Juguetes de primera infancia, ventas cruzadas en el punto de venta
Los juguetes de primera infancia suelen copar un 10% de la oferta total de los establecimientos especializados en puericultura, y su evolución en el mercado es estable.

La estabilidad marca la evolución de la categoría de Juguetes de Primera Infancia, un segmento presente en gran parte de los establecimientos especializados del sector de la puericultura. En el retail, suele representar el 10% del total de la oferta de productos y es una categoría idónea para impulsar las ventas cruzadas. Asimismo, los juguetes son unos de los artículos más regalados en la etapa de 0 a 3 años y pueden servir de complemento en listas y cestas de nacimiento.
En este sentido, todos los detallistas especializados consultados por PUERICULTURA Market observan estabilidad en el segmento, argumentando que los juguetes siguen provocando la compra de impulso en el punto de venta y continúan siendo un regalo recurrente tras el nacimiento y durante los primeros cumpleaños.
Tendencias del segmento y prioridades de las familias
De acuerdo con los encuestados, la franja de 0 a 1 año se lleva la mayor parte de las ventas en la categoría de juguetes de primera infancia, siendo los sonajeros, los dou-dous y los mordedores los artículos que encabezan el ranking de más vendidos.
En los primeros años de juego, los padres y madres procuran ofrecer los mejores juguetes a sus pequeños, teniendo en cuenta criterios como los materiales, el componente educativo o la seguridad. Así, podríamos decir que se trata de uno de los segmentos en los que la marca o fabricante no está entre los factores que más determinan la decisión de compra del consumidor.
Experiencias lúdicas desde el nacimiento (por AIJU)
En relación a los juguetes de primera infancia, María Costa, directora del departamento de consumidor infantil y ocio de AIJU, detalla que “existe gran variedad de productos dentro de esta categoría, pero todos proponen experiencias lúdicas que permiten estimular los sentidos, a través de juegos auditivos, visuales y táctiles, además de ejercitar la manipulación. Algunos permiten iniciarse en actividades motoras, invitan a realizar desplazamientos, desarrollar la coordinación (gateo o perfeccionar la marcha) e interiorizar nociones especiales básicas. Estimulación sensorial, motricidad fina y gruesa son los valores psicopedagógicos claves de esta categoría.