“Inevitablemente, el mercado se contagia y el miedo a realizar inversiones aumenta en la misma proporción”
Entrevista a Jordi Pareras, Sumitomo Demag
Las noticias en los medios sobre la economía española son muy negativas. Sin embargo, parece que hay una leve recuperación de la industria de los plásticos, ¿piensa que esto es efectivamente así?
Es cierto que en nuestro mercado en particular se nota una ligera mejoría y, efectivamente, el número de unidades vendidas en España ha obtenido un ligero repunte. De hecho, algunos de nuestros clientes se plantean realizar nuevas inversiones. Sin embargo, observamos día a día que algunos de los que se están planteando realizar inversiones en maquinaria nueva, a no ser que dispongan de proyectos específicos, realmente prefieren posponer la decisión de compra para más adelante ante la incertidumbre del mercado. De alguna manera intentan seguir produciendo con los medios que ya tienen a la espera de una mejora de la situación. Realmente, la situación económica y las continuas noticias que se oyen en prensa, radio y televisión, no invitan precisamente al optimismo. Inevitablemente, el mercado se contagia y el miedo a realizar inversiones aumenta en la misma proporción. De todas formas, creemos y esperamos un aumento de actividad en los próximos meses.
¿Cree que los transformadores de plásticos españoles están orientando sus estrategias hacia la internacionalización?
Sin duda alguna muchos de nuestros clientes buscan oportunidades fuera de España debido a la ralentización de nuestra economía. Es un hecho, especialmente para aquellas compañías que poseen estructuras comerciales importantes. Las empresas que no las poseen deben seguir compitiendo en un entorno cada vez más hostil, castigado por la crisis que conlleva necesariamente importantes guerras de precios.
También es importante destacar que algunos de nuestros clientes que pertenecen a grupos internacionales suelen dirigir sus inversiones hacia aquellos países donde ya están ubicados y hacia economías emergentes donde, por regla general, los costes de fabricación son más bajos, para así poder competir en mercados con más garantías de éxito. De todas formas, en algunos casos los resultados son muy dispares, pues muchas de estas compañías han tenido que abandonar sus proyectos, o hasta incluso trasladar sus instalaciones a otro país, debido a que, por diversas circunstancias, no han cumplido los objetivos que se habían marcado.
¿Se están vendiendo ahora máquinas de un mayor valor que antes o máquinas más equipadas?
Es una pregunta que tiene su respuesta en la afirmación a los dos enunciados. Son, en muchos casos, máquinas de mayor valor, pues tienen mayor nivel de equipamiento y están enfocadas a proyectos de piezas con un alto valor añadido. Los equipos requieren, así, un alto grado de especialización y automatización y, por tanto, de prestaciones para buscar una mayor eficiencia de productividad, de fiabilidad y energética. En definitiva, como resulta obvio, a mayor equipamiento, mayor valor de la máquina.