Fontecelta lanza una nueva gama de envases PET
En el caso de Fontecelta, Luis Escudero explica cómo "cuando me encargaron el diseño de la nueva gama de envases PET para agua mineral de Fontecelta –añade-, se me hizo entrega también de un briefing con los condicionantes técnicos invariables que tenía que tener en cuenta a la hora de iniciar el proyecto".
Lo primero, y más importante, era que el nuevo diseño de los envases conservara y no alterara en absoluto la línea de envasado y logística de la empresa. Esto condicionó el diseño de los envases, que debían conservar las mismas cotas de altura, diámetro y peso de la gama antigua (1.5 l, 0.5 l y 0.33 l).
Otro requisito técnico importante era la resistencia estructural a la compresión. Para su almacenado, debía soportar ocho alturas más, esto es ocho veces su peso.
Todos quieren ser diferentes
Pero los condicionantes técnicos y formales de Fontecelta complicaban el proceso y limitaban el trabajo creativo para conseguir mi objetivo. Tenía, por lo tanto, que diseñar una botella que funcionara en el mercado como si fuera un diseño revolucionario, pero sin serlo, o al menos parecerlo".
Así surgió la idea: es evidente que el envase tiene que girar sobre su propio eje para ser guiado por la línea de envasado y etiquetado, para lo cual necesita unas mínimas superficies de apoyo y rozamiento arriba, en la cintura y en la base. Y éste fue el origen formal definitivo: la fusión de dos formas, una revolucionaria y otra asimétrica, de forma que una embebiera a la otra. La forma revolucionaria desaparece cuando es necesario en los aspectos funcionales y ergonómicos y en su función como estructura resistente a la compresión.
"La ergonomía -continúa el Jefe de Diseño de Optimum Structure- también se ha tenido muy en cuenta a la hora de diseñar esta nueva gama de envases PET, concretamente en la silueta del envase y en su perfil. La cintura de cada botella se ha ajustado al máximo y situado en el centro de gravedad, para facilitar su manipulación con una sola mano. También he querido resaltar los anillos superiores, para evitar que resbale de la mano".
En cuanto a la etiqueta, se ha desplazado a la base para mejorar la adherencia de la zona de manipulación, a la vez que se consigue un producto agradable al tacto.
La cuestión estética fue el último aspecto a considerar y se tuvo en cuenta para sutilmente darle armonía a todo el conjunto del producto. Desde el principio Luis Escudero tuvo la idea formal de una botella con sus surcos convencionales, fundiéndose como un bloque de hielo, confundiéndose ambas partes. "He trabajado con esta imagen hasta conseguir cumplir todos los requisitos técnicos demandados".