Entrevista a Eduardo Mozas, managing director responsable de Industria X en Accenture España y Portugal

La industria europea se enfrenta a una encrucijada histórica marcada por la pérdida de competitividad frente a otras regiones como Estados Unidos y China. Factores como la falta de inversión en digitalización, los altos costes energéticos y la fragmentación normativa han lastrado su crecimiento en los últimos años. Eduardo Mozas, managing director responsable de Industria X en Accenture España y Portugal, analiza en esta entrevista las claves para revertir esta situación y el papel fundamental que desempeñarán en la transformación industrial tecnologías como la inteligencia artificial, los gemelos digitales y el 5G.

El listado de razones es extenso, pero me centraré en las cinco que tienen un mayor impacto en la competitividad:

Las inversiones en tecnología, especialmente en digitalización industrial (IoT, big data, inteligencia artificial, 5G, entre otros). Existe una relación directa entre la inversión en digitalización y la mejora de la competitividad, y en este ámbito, tenemos un déficit frente a otras regiones industrializadas de más de 270.000 millones de euros.

El coste de la energía, que es entre dos y tres veces más elevado en Europa que en Estados Unidos o China. Este alto coste no se debe a la capacidad de generación energética, que es comparable en Europa con la de otras regiones, sino a las escasas inversiones en la infraestructura de transporte de energía y las políticas fiscales impuestas por los gobiernos de la UE sobre el kilovatio de energía.

La falta de soberanía europea en materias primas y componentes clave para la industria. La Unión Europea no ha desarrollado una política común para garantizar el suministro de estos componentes esenciales, dejando a cada Estado miembro la responsabilidad de definir su propia estrategia. Este enfoque fragmentado ha generado una dependencia de proveedores externos que no garantizan el abastecimiento, que encarecen los precios y que no permiten el aprovechamiento de economías de escala.

El acceso a financiación para proyectos industriales. La normativa para acceder a financiación pública es compleja y varía entre países. Además, una vez aprobados los fondos, su distribución no es equitativa entre distintos agentes de la cadena de valor. Las pequeñas y medianas empresas (pymes) tienen dificultades para acceder a estos recursos, y cuando recurren a la financiación privada, se encuentran con que esta prefiere invertir en otras regiones con mayores rendimientos.

Y, por último, la escasez de talento especializado. El talento técnico altamente cualificado es cada vez más escaso a nivel global, lo que genera una feroz competencia por atraerlo. Las ofertas laborales en Europa no son suficientemente atractivas en comparación con otros mercados, lo que lleva a muchos profesionales a emigrar en busca de mejores oportunidades. Además, es crucial fomentar acuerdos entre empresas y universidades para anticipar las necesidades del sector industrial y fortalecer la formación de los estudiantes en las nuevas tecnologías.

Es esencial estructurar un plan que aborde los desequilibrios que hemos identificado anteriormente. Dado que los recursos económicos son limitados y las acciones necesarias son muchas, este plan debe implementarse mediante un esfuerzo conjunto entre los sectores público y privado. Las empresas deben identificar proyectos innovadores que fortalezcan sus procesos industriales, y la tecnología será clave en este proceso. Por su parte, los gobiernos deben crear marcos regulatorios y de financiación que faciliten la ejecución de los proyectos. Este plan debe ser lanzado de manera urgente y ejecutado con determinación, ya que está en juego la capacidad de la industria europea para seguir siendo un motor de desarrollo y riqueza.

Desde Accenture proponemos que las inversiones en tecnología, si realmente se busca mejorar la productividad, deben centrarse en las cuatro dimensiones clave del proceso industrial:

En primer lugar la modernización del producto a través de tecnologías como los gemelos digitales, plataformas de gestión e inteligencia artificial. En segundo lugar, la digitalización de las operaciones mediante herramientas como 5G, IoT, robótica, entre otras. Además, es imprescindible la potenciación del talento existente utilizando a gran escala la inteligencia artificial y la inteligencia artificial generativa. Por último, la transición energética de la industria, mediante el uso de tecnologías que faciliten el acceso y la eficiencia en el uso de energías verdes en todos los procesos industriales.

El gemelo digital es una representación virtual de un producto o activo, pero para que realmente aporte el valor esperado, debe ir acompañado de otras soluciones tecnológicas. La interoperabilidad entre plataformas de gestión de procesos, como los PLM, ERP y MES, permite capturar datos relevantes del producto y se deben crear canales de intercambio de información entre ellas, rompiendo los silos existentes entre departamentos y fomentando la colaboración entre el diseño y la fabricación. Además, la inteligencia artificial (IA) y la IA generativa aprovechan los datos capturados por estas plataformas para incorporar capacidades de simulación. Aplicadas al gemelo digital, estas tecnologías permiten anticipar el comportamiento de los procesos productivos y de los productos sin necesidad de tener que fabricar muestras físicas de los mismos, abaratando considerablemente el diseño.

