K'95 marca el inicio de una nueva era del sector
Moderado optimismo en la feria
Las principales novedades se basaban en la presentación de máquinas más compactas y versátiles y polímeros tradicionales con propiedades específicas.
El ambiente que se respiraba en la K era de optimismo pero con matices. La mayoría de expositores reconocían que lo peor de la crisis ya ha pasado y se emprenden muchos proyectos de inversión. Gran parte de los expositores españoles que acudieron a la feria de Düsseldorf se mostraron satisfechos por el número y nivel de contactos realizados. Más allá de este ambiente optimista propio de una feria, sin embargo, se reconoce que entramos en una nueva era plagada de retos.
Kunststoff + Kautschuk, conocida por todos los del sector simplemente como la K, es y será por mucho tiempo la feria de referencia de los plásticos. Su periodicidad trienal hace que las sucesivas ediciones se enmarquen con suficiente perspectiva, tanto de los problemas pasados como, sobre todo, de los retos futuros.
Aunque la K es una feria plenamente internacional, la presencia de las compañías alemanas domina el recinto. Más del 40 por ciento de las empresas asistentes son alemanas, lo cual es bastante lógico si se tiene en cuenta que el mercado alemán representa el 30 por ciento de todo el mercado europeo y el 10 por ciento del mundial, por detrás sólo en Estados Unidos y Japón, con mucha mayor población. La presencia directa de compañías americanas y japonesas es meramente testimonial, si bien es cierto que muchas de ellas acuden a través de sus representantes europeos.
La importancia del mercado alemán y de los suministradores alemanes explica que la feria de referencia, al menos en los que se refiere a Europa, se sitúe en Alemania. En total, a la K'95 asistieron 2.391 expositores frente a los 2.210 de la K'92. De los 2.391 expositores, un total de 1.069 procedían de la misma Alemania y el resto, 1.322, de otros países. En la K'92, la presencia alemana fue de 1.012 y la extranjera de 1.198, lo cual quiere decir que la K se ha internacionalizado un poco más en la última edición.
A nivel de ocupación, las recientes obras realizadas en le recinto ferial han permitido ampliar la superficie en un 5 por ciento aproximadamente, pasando de 132.562 metros cuadrados ocupados en la K'92 a los 138.217 de la edición acabada de realizar. Las firmas alemanas, pese a ser menos en número, ocuparon más superficie: 72.245 metros cuadrados las alemanas y 65.972 metros cuadrados las extranjeras por lo que se refiere a la K'95. En la anterior edición de 1992, la presencia alemana era aún mayor: 74.489 metros cuadrados ocupaban las empresas alemanas y 58.073 las extranjeras.
Mayor presencia española
La presencia española era significativa en esta edición: estuvieron presentes un total de 43 empresas procedentes de España frente a las 33 que acudieron en 1992. Gran parte de los expositores españoles estaban dispuestos en los dos stands agrupados de Anaip e Imapc, aunque los más importantes iban en solitario.
La superficie total ocupada por las empresas españolas, siempre según los datos proporcionados por los organizadores, fue de 1.801 metros cuadrados frente a los 1.546 metros de la edición anterior. Este nivel de ocupación es reducido si se compara con países europeos como Austria, Suiza, Bélgica, Holanda, Francia o Gran Bretaña, que oscila entre los 4.000 y los 5.000 metros cuadrados, e insignificante si se compara con Italia, que acaparaba 22.000 metros cuadrados, pero más que digno y del mismo orden que Japón.
En realidad, en la K'95 se ha puesto de relieve la mejora sustancial de la oferta española en el sector de plásticos presente en la feria. Aunque las empresas españolas siguen siendo muy pequeñas de tamaño -si se excluye a firmas como Repsol, Comexi o Mateu & Solé, que forman capítulo aparte- su oferta es muy focalizada y competitiva a nivel internacional, lo que las coloca en buena posición actual y futura dentro de su nicho de mercado respectivo.
Buena parte de los expositores españoles, por ejemplo, disponían del correspondiente certificado de calidad 9002, que se considera obligado en muchos mercados y más si se quiere suministrar a sectores como el automóvil, con sus elevadas exigencias.
El número de contactos realizados por los expositores españoles fue en general satisfactorio, según comentaron muchos de sus responsables a esta publicación. El primer día fue bastante flojo, lo que suele ser la tónica general, pero el resto se animó bastante.
