Cómo se preparan los sanitarios ante los retos epidemiológicos, psicológicos y organizativos provocados por la DANA
La reciente DANA, que ha golpeado intensamente a la Comunidad Valenciana y otras regiones españolas, ha dejado al descubierto los desafíos sanitarios que implica responder a desastres naturales de gran magnitud. En un contexto en el que el personal sanitario está desempeñando un papel fundamental para mitigar los impactos de las inundaciones, la compañía especializada en formación sanitaria e innovación tecnológica Faro Edtech ha analizado los principales retos que supone para el sector la atención de las necesidades médicas de la población afectada tanto física como emocionalmente.
Además, según Nuria García, enfermera de atención primaria y coordinadora académica de Faro Edtech, señala que se está produciendo “una importante sobrecarga hospitalaria y de pacientes”, ya que “no hay sitio para hospitalizar” a tantos afectados ni hay materiales ni suministros suficientes para todos, una sobrecarga que se suma a la ya existente en el resto de días. “Los profesionales están desbordados y esto es un gran hándicap en la atención de calidad que requieren los afectados por las inundaciones”.
Traumas psicológicos en la población afectada
Para ayudar a las personas a sobrellevar estas secuelas, se han desplegado programas de ayuda y atención psicológica gratuita, impulsadas por colegios profesionales de psicología, que ofrecen apoyo tanto a los damnificados como a los voluntarios en campo.
García también relata cómo no solo los expertos están ofreciendo ese sustento emocional, sino que todo tipo de profesionales y demás voluntarios están desempeñando una red de apoyo psicológico para ayudar a la población afectada, bien sea acudiendo presencialmente allí, por teléfono o mediante otras vías.
Equipos multidisciplinares para una planificación y prevención eficaces
También es esencial la existencia de un centro coordinador o puesto de mando para dirigir los esfuerzos y gestionar la distribución de los recursos, permitiendo que los equipos multidisciplinares (sanitarios, servicios sociales, rescate y seguridad, entre muchos otros) operen de forma cohesionada y eficaz.
Al no estar acostumbrados a catástrofes de tales dimensiones, la planificación consensuada y coordinada, y la preparación previa de profesionales sanitarios con formación específica son herramientas imprescindibles para responder de forma eficiente si vuelven a producirse, garantizando que los protocolos y las estrategias estén siempre actualizados.