Estas tecnologías están revolucionando la gestión de los procesos productivos al permitir la captura masiva de datos en tiempo real. Gracias a ellas, es posible obtener información detallada de cada turno de trabajo y poner a disposición de los responsables de fabricación datos clave sobre posibles deficiencias en los activos o procesos de fabricación, como micro-paradas de máquinas, escasez de materiales o problemas de calidad en los montajes. El análisis de esta información facilita la optimización de los procesos productivos y la maximización de los recursos y activos. Con toda esta riqueza de información se identifican de forma más precisa las causas raíz de los problemas recurrentes, estableciendo planes de acción mucho más efectivos para mitigarlos o eliminarlos, generando un impacto directo en la productividad y eficiencia de la línea de fabricación. Sin embargo, para convertir esta abundante información en valor tangible, es fundamental el conocimiento humano.

La inteligencia artificial generativa ha ganado relevancia en los últimos tiempos, aunque su aplicación a gran escala en el ámbito industrial comenzó de manera más tardía. Estudios realizados por Accenture muestran que las empresas más innovadoras están destinando sus mejores recursos y mayores inversiones al desarrollo de casos de uso que generen un impacto directo en sus operaciones y, de cara a 2025, un 35% de los directivos encuestados del sector identificó este desafío como su principal prioridad, lo que supone un aumento significativo frente al mismo período del año pasado (23%).

Estas empresas ven en la IA generativa una oportunidad clave para lograr una diferenciación significativa y crear valor a largo plazo.

En los entornos industriales, la eficiencia se mide principalmente por tres tiempos de respuesta: el tiempo de detección de un problema, el tiempo de reacción ante el mismo, y el tiempo de resolución. La IA generativa está jugando un papel fundamental en la mejora de estos tiempos. La industria, caracterizada por la generación masiva de datos en formatos diversos (como videos, audios, planos, imágenes, transacciones) y de manera fragmentada a través de distintas plataformas (herramientas de ingeniería, ERPs, sistemas de control de planta) y actores (proveedores, operadores logísticos, transportistas y múltiples instalaciones industriales), se beneficia enormemente de la capacidad de la IA generativa para interpretar en tiempo real todos estos datos dispares. Gracias a esta capacidad, se pueden generar síntesis y conclusiones que permiten a los técnicos tomar decisiones informadas de forma más ágil y precisa, mejorando notablemente los tiempos de respuesta en la cadena de valor. 

No se trata tanto de sectores industriales específicos, sino de actividades o procesos concretos dentro de los procesos. En un estudio realizado por Accenture sobre la IA Generativa, concluimos que el mayor impacto de esta tecnología en el ámbito industrial se dará en las funciones de soporte a la fabricación, como Calidad, Logística y Mantenimiento. Actualmente, un 29% de las horas trabajadas en estas áreas son transaccionales y podrán ser automatizadas. Sin embargo, surgirán nuevas actividades, que representarán un 14% adicional, impulsadas por la generación de nuevos datos. Analizar estos datos, relacionarlos correctamente y extraer conclusiones significativas requerirá experiencia y respuestas responsables en la toma de decisiones. Ejemplos de esto incluyen la toma de decisiones sobre escenarios de planificación o la configuración dinámica de redes de aprovisionamiento. En resumen, estamos hablando de funciones más inteligentes, enfocadas en generar mucho más valor para las operaciones.

Al adoptar tecnologías limpias y más eficientes, las empresas europeas no solo reducirán sus costes operativos, a través de la reducción de la factura energética, sino que también optimizarán su consumo energético y disminuirán su impacto ambiental, lo que las hará más competitivas en un mercado global cada vez más exigente. La capacidad de adaptarse a regulaciones ambientales más estrictas, al tiempo que mejoran su eficiencia, no solo aumenta la rentabilidad, sino que fortalece la posición de Europa frente a competidores internacionales.

Además, la sostenibilidad abre la puerta a nuevas oportunidades en sectores estratégicos como las energías renovables, la economía circular y la fabricación de productos ecológicos, áreas que están ganando terreno en todo el mundo. Europa tiene la oportunidad de liderar la innovación en estos campos, lo que podría atraer inversiones internacionales y generar nuevos empleos, creando así un ecosistema industrial más dinámico y competitivo.

En definitiva, la transición hacia una industria más sostenible no solo es un imperativo ambiental, sino también una oportunidad estratégica para posicionar a Europa como líder en innovación y producción responsable, asegurando su competitividad y generando beneficios económicos a largo plazo.