Contactos interesantes
Un aspecto muy destacado fue la elevada presencia de visitantes asiáticos, en especial de la India y Sudeste asiático. También fue elevada la presencia de visitantes procedentes de Hispanoamérica. De hecho, no es muy extraña esta presencia asiático e hispanoamericana porque los visitantes de estos países eligen normalmente sólo una feria, la de referencia en Europa.
En cualquier caso, la elevada presencia de asiáticos que se observaba en los pasillos obedece a otro factor clave: el auge del mercado asiático y la localización de grandes plantas de producción y ensamblaje en el área del Pacífico, tanto de capital autóctono como de otros países.
Aparte del elevado número de contactos, lo que destacaron más los expositores españoles fue el interés de los mismos. Visitar una feria no es un paseo especialmente agradable, y más ahora que hay recortes de gastos por todas partes, y el que acude es realmente un profesional con capacidad de compra, que sabe lo que quiere y que va directamente allí donde piensa que lo va a encontrar.
Una encuesta de la patronal Anaip entre los asistentes al stand agrupado que coordinaba revela que el promedio de contactos interesantes realizados en el transcurso de la feria se acerca al centenar, número que es juzgado de satisfactorio. El número de personas interesadas por algún producto de los mostrados es muy superior, diez veces más en muchos casos.
Cambio de coyuntura
La K'95 se ha celebrado en un momento de relativa euforia económica, lo que ha ayudado a dar brillantez al certamen. En la pasada edición de 1992, la coyuntura era de crisis, tanto en lo económico como en lo ecológico. Había una elevada recesión en muchos mercados y la presión de los ecologistas por todos los temas relacionados con el medio ambiente era más fuerte que nunca, sobre todo en Alemania.
"Actualmente, la situación internacional es mucho más favorable en nuestro sector: en todo el mundo se ha producido una recuperación económica, se han analizado los problemas estructurales y ya se está trabajando intensamente para superarlos", manifestó Edgar Schwickert, presidente del comité de expositores de la K'95, unos días antes de inaugurarse la feria.
Respecto a la compatibilidad medioambiental de los plásticos, dijo Schwickert, "el debate se ha vuelto más objetivo, principalmente porque la industria ha demostrado su voluntad de contribuir activamente a solucionar los problemas". De este modo, los productores de materias primas, los fabricantes de maquinaria y de las empresas transformadoras tienen motivos fundados para mirar con optimismo a la K'95, añadió el presidente del comité de expositores de la feria alemana.
Crecimiento del 4% anual
Los estudios de mercado indican que el mercado de plásticos aumentará hasta el 2000 a razón del 4 por ciento anual. Los expertos estiman que en Europa y Norteamérica el crecimiento será del orden del 3 por ciento anual y en el sureste asiático el aumento será del 8 por ciento.
Este desplazamiento del mercado al Sudeste asiático se debe al auge de la producción en la zona por los menores costes laborales. El consumo de plásticos también se prevé que aumente, sobre todo en China y la India. La preocupación por este irreversible desplazamiento es evidente en la industria alemana ya que es la que más tiene que perder.
La industria de plásticos es uno de los principales sectores industriales alemanes, con un valor de la producción del orden de los 100.000 millones de marcos y una exportación de 35.000 millones de marcos. La industria alemana relacionada con el plástico empleaba en 1994 a unas 378.000 personas y la del caucho a otras 67.000.
Después de un movimiento ascendente en 1994, la producción y exportaciones alemanas en plásticos se han debilitado a lo largo de 1995 y la capacidad productiva ya está por debajo del nivel del año pasado. La fortaleza del marco respecto al resto de monedas hace más difícil que Alemania saque partido de la dinámica inversora positiva a nivel mundial.
La industria alemana tiene claro que deberá crear más capacidad de producción en el extranjero, allí donde está el consumo de plásticos, aunque esto suponga la continua destrucción de empleos en Alemania. Y ello por dos razones principales: para abastecer directamente a sus clientes con menores costes de transporte y para mejorar los servicios prestados.
En el sector de los plásticos se da cada vez más importancia a la cooperación con el cliente, ya que los desarrollos se coordinar a todos los niveles desde el principio para evitar fallos posteriores y acortar el período de desarrollo.
