El consumo de AOVE proporciona beneficios adicionales a la salud humana, más que otros aceites vegetales
Los AOVEs como fuente de salud
El aceite de oliva virgen extra es, desde el punto de vista nutricional, el mejor aceite que se puede consumir, gracias a sus compuestos fenólicos antioxidantes. Asimismo, está directamente relacionado con la disminución de problemas cardiovasculares en países que basan su alimentación en una dieta mediterránea, donde el aceite de oliva es la principal fuente de grasa. Un gran número de estudios evidencian esos beneficios, y califican al AOVE como una gran fuente de salud.
El aceite de oliva es la principal fuente de grasa de los países mediterráneos cuya dieta se asocia a una baja incidencia de enfermedad cardiovascular (1). Datos de los estudios EPIC (España) y Tres Ciudades (Italia) han mostrado también una relación inversa entre el consumo de aceite de oliva y la enfermedad cardiovascular (2-5).
Numerosos estudios han mostrado los beneficios del consumo de aceite de oliva sobre el perfil lipídico, la sensibilidad a la insulina, la oxidación de los lípidos y el ADN, la función endotelial y la presión sanguínea (6,7). Por ello, en noviembre de 2004, la Federal Drug Administration (FDA) de los EE UU permitió una Alegación de Salud en las botellas de aceite de oliva referente a “los beneficios del consumo de 2 cucharadas soperas de aceite de oliva sobre el riesgo de enfermedad cardiovascular” y especificaba: “Debido a la alta presencia de grasa monoinsaturada en el aceite de oliva” (8).
Componentes del aceite de oliva
Los componentes mayoritarios del aceite de oliva son los ácidos grasos, de los cuales el ácido oleico, un ácido graso monoinsaturado, es el mayoritario. El aceite de oliva contiene componentes menores con bioactividad, de los cuales los mejor estudiados y conocidos son los compuestos fenólicos antioxidantes (7). De los aceites de oliva presentes en el mercado, los aceites vírgenes, extra si su acidez es menor de 0,8 g, son los que presentan un mayor contenido fenólico a diferencia de los aceites de oliva común o de orujo, que son mezclas con aceite de oliva refinado que han perdido prácticamente sus compuestos fenólicos.
Beneficios del AOVE
Y la cuestión clave es: ¿cuál es el mejor aceite desde el punto de vista nutricional? Con los datos que tenemos actualmente, la repuesta es el aceite Virgen o Extra-Virgen (AOVE).
A los conocidos beneficios del aceite de oliva sobre la mejora del perfil lipídico de riesgo (descenso de LDL colesterol, el colesterol ‘malo’), menor oxidación de este LDL colesterol, mejora de la función endotelial y de la sensibilidad a la insulina, hay que añadirle una mayor capacidad antioxidante y antiinflamatoria debido a la riqueza de los AOVEs en compuestos fenólicos (7). Los compuestos fenólicos son absorbidos por el organismo humano de manera dosis-dependiente del contenido presente en el aceite de oliva (9). El AOVE rico en compuestos fenólicos ha demostrado proteger mas efectivamente a la LDL (partícula que lleva el colesterol ‘malo’) de la oxidación, la oxidación del colesterol es un proceso clave para el desencadenamiento de la aterosclerosis que lleva a la angina de pecho, el infarto de miocardio o el accidente cerebrovascular (10). Datos del estudio EUROLIVE, un estudio con 200 voluntarios sanos realizado en 6 países europeos, mostraron los beneficios del aceite de oliva rico en compuestos fenólicos frente a otros tipos de aceites de oliva, sobre los niveles de HDL colesterol y la protección frente a la oxidación de la LDL (11). Como consecuencia del estudio EUROLIVE y de otros previos, la European Food Safety Authority (EFSA) permitió una alegación en noviembre de 2011 referente a los beneficios del consumo de compuestos fenólicos del aceite de oliva: 5 mg/día de hidroxitirosol y derivados (incluyendo oleouropeina y tirosol) sobre la protección frente a la oxidación de la LDL. Estas cantidades en un consumo moderado (20 g/día) deben consumirse en el contexto de una dieta balanceada (12, 13).
La partícula de HDL (que lleva el colesterol 'bueno') protege a la LDL de su oxidación y además es la responsable de sacar el colesterol de las arterias por un proceso llamado 'eflujo de colesterol'. En una submuestra del estudio EUROLIVE se ha comprobado que el aceite de oliva rico en compuestos fenólicos no sólo incrementó los niveles de HDL colesterol, sino también su funcionalidad incrementando el eflujo de colesterol de las células, frente a un aceite de oliva refinado, muy pobre en compuestos fenólicos (14). En estudios en humanos, los AOVEs han mostrado ser más efectivos que otros aceites frente a la inflamación, la reducción de la trombogénesis (creación de coágulos sanguíneos), la mejora de la función endotelial y la reducción de la presión arterial (7). En el marco del estudio PREDIMED (Efecto de la Dieta Mediterránea en la Prevención de la Enfermedad Cardiovascular) una dieta mediterránea rica AOVE no solo protegió frente a la oxidación lipídica y la inflamación (15, 16), sino también frente a la enfermedad cardiovascular (1) y diferencialmente frente a la fibrilación atrial (riesgo de arritmia) (17) y al desarrollo de diabetes (18).
En estudios en humanos, se han comprobado dos tipos de mecanismos básicos por los cuales los aceites de oliva ricos en compuestos fenólicos ejercerían sus beneficios sobre la salud. El primero es el incremento del contenido de polifenoles antioxidantes en las lipoproteinas LDL y HDL (19). En ambos casos esto conllevaría una protección frente a la oxidación de las mismas. Mientras que los beneficios de la protección frente a la oxidación de la LDL ya han sido comentados, la protección frente a la oxidación de la HDL conllevaría una mejora de su capacidad de efectuar el eflujo de colesterol de los vasos sanguíneos evitando la acumulación del colesterol en los mismos y protegiendo frente a la aterosclerosis (14). Un segundo mecanismo sería a través de un efecto nutrigenómico. Los AOVEs han mostrado ser más eficaces que otros tipos de aceite reduciendo la expresión de genes relacionados con la aterosclerosis y la inflamación en humanos (20).
Conclusión
Por todo lo anteriormente expuesto, el consumo de AOVE proporciona beneficios adicionales a la salud humana, más que el consumo de otros aceites vegetales.
Referencias bibliográficas
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