Un repaso por las tendencias de consumo de 2017
De acuerdo con un informe de Euromonitor International, durante 2016 ya conocimos algunos cambios relevantes en cuanto a industria y consumo, como el protagonismo del e-commerce, los nuevos hábitos de compra de los clientes o algunos repuntes en la economía y el optimismo de las familias.
A todo ello, las empresas se fueron adaptando para no quedarse atrás y conseguir buenos resultados; pero lo cierto es que los profesionales tampoco podrán relajarse este 2017. Del estudio, se desprenden además algunas tendencias globales en las que las empresas deberán fijarse para trazar sus estrategias.
Los niños, más influyentes en las decisiones familiares: El consumo llega cada vez a una etapa más temprana de crecimiento debido a diferentes factores, entre los que se encuentran la dificultad de conciliación por parte de los padres entre el trabajo y la vida familiar. Esta realidad otorga más influencia a los niños, pues los padres cada vez valoran más la participación de los más pequeños en las decisiones de compra.
El envejecimiento de la población: Casi un cuarto de la población del planeta tiene más de cincuenta años, lo que significa que gran parte de los consumidores tendrá unas necesidades especiales de consumo. Este segmento de población se caracteriza por buscar productos que fomenten la salud, además de ser receptivos con las innovaciones tecnológicas.
Un consumidor impaciente: Los consumidores de 2017 se caracterizarán, entre otros, por ser más impacientes en cuanto a sus compras, siguiendo la premisa ‘I want what I want when I want it’. En este sentido, además de querer tener aquello que compran cuanto antes, también desearán poder tener un diálogo a tiempo real con las marcas que consuman.
Compras personalizadas: Durante 2017, los profesionales deberán hacerse a la idea de que los productos fabricados industrialmente pueden ser también personalizados. La personalización tiene un papel fundamental en la experiencia de compra de los consumidores, tanto a nivel del trato que reciben, como a nivel de producto.
Bienestar como símbolo de estatus: Cada vez más, los consumidores buscan mantenerse en forma y hacer uso solo de aquello que favorece su salud. En este sentido, el hecho de llevar una vida saludable se está convirtiendo casi en un símbolo de estatus. Así, el bienestar ha pasado a estar en el centro de interés por parte de los consumidores de todo el mundo.