Esta película está basada en juguetes reales (2 de 2)
( Esta película está basada en juguetes reales, 1)
Como es natural, los buenos resultados que están consiguiendo los últimos años las películas basadas en juguetes tenían que llamar la atención de la competencia. La principal rival de Hasbro, Mattel, no había sido demasiado activa en el cine, aparte de la ya comentada experiencia con los Masters del Universo. Es más, Mattel incluso impidió el uso de Barbie en la primera Toy Story.
Posiblemente ayudara a cambiar de opinión el hecho de que Mr. Potato Head, clásico de 1954 y propiedad de Hasbro, fuera uno de los juguetes más vendidos de 1995 gracias a su aparición en la película de Pixar. De hecho, la propia Mattel explicó que el incremento en las ventas de Barbie durante 2010 vino impulsado por la tercera parte de Toy Story.
Así las cosas, Mattel ha anunciado planes para llevar al cine y con actores reales algunas de sus propiedades más conocidas: Hot Wheels, Max Steel, una nueva versión de Masters del Universo y Barbie, que ya cuenta con 22 películas animadas para vídeo y DVD (que hasta 2009 llevaban vendidas 75 millones de copias).
Otro juguete de Mattel que podría llegar al cine es Magic Eight Ball, que tiene ya unos sesenta años de historia. Sí, esa bola de billar que se agita y predice el futuro. Es decir, lo “predice”.
Otras experiencias
Es normal que las dos gigantes mundiales de los juguetes sean las empresas más interesadas en llegar al cine, sobre todo dado que son estadounidenses, país dominante en la industria del entretenimiento. De todas formas, no son las únicas empresas que se han lanzado a hacer películas basadas en sus productos, o están estudiando sus posibilidades, como Lego, que podría llegar al cine de la mano de Warner Bros.
Otra juguetera que lo ha intentado es MGA: las Bratz protagonizaron una cinta con actores reales en 2007. Eso sí, fue un fracaso en taquilla.
Unos personajes a los que en cambio no les ha ido mal del todo han sido los Osos Amorosos. Nacieron en 1981 en las tarjetas de felicitación de American Greetings. En 1983 Kenner (comprada por Hasbro en 1991) fabricó los primeros peluches. Entre 1985 y 1988 se emitió la serie de televisión. Y en 1985, 1986 y 1987 se estrenó en el cine la trilogía.
En 1989, las tres películas habían ingresado 34 millones de dólares, convirtiéndose en el principal éxito del cine de animación canadiense (que igual no es mucho decir) y, en su momento, en las películas de animación con más recaudación sin contar las de Disney (esto ya es otra cosa).
Estos ositos cumplirán 30 años en 2013. Motivo por el que el año que viene se estrenará una serie de televisión en 3D. Comprensible: desde 2002, se han vendido productos licenciados de los Osos Amorosos por 2.600 millones de dólares.
Una apuesta del sector
En definitiva, hace falta tener mucho dinero para que una juguetera se arriesgue en la industria del cine. Pero los beneficios posibles son evidentes: si los juguetes ya se vendían antes de la película, después de toda la promoción que el estreno conlleva, las cifras pueden dispararse.
Y es que estas películas no dejan de ser anuncios de dos horas que van a emitirse en cines, televisiones y ordenadores. Es difícil saber hasta qué punto esta moda será pasajera, pero queda claro que al menos de momento, las grandes jugueteras van a apostar por el formato.
