Entrevista a Adolfo Ibáñez, director comercial de Negri Bossi España
La firma italiana Negri Bossi, que tiene su filial en la localidad barcelonesa de La Garriga, participa un año más en el estudio de mercado organizado por Interempresas / Plásticos Universales para conocer los datos de las ventas de inyectoras, robots y periféricos del pasado año. El pasado 21 de noviembre de 2019, el grupo inversor Kingsbury Corp., firmó la venta de la mayoría de las acciones de Negri Bossi S.p.A a Nissei Plastic Industrial Co. El director comercial de la filial nos relata en esta entrevista cómo la recesión esperada para 2020 se adelantó a finales de 2019 pero se muestra optimista y espera una remontada durante la segunda mitad del año que acabamos de comenzar.
A falta de contar con cifras oficiales de 2019, el sector alemán de maquinaria para plásticos y caucho prevé un descenso de la facturación de hasta un 10% ¿cree que el sector del plástico en España está atravesando un mal momento?
Está claro que hay una recesión económica y el sector plástico no es ajeno a ella. A falta de datos precisos, nadie duda que los resultados de ventas del pasado han disminuido a causa de esta relentización general, que en nuestro sector podemos focalizar, sin duda, en una menor producción del sector del automóvil.
Adolfo Ibáñez, director comercial de Negri Bossi España.
¿Cómo afectan las incertidumbres del sector de la automoción a la desaceleración del sector del plástico?
La automoción es la locomotora de nuestro sector. Ha liderado los crecimientos de los últimos años y por tanto, es una de las principales causas de la disminución en las ventas.
¿Otros sectores como el packaging se mantienen, a pesar de los ataques al material?
El del packaging es un sector muy amplio y hoy por hoy insustituible en gran parte de sus aplicaciones. Está claro que debe evolucionar de cara a los nuevos retos de sostenibilidad que se nos presentan y lo está haciendo. Como es habitual, las legislaciones no están claras y las resoluciones que se aplican suelen ser improvisadas y poco realistas, de modo que ello crea incertidumbre, pero la industria ya está aplicando soluciones al respecto.
¿Cree que el sector de la transformación de plástico está viviendo una reconversión?
El mundo está en constante transformación y cada vez de forma más rápida. Esta es la era del plástico y por tanto el plástico debe reconvertirse constantemente pues no puede ser ajeno a los cambios que han llegado y llegarán.
El objetivo es contribuir a un crecimiento sostenible que no hipoteque el futuro del planeta, y la solución pasa por la tecnología no por la prohibición del material plástico sin el cual nuestra forma de vida no sería posible. ¿Alguien se imagina la vida sin móvil, sin automóviles, sin aparatos electrónicos ni electrodomésticos? Es el plástico el principal responsable de la universalización de todo esto.
¿Están las soluciones que ustedes comercializan preparadas para los cambios? Por ejemplo, trabajar con nuevos materiales, soluciones que se conectan entre sí..
Quien no esté preparado para adaptarse a estos cambios, no tiene futuro. Nosotros trabajamos la conectividad desde hace casi 20 años, lo que ahora llamamos el 4.0.
De la mano de los productores y de nuestros clientes hemos experimentado con los nuevos materiales y aplicaciones y nuestras máquinas están adaptadas a ellos. Lo podríamos resumir en los conceptos de biodegradación, reciclado y aplicaciones muy técnicas, sobre todo enfocadas al automóvil.
¿Cómo ha sido 2019 para su empresa y qué expectativas tiene para 2020?
Desde Negri Bossi siempre hemos trabajado con la hipótesis de que el año 2020 será un año de recesión, pero lo que ha ocurrido es que esta se adelantó y se hizo notar ya en el pasado 2019.
Hemos finalizado bien el año pero ya hace tiempo que detectamos una disminución en la actividad del sector que sin duda se nota también en nuestros resultados. Globalmente, hemos compensado unos mercados con otros, pero en el caso de España, percibimos un frenazo en la actividad a causa de importantes deslocalizaciones de los nuevos proyectos y, sobre todo, a causa de la ralentización en el sector auto, como ya hemos apuntado anteriormente.
2019 fue año de K. Como espectador y conocedor del sector, ¿qué tecnologías o soluciones vio en la pasada edición de la K que marcarán tendencia en los próximos años?
En la pasada edición de la K, hemos visto algunas aplicaciones muy interesantes, entre ellas la que presentamos nosotros con el sistema In-Blow, mediante el cual transformábamos envases de inyección soplado en una máquina de inyección convencional.
Como es habitual, los fabricantes de máquinas seguimos avanzando en cuestiones de fiabilidad, bajo consumo y conectividad, pero las grandes novedades y aplicaciones llegan de la colaboración entre fabricantes, moldistas y materiales.
La tendencia es considerar la máquina de inyección como una parte muy importante de un conjunto o isla de trabajo y esto se refleja en las ferias desde hace ya bastantes años.
Tampoco han faltado las aplicaciones enfocadas a la sostenibilidad, donde el reciclado y aplicaciones donde se combinan sistemas para ello, han jugado un papel importante.
¿Qué perspectivas tiene su empresa para el año que acabamos de comenzar?
El 2020 será un año complicado, especialmente el primer semestre, pero somos optimistas y esperamos una remontada durante la segunda mitad del año.
A pesar de esto, estamos participando en nuevos proyectos que sin duda nos ayudarán a cerrar el ejercicio en positivo, también gracias a que esta situación no nos pilla por sorpresa y estamos preparados para ello.
Robots
¿Cuáles han sido las principales mejoras o evoluciones técnicas de los robots y hacia dónde cree que irán las tendencias en robótica en la industria del plástico?
El robot ya es una parte inseparable de la máquina de inyección. En la mayoría de las aplicaciones, salvo algunas excepciones puntuales, nadie concibe una inyectora sin robot, de modo que la evolución de este sector es paralelo al de la maquinaria y se basa en conceptos similares: conectividad, bajo consumo y fiabilidad.
Como ya hemos comentado anteriormente, el concepto de isla de trabajo es ya imprescindible en nuestro sector, de modo que estos han compartido el protagonismo durante los últimos años y se ha hecho patente en todas las ferias del sector.
¿Qué piensa de la robótica colaborativa aplicada a la industria del plástico?
Siguiendo el argumento anterior, el concepto de la isla de trabajo, el robot colaborativo juega un importante papel y ha venido para quedarse.
En muchos casos, el binomio robot convencional, (ya sea cartesiano o antropomórfico), y colaborativo se complementan y son imprescindibles para el éxito de una aplicación, pues independizamos la manipulación de la transformación, para que la primera no penalice a la segunda, pero donde ambas suman, obteniendo un resultado de conjunto más efectivo y por tanto rentable.
Además, el complementar ambos sistemas posibilita realizar manipulaciones muy complejas a un coste razonable.