Esta nueva estructura del mercado está siendo bien aprovechada, sobre todo en Europa, por las empresas italianas de maquinaria, mucho más competitivas gracias a la baja de la lira respecto al marco. Las empresas españolas también han cobrado nuevo impulso con la favorable paridad de la peseta, junto al otro factor destacado anteriormente de mejora global de la estrategia competitiva de las empresas españolas.
Máquinas compactas
A nivel de maquinaria, en la última edición de la K se ha visto el enorme esfuerzo de las empresas alemanas por ganar competitividad pese a sus mayores costes laborales. Esto se ha hecho a base de automatizar la producción y diseñar máquinas más versátiles y compactas a precio ajustado.
Battenfeld, por ejemplo, después de tener unos pésimos resultados en 1993, logró una mejora espectacular en 1994 y la mantiene en 1995, gracias a disponer de una gama de maquinaria más reducida y versátil. el problema para el líder de maquinaria de plásticos es, como para el resto, que tiene que vender muchas más máquinas para obtener el mismo nivel de rentabilidad.
Las máquinas especiales siempre han sido las generadoras de los beneficios para los fabricantes. Con la venta de máquinas estándar se cubren escasamente los gastos dada la elevada presión sobre los precios que existe en el mercado. El problema es que la proporción de las máquinas especiales que se venden es cada vez mayor sin que se pueda compensar la merma con las máquinas estándar.
Por lo demás, el cliente se encuentra ahora con máquinas tecnológicamente bien resueltas y fiables a precio muy ajustado. En muchos casos, además, son máquinas modulares que se pueden ir ajustado a los aumentos de capacidad productiva.
Servicio completo
"El perfeccionamiento de las tecnologías permite satisfacer la exigencia de rentabilidad de los clientes: menor consumo energético, reducción de los tiempos de preparación y control continuo de la calidad", aclara el responsable del comité de expositores de la K. La automatización se debe aunar con la sencillez de manejo y mantenimiento.
Una tendencia clara reconocida por la mayoría es la búsqueda de soluciones completas integradas. De esta manera, el cliente se encuentra más asistido y el fabricante puede planificar a más largo plazo. El servicio completo, desde el diseño del molde hasta la búsqueda de la financiación, es el futuro, dicen los fabricantes de maquinaria.
La cooperación entre suministrador y cliente en la fase de desarrollo del producto lleva a una ventaja esencial: reducción del tiempo de desarrollo de un nuevo producto. Los especialistas también están de acuerdo que las empresas más competitivas serán las que más rápidamente introducen nuevos productos al mercado. Se piensa que la rapidez será un factor de competitividad más importante que el propio tamaño de la empresa.
Pese a que estos criterios son ampliamente compartidos, no dejan por ello de preocupar, especialmente en una industria como de los plásticos en la que existen muchas grandes empresas. Por eso se palpaba en el ambiente de la K una cierta alegría al ver que vuelve el dinamismo pero también el temor a que sea flor de un día dados los grandes retos futuros.
En este nuevo entorno, son las empresas españolas las que tienen menos que perder, se comentaba entre pasillos. Al partir de una situación muy baja y tener un mercado interno relativamente importante, la mejora de posición de las pequeñas empresas en el nuevo entorno es indudable. "Es un tren que podemos coger sin tantos problemas", se decía esperanzado.
Ciclo completo del producto
Mientras en la K'92 el tema medioambiental era analizado con tintes dramáticos por la presión de las organizaciones ecologistas, el sector ve ahora la cuestión de manera más serena. "La calidad de los productos dependerá cada vez más de la compatibilidad medioambiental", apostilla Schwickert. Hace tres años se tenía en cuenta sólo el aspecto del reciclaje; ahora se contempla todo el ciclo del material, desde su desarrollo hasta la eliminación de los residuos, considerando sobre todo el potencial de rendimiento.
Es decir, los productores ya tienen claro que todos los materiales deben estudiarse globalmente y analizar si responden a la idea de "desarrollo sostenido". "Y se ha puesto de manifiesto claramente que, a la luz de los balances ecológicos, los plásticos proporcionan muchos mejores resultados que los materiales tradicionales como el metal, el vidrio y el papel", añade el presidente del comité de expositores de la K.
