como un bloque indivisible. Por ejemplo, Omán y Arabia Saudí tienen una población inmigrante de en torno a un 20%, en su mayoría trabajadores asiáticos (Pakistán, India, Bangladesh) que acuden a trabajar en los pozos petrolíferos. Estos dos países están regidos además por monarquías muy estrictas y muy cerradas, incluso en comparación con los demás países de la zona, que sin tener desde luego ningún régimen político liberal y democrático, sí que se han abierto a los negocios y al comercio. De hecho y por ejemplo, en los Emiratos Árabes Unidos el porcentaje de extranjeros residentes es de casi un 80% (en Catar, un 70%; en Kuwait, un 63%, y en Baréin, un 38%; a modo de comparación, en España el porcentaje es del 12%).
También hay diferencias en cuanto a los comercios. Si bien es cierto que en la región se apuesta por grandes almacenes (sobre todo por el calor), sin duda son los Emiratos Árabes Unidos y en especial Dubai, el centro comercial más importante de la zona. Con algo más de un 10% de la población (cuatro millones y medio de personas), los Emiratos poseen el 36,5% del suelo comercial. Dubai incluso celebra a principios de cada año y desde 1996 el Dubai Shopping Festival, una feria dedicada a las compras y abierta al público. En la última edición participaron 2.300 detallistas de todos los sectores. Además, este Emirato cuenta con el Dubai Mall, el centro comercial más grande del mundo, con 1.200 establecimientos, mil más que por ejemplo Diagonal Mar, el centro comercial más grande de Barcelona.
No en vano, los Emiratos han apostado por convertirse en un centro de comercio y de negocios en previsión de que se agoten las reservas de petróleo del país, cosa que según los más pesimistas podría ocurrir en 20 años.