Campaña 2021/22: balance positivo con un mayor rendimiento graso y mejores precios
La campaña 2021/22 finaliza cumpliendo los aforos marcados inicialmente por el Ministerio y la Junta de Andalucía. 1.450.000 toneladas de aceite de oliva con un 13% más de rendimiento y unos precios que se han recuperado, pero que a su vez han afectado, como ya se esperaba, al consumo tras un 2020 muy atípico marcado por la pandemia. Hemos recogido la opinión de Cristóbal Gallego, presidente del Consejo Sectorial de Aceite de Oliva de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía; Arturo Hernangómez, Técnico responsable de ganadería y olivar en ASAJA Nacional; y Cristóbal Cano, responsable de la Sectorial del Olivar y del Aceite de UPA.
Balance de la campaña 2021/22...
Todas las OPAs coinciden en que se ha conseguido alcanzar finalmente el aforo previsto a inicio de campaña. “Si bien inicialmente podíamos tener una previsión más baja, sobre todo en algunas provincias andaluzas como Jaén, finalmente se ha dado un mayor rendimiento graso que ha conllevado a más producción de aceite en la comunidad andaluza. A nivel nacional, también se ha confirmado un descenso en la producción de algunas regiones, como en Castilla-La Mancha y Cataluña, donde normalmente cuentan con cosechas más abundantes”, indica Cristobal Gallego.
En este mismo sentido, Cristóbal Cano apunta: “Contamos con más aceite que el año pasado, por encima de los 1,35 millones de toneladas en toda España, cifra que viene motivada porque el rendimiento graso medio ha sido superior al de la campaña anterior, y se ha situado en el 21%. Eso ha permitido que, a pesar de que haya habido menos aceituna en el árbol, sí se ha obtenido más aceite. También es verdad que la calidad es mucho mejor que la pasada campaña”. Y Arturo Hernángomez, de Asaja, pone el acento en la mano de obra: “Se han superado los problemas ocasionados por la borrasca Filomena y la sequía de los últimos meses, hemos conseguido una producción aceptable y unos precios que son bastante buenos y permiten a los olivicultores conseguir rentabilidad en sus explotaciones. El principal problema sigue siendo la situación de la mano de obra que está obligando a que los productores tengan que reducir el diámetro del tronco de sus olivos eliminando pies para poder mecanizar la recolección y así prescindir de ella con la bajada de producción que ello conlleva”.
Campañas cada vez más tempranas
“Los agricultores son conscientes de que adelantando la cosecha obtienen un aceite de oliva virgen extra de la máxima calidad y eso significa que consiguen un mayor valor añadido vía precio. Entiendo que ese inicio de recolección en octubre y en noviembre será generalizado poco a poco y ha venido para quedarse, porque los olivareros están apostando cada vez más por la calidad”, explica Cristóbal Cano. “Está siendo la tendencia en los últimos años y no creemos que vaya a cambiar. La apuesta por la calidad y la recolección temprana es uno de los pilares de crecimiento para el olivar español y de ahí la recolección cada vez más temprana”, afirma también Cristóbal Gallego.
Regularización de los precios, consumo a la baja
“En Asaja consideramos que los precios va a tender a estabilizarse, habrá que ver cómo repercute la situación de la sequía en los próximos precios pero por lo general no habrá mucha variación. Al ser un bien de primera necesidad se sigue consumiendo bastante aceite de oliva en los hogares españoles. El alza de precios hará que algunas familias opten por aceites de otras semillas como aceites de girasol pero no se espera que el consumo caiga mucho y se siga manteniendo en unas cifras parecidas a las de hoy en día”, señala Arturo Hernángomez.
“Venimos de dos campañas de comercialización que han sido récords absolutos de ventas. Y en este año nos encontramos con que las salidas de aceite en el mes de enero han sido bastante buenas, con un precio estabilizado sobre los 3 euros. Esto demuestra que todo el aceite que producimos se vende y que el consumo, especialmente en terceros países, se está incrementando. Cierto es que a nivel nacional se ha reducido un poco, pero lo importante para el sector son las exportaciones, que es donde además encontramos unos precios superiores”, puntualiza Cristóbal Cano. Por su parte, Cristobal Gallego, hace una análisis más profundo: “Los precios están siempre ligados a la oferta de los mercados. La cantidad de producción actual es muy ajustada a los consumos, con lo cual los precios se deben de mantener y no hay motivo alguno para un retroceso. A esto se suma la gran preocupación del sector por las escasas precipitaciones, que podrán condicionar mucho las disponibilidades y, por tanto, dichos precios. Es fundamental que llueva una vez que el olivar ha salido de su parada invernal en busca de la primavera. Además, hay que tener en cuenta que en zonas eminentemente olivareras como Andalucía, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ya ha anunciado una reducción de los riegos, lo que también afectará bastante a la producción. En cuanto al consumo, es cierto que suele retraerse cuando hay escasez de producto y los precios suben. Sin embargo, aún es pronto para evaluar este hecho, ya que es ahora cuando se está empezando a notar la subida en los lineales. Lo que sí está claro es que las salidas al mercado de aceite de oliva son muy positivas, con una media de 125.000 toneladas al mes, sobre todo teniendo en cuenta que otros países productores han contado con mayor disponibilidad este año que el anterior. Por tanto, el mercado español, hasta el momento, está comercializando a un ritmo muy positivo”.
* Apunte
El análisis se realizó antes de iniciarse el conflicto entre Rusia y Ucrania, que puede provocar cambios significativos en los precios y en el consumo de lo aceites de semillas.