“La filosofía está en dejar de ser un centro logístico para pasar a ser un espacio de servicios”
Born To BE! se fundó en 2009 como un negocio de moda infantil, pero en 2012 quiso expandir su oferta con un catálogo más amplio de productos de puericultura. En la actualidad, la empresa cuenta con 4 puntos de venta especializados que ofrecen un asesoramiento personalizado y experiencia de compra en el establecimiento. La entrevista completa a David Millà, gerente de Experiencia Bebé y Born To BE! Está publicada en la revista 136 de Puericultura Market .
- ¿Cuál es la filosofía que caracteriza al negocio? ¿Qué valores buscan transmitir al consumidor?
- La filosofía está en dejar de ser un centro logístico para pasar a ser un espacio de servicios. Para saber si voy bien, sólo tengo que imaginarme la tienda vacía de productos y pensar si tendría sentido tener abierto, es decir, si me queda algo que aportar a mis clientes. En las respuestas, empezamos a dibujar las distintas propuestas de valor. No podemos ser una suma aritmética de la marca tal, más la marca tal… porque entonces carecemos de alma e identidad propia.
- ¿Qué criterios tienen en cuenta a la hora de escoger las marcas y productos con los que trabajan?
- El primer criterio, que creamos en que el producto da un beneficio y un valor al cliente, obviamente. En segundo lugar, que se adecue a la filosofía de nuestras tiendas y se dirija a nuestro mismo segmento de mercado. En tercer lugar, que la política de distribución sea coherente.
- En un negocio en el que la venta online crece año tras año. ¿Cómo debe diferenciarse el establecimiento físico? ¿Cuáles son sus puntos fuertes y que valor añadido debe aportar?
- La tienda tiene la guerra perdida en la capacidad de rotar y “mover cajas”, por lo que tiene que aprovechar toda la parte sensorial y las relacionales intangibles para atraer al consumidor. Las emociones son brutales en nuestro sector y dominar y potenciar los sentidos en el punto de venta es todo un campo de desarrollo muy atractivo. La igualdad o diferencias mínimas en precios deberían ser innegociables.