Mecanizado CNC e impresión 3D: ¿aliados o enemigos?
En pocas palabras, el mecanizado CNC es impresión 3D al revés. Mientras que la impresión 3D crea objetos construyendo capas en tres dimensiones, el mecanizado CNC los crea recortando. Es la misma diferencia que existe entre hacer una escultura de arcilla (un proceso aditivo) y tallarla en mármol (un proceso sustractivo).
Está claro que algunos productos son más adecuados para uno solo de estos procesos. Pero hay muchos casos en que la combinación de ambos da excelentes resultados. Un buen ejemplo de ello se produce cuando un objeto impreso en 3D se ‘remata’ con mecanizado CNC para pulir la superficie o añadir orificios, ranuras o roscas.
Aprovechar sus diferentes ventajas
Entonces, ¿cuándo es mejor mantener separados los dos procesos? ¿Qué hace cada uno mejor que el otro? Si usted ha utilizado alguna vez la impresión 3D, sabrá que es especialmente valiosa para diseños muy especializados. La posibilidad de empezar de la nada e ir añadiendo capas permite crear una variedad de resultados prácticamente infinita, limitada únicamente por la capacidad de la impresora. Además, es un proceso flexible, que permite alternar rápidamente entre trabajos. Y el coste unitario de un elemento concreto es siempre el mismo, independientemente de la cantidad. Así pues, la impresión 3D es ideal para producir objetos personalizados, incluso únicos. No es de extrañar que sea cada vez más útil en muchas aplicaciones médicas y dentales, donde se puede utilizar para adaptar los elementos a cada paciente concreto.
Pero esta gran ventaja también puede ser una debilidad: la impresión 3D puede ser antieconómica para la fabricación a gran escala. También tiene limitaciones en el tamaño del resultado. Aunque es un proceso perfecto para elementos pequeños e intrincados, en la actualidad tiene una limitación de tamaño cercana al tamaño de una lavadora (utilizando estereolitografía en algunos materiales).
Aquí es donde el mecanizado CNC le lleva ventaja. Puede producir cantidades considerables de productos elaborados con precisión, de manera eficiente y con una amplia variedad de materiales. Se utiliza especialmente para piezas de equipos y maquinaria comerciales e industriales, especialmente aquellos fabricados con metales de alta densidad. También se puede utilizar para lotes más pequeños de productos, aunque por lo general a un mayor costo unitario.
Unir fuerzas para superar retos de diseño
Así pues, la decisión entre impresión 3D y mecanizado CNC puede depender del volumen de producción y del tamaño de los productos. Pero cuando esos factores no son suficientes por sí mismos para descartar uno de los procesos, ambas tecnologías pueden combinarse para conseguir grandes resultados.
Y existe una necesidad urgente de explorar y desarrollar esta metodología combinada. Como los fabricantes tienen que satisfacer las demandas cada vez más exigentes de los clientes, tienen que desarrollar una tecnología que les permita seguir ese ritmo. Se trata de crear productos y servicios más efectivos, de un modo más rápido y eficiente. Así es como la combinación de impresión 3D y mecanizado CNC puede ofrecer grandes ventajas.
La clave reside en reconocer el valor distintivo de cada tecnología, y aplicarlo a los procesos de diseño y producción del modo más adecuado. A través del ciclo de creación de prototipos, pruebas y fabricación, la impresión 3D y el mecanizado CNC se pueden usar individualmente o combinados en cada una de las fases del proceso. Trabajar con un proveedor que cuenta ambas tecnologías en la misma planta permite alternar fácilmente entre una y otra. ¿El resultado? Sacar el máximo partido a ambos procesos para satisfacer las demandas de los cambiantes mercados actuales.