Para acelerar la transición energética, es necesario abordar dos tipos de actuaciones clave:

En primer lugar, seguir invirtiendo en el desarrollo de activos para la generación, transporte y almacenamiento de energías verdes. A pesar de los avances, aún existen procesos industriales con altas demandas energéticas que no pueden ser completamente abastecidos por electricidad debido a su gran necesidad calorífica. La implementación de activos basados en hidrógeno y otras energías de transición, como los combustibles sintéticos, sigue siendo una prioridad.

En este sentido, el propósito de Accenture es apoyar el proceso de construcción de estos activos a través de la digitalización. Recientemente, hemos incorporado al equipo de Accenture las capacidades de la española Boslan, parte de Accenture, una empresa especializada en ingeniería para activos energéticos. La combinación de este conocimiento con nuestra experiencia en digitalización es fundamental para integrar y coordinar de manera más eficiente a todos los actores involucrados en el ciclo de vida completo de estos activos.

Pero, además, la creación de equipos multifuncionales con expertos en energía, tecnología y procesos industriales, va a permitir dar soluciones concretas para ajustar el funcionamiento de las máquinas a los perfiles de disponibilidad de energía, utilizando algoritmos y sensores para mejorar el funcionamiento del proceso industrial sin renunciar a la productividad.

La Industria 4.0 se enfrenta a un desafío clave: la escasez de talento cualificado. Para superarlo, es fundamental que empresas y las universidades trabajen juntos en la formación de la próxima generación de profesionales. Esto puede lograrse mediante la adopción en los programas académicos de herramientas digitales y métodos de análisis avanzados con inteligencia artificial big data y resto de tecnologías emergentes. Por tanto, se debe anticipar a las instituciones académicas las necesidades formativas del futuro garantizando que los profesionales estén bien preparados para las exigencias del mercado laboral.

Pero también es importante la formación continua de los profesionales que ya están trabajando en la industria. La transformación de la fuerza laboral es crucial, promoviendo la re-capacitación y el aprendizaje en nuevas tecnologías. Para ello, desde Accenture estamos también impulsando las nuevas tecnologías para cambiar la manera con la que se ejecuta la formación. Las plataformas digitales permiten incrementar la repetitividad de la formación, facilitando el acceso regular a todo el personal. A través de la IA generativa estamos acelerando la creación de contenidos, ayudando también a la personalización del mismo para cada colectivo.

Europa tiene una oportunidad única para posicionarse como líder en la Industria pero para lograrlo es imprescindible una inversión decidida en formación y colaboración entre todos los actores.

La capacidad de aprendizaje continuo se ha convertido en un factor esencial para mantenerse actualizado frente a las innovaciones tecnológicas y las crecientes exigencias del mercado laboral. Estas competencias no solo permitirán a los trabajadores adaptarse, sino también prosperar en un entorno cada vez más digitalizado y automatizado.

En esta nueva era tecnológica, el éxito no dependerá únicamente de las tecnologías avanzadas, sino de las personas que las gestionen, innoven y potencien. Siguiendo la evolución de las actividades de soporte a la fabricación, Accenture está desarrollando programas innovadores de desarrollo de talento, basados en plataformas digitales de aprendizaje de alcance global. Estos programas se enriquecen con los contenidos generados a partir de la experiencia directa de aplicar tecnologías como la IA y la IA generativa en las operaciones de nuestros más de 790.000 empleados distribuidos en más de 45 países. La adopción de estos conocimientos se realiza a través de academias especializadas, adaptadas a las necesidades específicas de cada colectivo, diferenciando entre profesionales de taller y de gestión.

Para abordar los retos y aprovechar las oportunidades de este momento crítico de transformación en el sector industrial, las empresas deberán reinventar sus estrategias de retención de talento. En un mercado cada vez más competitivo, es esencial desarrollar una estrategia que esté alineada con las capacidades, aspiraciones de los empleados y la visión de futuro de la empresa. No basta con ser capaces de reclutar talento altamente capacitado; también es fundamental integrar el valor humano en la organización, desbloqueando competitividad y fomentando el crecimiento interno de los equipos”. Ofrecer oportunidades para que los empleados sigan a la vanguardia de la tecnología es clave para mantener la relevancia en un mercado en constante evolución.

En Accenture, por ejemplo, nos enfocamos en retener talento mediante la transformación estratégica de habilidades y capacidades organizacionales, alineadas con los objetivos empresariales. Trabajamos junto a las organizaciones para desarrollar estrategias de talento que fortalezcan las capacidades, adaptándose a las necesidades cambiantes del negocio. Además, en respuesta a los desafíos del mercado laboral, apoyamos a nuestros clientes en la implementación de plataformas de empleo, programas de “re-skilling” y “up-skilling”, y en la promoción del aprendizaje continuo, ayudando a gestionar las transiciones y mejorar la participación en el mercado laboral.

