El rol del adulto durante el juego
Imma Marín analiza el rol que debería adquirir el adulto durante el juego de los niños y niñas –y también el de los bebés-, apuntando aspectos a tener en cuenta antes y durante el mismo juego.
La experta en educación y comunicación a través del juego, Imma Marín, analizó el rol que, según ella, debería adquirir el adulto durante el juego del niño/a -unas ideas que también son válidas y se pueden aplicar al juego con el bebé-. En este análisis recuperamos las principales ideas expuestas por la experta, centrándonos tanto en el proceso de proceso de preparación -antes del juego-, como en el mismo juego.
Una buena preparación es importante
Aunque el juego muchas veces es espontáneo y los momentos que compartimos con los más pequeños no se pueden estructurar como si se tratara de un calendario, sí que es necesario que exista un entorno adecuado al juego. Para Imma Marín, tan importante es el mismo momento del juego como el momento previo, en el que el adulto debe garantizar un espacio para jugar estimulante y que permita el juego. En este sentido, es necesario que el adulto pueda proveer tiempo al niño/a para jugar, así como garantizar la calidad de los materiales que va a utilizar.
Asimismo, el adulto debe intentar crear un clima propicio para el juego, en el que los más pequeños se sientan con total libertad para jugar. La experta, además, añade que durante esta etapa de preparación del juego es necesario que el adulto se muestra activo, ya que debe organizarlo todo con pasión para que el juego se pueda desarrollar en su máxima plenitud.
Adultos alegres para jugar
Imma Marín apunta diferentes aspectos que el adulto debe tener en cuenta durante el proceso de juego y destaca la importancia de la discreción y el respeto mientras los pequeños juegan. En esta segunda fase del juego, los adultos deben intentar mantener un clima cálido que permita el juego, también deben ser capaces de permitir un juego sin prisas y de dejar espacio al error. Asimismo, se debe permitir un uso no convencional de objetos e ideas y los sentimientos se tienen que valorar y reconocer sin ser juzgados.
La experta en educación y comunicación a través del juego también destaca la necesidad de motivar y estimular el niño/a, pero sin meterle prisa ni presión. Asimismo, añade la importancia de transmitir hábitos de cuidado aprovechando los juguetes y la necesidad de establecer normas y límites -“si no existieran, ¿cómo nos las saltaríamos?”-. Finalmente, Imma Marín apunta que el adulto debe interesarse por las aficiones y los intereses del niño y debe buscar espacios de complicidad con éste. Los niños necesitan, sobretodo, adultos alegres y capaces de jugar con ellos.