Aceite de oliva más saludable y sostenible
Tras dos años de trabajo, los expertos han podido demostrar que el uso del riego deficitario controlado (RDC), que consiste en restringir el riego durante fases en las que un estrés hídrico no tenga —o sea muy reducida— incidencia sobre la producción, no afecta a esta pero sí provoca en el aceite un aumento en el contenido de fitoprostanos, componentes del aceite beneficiosos para la salud, por lo que parece una práctica recomendable en el riego del olivar ya que, además, es más sostenible para el medioambiente.
El aceite de oliva es uno de los principales componentes de la dieta mediterránea y España, con 2,5 millones de hectáreas de superficie cultivada, su principal productor. En estudios realizados durante los últimos años se han encontrado relaciones entre los distintos componentes del aceite de oliva y sus beneficios.
Este alimento funcional, además de contener altos niveles de ácidos monoinsaturados, entre los que destaca el ácido oleico por sus ya conocidos efectos positivos sobre la salud cardiovascular y hepática, también contiene múltiples componentes —como los polifenoles— que presentan una gran actividad biológica.
Otros compuestos minoritarios presentes en el aceite de oliva son los fitoprostanos, que no solo son excelentes biomarcadores de degradación oxidativa de productos derivados de las plantas, sino que también se consideran moléculas biológicamente activas, ya que son componentes de un sistema arcaico de señalización de las plantas para protegerlas frente a daños oxidativos.
Estos componentes se encuentran en las plantas libres y esterificados aunque, debido a la falta de las enzimas necesarias para hidrolizar esteres, solo aquellos que se encuentran en su forma libre son absorbidos por nuestro organismo. Aunque poco se conoce todavía sobre sus efectos biológicos, hay evidencias de que los fitoprostanos pueden ayudar a modular la función del sistema vascular y del sistema inmune.
A pesar de que el cultivo del olivo ha sido realizado tradicionalmente en condiciones de secano, se ha demostrado que el riego es una práctica fundamental en la mejora de la producción de aceite y en su productividad. Sin embargo, en los últimos años, a las condiciones de clima árido y de la escasez persistente de agua hay que añadir una fuerte competencia con otros usuarios no agrícolas. Por lo tanto, para hacer frente a esta carestía de agua, un riego sostenible debe aunar un aumento de la producción con la mínima utilización posible de agua.
Se ha observado que aunque el estrés hídrico durante el período establecido no afecta a la producción en cantidad sí que afecta a su calidad, ya que provoca un aumento en el contenido de fitoprostanos que resultan beneficiosos para la salud. Los investigadores han detectado que el nivel de fitoprostanos cambia de un año a otro, posiblemente debido a las condiciones medioambientales o a la carga del árbol, lo que puede ser un tema de investigación futuro.
Según concluyen los expertos, el RDC es una práctica recomendable en el riego del olivar para obtener alimentos más saludables además de ser más sostenible medioambientalmente.