El Día del MAV dedicado a la innovación colaborativa reúne a más de 60 personas

Unas sesenta personas participaron el pasado 1 de diciembre en el Día del MAV, la jornada presencial que organiza el Clúster MAV y los agentes de la cadena de valor de los materiales avanzados y tecnologías relacionadas.

Al inicio del Día del MAV, celebrado en Sant Cugat del Vallès, Barcelona, intervino Ona Bombí, Clúster Mànager, para exponer el objetivo principal de estos encuentros: aprender de temas de interés y tener un espacio para interactuar y explorar nuevas oportunidades. Además, destacó los grupos de trabajo y los diferentes proyectos de la asociación como espacios del Clúster MAV que permiten fomentar la interrelación entre miembros.

A continuación, Maria Josep Riba, presidenta del Clúster MAV, tomó la palabra para explicar que asumia la presidencia “con mucha ilusión y energía porque estoy convencida que el Clúster es un lugar de innovación y colaboración muy importante”, ya que “sin colaboración no hay innovación”. Riba señaló que uno de los objetivos de desarrollo sostenible más importante son las alianzas y colaboraciones entre empresas para hacerlas “más integradoras, sostenibles e innovadoras”. En este sentido, también reivindicó las jornadas presenciales como el Día del MAV como la mejor manera de promover esta colaboración, defendiendo así el papel del clúster como agente solucionador que puede ofrecer mucho a las empresas.

Enric Bayó, director de Modelo de Negocio de la Unitat d’Estratègia Empresarial de Acció, fue el primero en intervenir en la jornada, con una introducción a la innovación colaborativa donde aseguró que “estamos inmersos en la transformación digital y tecnológica” donde la característica más importante será la velocidad de los cambios. “La palabra más importante es transformación”, expuso, añadiendo que “el reto que tiene hoy la empresa es cómo seguir siendo relevante en una nueva era”, puesto que “aquellas que no se adapten a la transformación en la era digital desaparecerán”, sentenció.

Bayó señaló que “las empresas que no inviertan tiempo y recursos a leer el entorno están destinadas a morir” y apuntó que “aquello que diferencia una empresa competitiva de una que no lo es, es que sea capaz de prosperar ante un futuro incierto”. En este sentido, defensó una cultura empresarial que apueste por centrarse en las personas para ser ágil en la gestión y huir de jerarquías excesivas.

La segunda ponencia fue a cargo de Salvador Borrós, director general de Institut Químic de Sarrià, que puso el foco en el cambio tecnológico mediante la investigación científica, el desarrollo tecnológico y la innovación industrial. Borrós expuso que “es necesario generar innovación para lograr el cambio tecnológico” y que “innovar es tomar las invenciones y convertirlas en dinero” a través de proyectos competitivos, contratos con industrias, fundaciones, etc. Sin embargo, apuntó que “todos estos elementos no son suficientes para llegar al mercado: necesitamos que la industria coja la tecnología y la desarrolle”.

Por su parte, Marc Gascons, director general de Compoxi, invitó a los presentes a “poner en valor las propiedades de los materiales compuestos” y presentó el proyecto de funcionalización de materiales avanzados para la electromovilidad, el Smart Battery Case, impulado por su empresa junto a Cooling Photonics, Rotimpres, CAT UAV, el Packaging Cluster y el Clúster MAV.

Gascons señaló que se trata de buscar mercados donde los materiales compuestos sean una alternativa a los materiales clásicos, metales o plásticos puros, poniendo especial énfasis en la necesidad de “buscar qué pueden aportar estos materiales para competir”, es decir, “cómo intentar poner en valor sus propiedades” y defensó la innovación colaborativa como vía para lograrlo.

Carme Balcells, responsable de la asesoría técnica y de proyectos del Centro Español de Plásticos (CEP), presentó otro caso de innovación colaborativa como es el proyecto para el control de plástico reciclado y biobasado, TeraMAT, en el que participan, además del CEP, Oimo, Citsalp, Gaiker y el Clúster MAV.