Para intensificar la colaboración público-privada en el sector industrial europeo, es clave implementar políticas que fomenten la inversión, la innovación y la sostenibilidad. Entre las medidas más importantes se encuentran los incentivos fiscales y financieros para apoyar la I+D y la adopción de nuevas tecnologías, los marcos regulatorios claros y estables que garanticen la competitividad y faciliten la cooperación, el fomento de la digitalización y formación continua de la fuerza laboral mediante programas de formación la colaboración en infraestructuras clave, como redes de energía sostenible y transporte inteligente, el fomento de la cooperación en I+D, para maximizar el impacto de la innovación mediante esfuerzos conjuntos.

Pero igualmente importante es la simplificación y la homogenización de esta regulación entre estados miembros de la EU, e incluso entre las Comunicades Autónomas dentro de España. El acceso a la inversión pública es complejo y ralentiza mucho la dinámica que el momento actual requiere.

Para abordar la fragmentación normativa y alinear mejor las regulaciones entre los países europeos, es necesario:

La creación de un marco regulatorio europeo armonizado: Es necesario establecer directrices claras y uniformes a nivel de la UE que puedan ser adoptadas por todos los países miembros, garantizando coherencia en la regulación de sectores clave como la digitalización, la sostenibilidad y la industria.

El fomento de la cooperación entre países: Crear plataformas de diálogo y colaboración entre gobiernos, organismos reguladores y actores industriales para discutir las mejores prácticas y coordinar regulaciones que respondan a las necesidades del mercado europeo.

La revisión y simplificación de las normativas existentes: Evaluar y, en su caso, simplificar las regulaciones nacionales que interfieren con la integración del mercado único europeo, eliminando barreras innecesarias para las empresas.

La promoción de políticas flexibles y adaptables: Las regulaciones deben ser lo suficientemente flexibles para adaptarse a los rápidos cambios tecnológicos y a las particularidades locales, pero manteniendo una base común que favorezca la integración.

Y, por último, la Implementación de mecanismos de supervisión y evaluación: Establecer un sistema de supervisión centralizado que monitoree la implementación y cumplimiento de las regulaciones europeas, asegurando que se mantenga la armonización en todos los países.

La industria conectada será impulsada por la tecnología, transformando procesos de fabricación, ingeniería e infraestructuras críticas. En Accenture, nos enfocamos en tres áreas clave para liderar este cambio:

Continuidad digital: La industria sigue siendo muy verticalizada, lo que limita la colaboración entre funciones. A través de tecnologías digitales, facilitamos la interoperabilidad entre plataformas de ingeniería, fabricación y atención al cliente, mejorando el intercambio de información entre áreas.

La proliferación de datos invita a la creación de entornos colaborativos sectoriales para intercambio de información transaccional entre fabricantes y proveedores. Son ecosistemas que combinan tecnología y reglas de negocio con el objetivo de socializar los datos ayudando a que las cadenas de suministro se estructuren entorno a los propósitos de eficiencia, visibilidad y reducción de los tiempos de respuesta. Alrededor de estos ecosistemas se desarrollarán servicios de alto valor añadido como la planificación integrada, resiliencia de la cadena de suministros, trazabilidad de los materiales y licencias de exportación, etc.

Hiperautomatización para mayor eficiencia: Las funciones de soporte en ingeniería, calidad, planificación y mantenimiento evolucionarán hacia procesos autónomos, impulsados por IA, IA Generativa y robótica. Estas tecnologías automatizarán tareas repetitivas, permitiendo a los empleados centrarse en tareas de mayor valor. La robótica, aunque aún en fases tempranas, será fundamental en la integración de IA en la gestión de planta, logrando ahorros de más del 50% en algunas actividades.

Además, el uso de tecnología digital frecuentemente aumenta la satisfacción de los empleados, al involucrarlos en tareas de alto impacto. Es crucial, sin embargo, que las soluciones de IA generativa se implementen de manera responsable, considerando la dimensión humana, garantizando transparencia, seguridad de la información y responsabilidades claras.

Gemelos digitales y conectividad: Estos avances permiten recopilar datos más confiables, mejorando la anticipación, simulación y optimización de procesos. Con estos datos, es posible minimizar el impacto de disrupciones y tomar decisiones más efectivas. Para esto, se requiere infraestructura adecuada (sensores, plataformas IoT, 5G, Edge) para capturar y procesar la información de manera eficiente.

Y finalmente, el uso de la robótica, que, junto con la conectividad de máquinas y operarios de planta, proporcionará mayores niveles de sincronización de las operaciones y facilita la ejecución de tareas complejas de forma más eficiente. Dentro de este mundo, el campo que tiene que expandirse más a futuro es el de la robótica colaborativa, en dónde los autómatas y los equipos humanos interactuarán de manera dinámica en la ejecución de tareas.