SARS-COV-2 o el virus de las mutaciones
Ian Saito, director general de BB Ambiental
15/02/2021Actualmente la ciencia reconoce 3 mutaciones oficiales del SARS-COV-2:
- Reino Unido: la variante B.1.1.7 tiene 23 mutaciones. Varias de estas mutaciones están en la proteína S, que parece tener púas que el virus usa para adherirse a la superficie de las células humanas.
- Sudáfrica: esta variante (B.1.351) tiene múltiples mutaciones en la proteína S. No hay evidencia de que esta variante cause una enfermedad más grave.
- Brasil: esta variante (P.1) tiene 17 mutaciones, incluyendo 3 en la proteína S. Hay evidencia que sugiere que esta variante es más resistente a los anticuerpos generados por una infección anterior con la COVID-19 o a la vacuna contra la COVID-19. Esta variante quizás sea la que más preocupa a los científicos, ya que Manaos —una ciudad de 2 millones de habitantes en plena Amazonía— el año pasado, un 66% de su población se había infectado y alcanzado niveles altos de anticuerpos y conseguido un nivel de inmunidad tal, que se esperaba que sería la primera ciudad del mundo en alcanzar la ansiada inmunidad de rebaño. Se pensaba que el virus se encontraría con callejones sin salida, pero todas las alarmas se encendieron cuando llegaban a urgencias personas con un 95% de inmunidad ante el virus original de Wuhan y gravemente infectados con la nueva variante surgida en esa ciudad.
Se piensa que la variante de Reino Unido será la dominante en el mundo: actualmente presente en 86 países, es al menos un 50% más contagiosa y varias vacunas reconocen que no son completamente efectivas.
Sharon Peacock, directora del consorcio COVID-19 Genomics UK, afirma que estaremos la próxima década identificando y lidiando con nuevas variantes del SARS-COV-2, y Ugur Sahin, el científico creador de la vacuna de Pfizer, pronostica que el actual SARS-COV-2 nos acompañará los próximos 10 años antes de su erradicación definitiva, no solo porque su vacuna no evita el contagio, también por las múltiples mutaciones a las que nos enfrentaremos cada año.
Desconocer la eficacia de los equipos PCO o NCC, cuestionar su aporte a combatir en forma efectiva la actual pandemia es muy cuestionable moralmente, ya sea por desconocimiento o por simples motivos mercantiles. Las certificaciones están disponibles, los estudios son innegables y cada vez más clientes destacados como Iberia y Repsol ya han elegido esta tecnología comprometiéndose con la seguridad de sus empleados, colaboradores y clientes en sus instalaciones.