Balcells indicó que “si no se nos acompaña desde la administración, o los clústeres, no somos capaces de entrar en contacto con centros tecnológicos y destinar estos recursos para sobrevivir”.

El proyecto TeraMAT nació de una necesidad muy concreta de la empresa Citsalp, dedicados al reciclaje de materiales procedentes del sector automoción. Este proyecto permitirá recuperar el máximo de materiales posibles a fin de potenciar el porcentaje de materiales reciclados que se puedan incorporar en los nuevos vehículos, algo que prevén que será un importante mercado de futuro.

Finalmente, José Ramón Natal, Clúster Manager de Metaindustry4, el Clúster del Metal de Asturias, reivindicó el papel de los clústeres como agentes catalizadores para la colaboración y la innovación entre organizaciones. Según Natal, “el papel de los clústeres es ayudar a las empresas a continuar creciendo, llegar donde no llegan”. Otro objetivo es “incentivar a las empresas para forjar alianzas, proporcionándoles las ocasiones y los entornos adecuados”, además de “generar confianza para comenzar a cooperar para construir y generar más comunidad, red entre todos los socios”.

En este sentido, apuntó que el primero que deben hacer los clústeres es ayudar a las empresas a definir los puntos de partida mediante un análisis desde la segmentación de la cadena de valor para focalizar los esfuerzos en cada ámbito, así como un análisis de competencias personales para trabajarlas conjuntamente con la administración y un análisis del nivel de adopción tecnológica de las empresas para acompañarlas en el proceso de transformación digital.

Así, apuntó que se trata de “tener la capacidad de influir en las políticas de promoción económica de la industria” hasta el punto que los estudios del clúster sean utilizados por los gobiernos para orientar sus políticas de transformación digital de la industria.

Natal repasó también algunos de los proyectos en los que Metaindustry4 ha estado participando, como uno para el reaprovechamiento de los restos de la producción de la sidra para obtener polímeros aptos para la impresión 3D; o el desarrollo de estructuras metálicas inteligentes mediante la impresión digital.

Durante la mesa redonda, moderara por Irene Garcia Cano, vicedecana de Investigación y Transferencia de la Facultat de Química de la UB y directora del Centro de Proyección Térmica (CPT), puso especial énfasis en la palabra transferencia, manifestando que “la innovación es aquello que hace avanzar una sociedad y un país”.

En el debate participaron todos los ponentes anteriores y se centró en la colaboración, la innovación y la interrelación entre ellas. Así, Borrós, del IQS, defendió que “con colaboración se llega más lejos pero no por eso garantiza la innovación”, mientras que Gascons, de Compoxi, argumentaba que, aunque “sin colaboración puede haber innovación, no es tan eficiente en cuanto a recursos y riesgos”. Natal por su parte concluía que “sin colaboración hay innovación, pero más lenta, más limitada y más costosa”. Y sentenció que “debemos analizar si nos vale la pena innovar sin colaborar, cuando podemos tener una visión mayor y acelerar estos procesos”.

Durante el debate también reflexionaron sobre conceptos como la relación entre innovación y crecimiento, futuro o supervivencia. García Cano aseguró que “el clúster es un instrumento excelente para poner en relación el mundo del conocimiento, el I+d y la aplicación práctica” y que, en este contexto, hay que verlos como “un instrumento que funciona y puede y debe ir a más”.

Por parte de los asistentes, se apuntaron dudas acerca de la gestión de la propiedad intelectual y las patentes, se expusieron los pasos a seguir por parte de empresas ajenas a un clúster a sus asociados y se definió el estado actual de la relación entre administración y centros universitarios, con caso especial para los centros tecnológicos que se encuentran la mayoría de las veces en un camino intermedio.

La jornada Día del MAV incluyó una actividad de Business Speed Dating en el que los asistentes pueden explorar posibles colaboraciones y finalizó con un almuerzo de networking.