Entrevista a Eduardo Salsamendi, presidente de la Asociación Española de Centros de Negocios

La Asociación ha de divulgar entre las empresas, profesionales y la sociedad en general, las grandes ventajas de utilizar los servicios de los centros de negocios, como una oferta de calidad de los profesionales en el alojamiento tanto de empresas como de profesionales.
Queremos continuar consolidando el reconocimiento y la visibilidad del sector que representamos, siendo un interlocutor válido y reconocido por todos los agentes y con una regulación acorde a nuestra actividad.

Hemos de apoyar y ser motor de mejora de nuestros centros asociados en el desarrollo de su actividad, ayudándoles a conocer cada vez mejor el ámbito en el que se desenvuelve nuestra labor como empresas de servicios que conforman una oferta diferenciada respecto a cualquier otra fórmula inmobiliaria. Esta meta hemos de alcanzarla a través del asesoramiento, la formación y la información.

Como presidente de la Eurobca– la Asociación Europea de Centros de Negocios- mi meta es crear un entorno de colaboración entre nuestras asociaciones y los más de 2.000 centros repartidos en siete países que conformamos la Confederación, que propicie el intercambio de información, las colaboraciones y alianzas.

La juventud de nuestro sector nos impulsa a estar en continua evolución. En los últimos años estamos dando importantes pasos en la profesionalización y especialización de nuestra actividad.
La actual situación de crisis económica también afecta a nuestra actividad, si bien no de forma tan radical como a otros sectores económicos, más a los precios que a los índices de ocupación. Actualmente damos servicios más a empresas que recortan gastos y desmontan sus estructuras que a empresas en expansión, nuestro cliente habitual.

El primer puesto está ocupado de manera absoluta por el Reino Unido, donde nuestro sector está mucho más desarrollado que en cualquier otro país europeo. Sólo Londres cuenta con más de 400 ‘business centers’. Francia ocupa el segundo lugar y España continúa en el tercer puesto, por delante de países como Italia o Alemania. España continúa siendo el país que experimenta el mayor crecimiento, si bien se ha ralentizado en los últimos meses por la coyuntura económica actual.

Nuestra actividad está principalmente centrada en las grandes ciudades, así que el tamaño de las poblaciones marca generalmente el número de centros de negocios en las mismas. Así pues, Madrid es la comunidad española que cuenta con más centros de negocios, seguida de cerca por Cataluña. Entre las dos principales ciudades, Madrid y Barcelona, suponen más del 50% de los centros de nuestro sector. A mayor distancia se encuentra Andalucía, País Vasco, la Comunidad Valenciana, y las demás.

ACN se fundó en 1993 y usted es socio fundador y presidente de la Confederación Europea de Asociaciones de Centros de Negocio. ¿Significa eso que España es pionera en este segmento de mercado?

El sector de los ‘business centers’ en España es más joven que en los otros países europeos de la Eurobca (Confederación Europea de Asociaciones de Centros de Negocios). Nuestra asociación también es más reciente que las demás. En el año 1993 éramos unos pocos centros de negocios repartidos por España y la asociación era un proyecto que se acometió con mucha ilusión, pero con una realidad muy limitada. Al inicio de la década de 2000 se produjo un fuerte despegue del sector y de la asociación, que se ha mantenido de forma sostenida en estos años. La actividad de la ACN se ha multiplicado en los últimos años y actualmente somos la asociación europea más dinámica y con mayor cantidad de proyectos en marcha. La Confederación dio sus primeros pasos por el impulso de la ACN, que logró ganar la confianza del resto de las asociaciones europeas y que acogieran la iniciativa como propia.

