Sacar partido de los escaparates en el sector de la puericultura
Victor Valencia, experto en gestión comercial y colaborador de PUERICULTURA Market, nos proporciona ideas para sacar mayor rentabilidad de los escaparates en los establecimientos de puericultura.
Los códigos de comunicación del color, la disposición de los elementos, la iluminación o la composición cromática son elementos a tener en cuenta al confeccionar los escaparates. En el sector de la puericultura, son un gran reclamo para el cliente y es necesario que los detallistas especializados los realicen a conciencia para sacar beneficio de ellos y conseguir, así, impacto en la atención de los consumidores.
Cuestión de colores
Como la luz, el color es un componente vinculado a la física cuántica y posee sus propios códigos de comunicación, los cuales acaban incidiendo en la conducta del consumidor. En este sentido, Víctor Valencia detalla que “los colores forman parte de las acciones de animación y es importante utilizarlos adecuadamente. Cada acción de animación debería apoyarse en el color para mejorar su notoriedad”. El experto explica que los colores primaverales son necesarios en el mundo del bebé y que los escaparates deben mostrarlo.
En cuanto a los paneles o carteles que se incluyen en el escaparate, apunta que deben buscar el máximo impacto y legibilidad sin dejar de lado la sensación de higiene. Así, algunas combinaciones de blanco con otros colores favorecen el impacto (blanco y negro, blanco y azul o blanco y rojo).
Las formas del escaparate
Para que los detallistas especializados tengan confianza en sus escaparates, Víctor Valencia sugiere que las formas curvas aportan sensación de suavidad al consumidor en función del posicionamiento del producto, mientras que los ángulos aportan rudeza. En este sentido, detalla que “la utilización de curvas o ángulos en las composiciones con producto depende mucho de las prestaciones que se quieran destacar”.
Por último, sostiene que las líneas rectas denotan continuidad, pero no hay que abusar de ellas en exceso porque dan sensación de infinidad al cliente, y el concepto acaba por no entenderse. Por su parte, las líneas formadas por formas como -punto, raya, punto, raya, raya, punto- denotan discontinuidad y requieren más atención, por lo que el cliente se fijará más en la presentación de los artículos.