Se tratan de ofertas diferenciadas que ofrecen soluciones distintas a necesidades distintas. Aunque los centros de negocios no resuelven todas las necesidades, lo cierto es que, en muchas ocasiones, la solución más eficiente para una empresa en su creación, consolidación o expansión, es la contratación de los servicios de los centros de negocios, y se recurre a fórmulas tradicionales simplemente por desconocimiento de los ‘business centers’ o de su funcionamiento. Por ello sabemos que, conforme nuestra actividad sea más conocida, continuará creciendo de forma imparable. Sus ventajas son muy importantes y en la situación económica actual sus bondades resultan aún más interesantes, siendo una opción cada vez más valorada y presente en el tejido empresarial. Estados Unidos y países europeos como Reino Unido o Francia son expertos en la materia y tienen un porcentaje elevado de negocios ubicados en ‘business centers’. Actualmente, muchas compañías plantean instalarse en los centros de negocios para optimizar costes e infraestructuras en la realización de la actividad empresarial.

La principal ventaja frente a la alternativa habitual de alquiler o compra de oficina tradicional no es tanto el precio como el importante ahorro de costes que se produce por la flexibilidad y la integración de servicios características de la fórmula de los centros de negocios. El ahorro en costes, tanto en el momento de iniciar la actividad como de forma mensual, se reduce un 82,4% y un 60,4%, respectivamente.

Los Centros de Negocios son ‘empresas de servicios’ y frecuentemente son conocidos como ‘hoteles para empresas’. Con una única gestión, el cliente contrata la combinación de servicios e infraestructura con todo lo preciso para el desarrollo de su negocio: servicio de recepción, espacios gestionados, despachos y salas plenamente equipadas, domicilio de sociedades, gestión de correspondencia, servicios de secretariado, gestión de teléfono, catering, ofimática, etc.

Existen muchas grandes empresas que utilizan los servicios de los centros de negocios. Sus servicios facilitan la apertura de filiales y la movilidad de las empresas, y las grandes empresas valoran las ventajas de flexibilidad, la ausencia de inmovilizados, la posibilidad de abrir oficinas sin endeudamiento... Pueden convertirse en una opción para las compañías con dificultades de financiación para acceder a la compra de una oficina tradicional, pero también para las que, debido a la actual coyuntura económica, deben recortar gastos. El tradicional nicho de usuarios de los centros de negocios se completa actualmente con emprendedores, pymes, multinacionales que buscan una primera ubicación en nuestro país, o empresas que precisan abrir delegaciones en nuevas plazas. No existe otra solución que permita abrir delegaciones plenamente operativas de forma tan rápida, flexible y económica.

La iniciativa Plan 22000 (www.plan22000.com) consiste en la distribución de 22.000 bonos de 450 euros de descuento en la contratación del servicio de oficina virtual entre las pymes, autónomos, profesionales, emprendedores que decidan instalar su empresa en un centro de negocios. Se trata de una fórmula de gran utilidad por su bajo coste y alto rendimiento, y cuyas ventajas adquieren más valor en este periodo de crisis económica. Depende del centro de negocios donde decida canjear el bono descuento, el ahorro para el cliente puede ser de entre un 30 y un 50% en un año.

Oficina virtual, oficina móvil, ¿Estamos hablando de lo mismo?

Sí y no. La oficina virtual habla de un concepto mucho más amplio que la oficina móvil, que es sólo un aspecto de ésta. Aunque parezca una paradoja, la 'oficina virtual' denomina a un servicio que permite disponer de una oficina física y real, atendida por personas profesionales según las instrucciones del cliente. Se puede trabajar en movilidad y centrándose en su actividad, teniendo la tranquilidad de tener una dirección física y un teléfono atendidos profesionalmente, y disponer en esa dirección de los despachos y salas que precise por el tiempo que las precise.

A pesar de llevar más de 25 años en el mercado los centros de negocios o ‘business centers’ conforman un sector muy joven y dinámico. Nuestros servicios están en continua evolución y muy relacionados con las nuevas tecnologías, que nos permite ofrecer a nuestros clientes servicios cada vez más avanzados y personalizados. La situación de crisis generalizada nos obliga a ajustar más que nunca los precios y costes. Por ello, tenemos que seguir trabajando en la excelencia en la prestación de los servicios, ampliar la cartera de servicios y su adaptación a cada cliente, y todo ello manteniendo una política de precios competitivos.