Trilogía del Banco Malo (III): La cuadratura del círculo
- El Fondo de Garantía de Depósitos de Entidades de Crédito —FGDEC— tenía al 31-12-2011 un patrimonio neto negativo de -2.025 millones de euros. Ello tras el saneamiento del Banco CAM (6.383 millones) y el deterioro de su participación en el FROB (otros 2.174 millones de euros). El FGDEC ha realizado una derrama entre las entidades que lo componen, tras la cual se quedará prácticamente ‘a cero’ en cuanto a su función. Y sigue respondiendo del esquema de protección de activos de la venta de Caja Castilla-La Mancha.
- El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria —FROB—, tenía a la misma fecha, un patrimonio neto también negativo de -1.861 millones de euros. Ello tras quebrantos de 11.051 millones, sólo una parte que se ha materializado de entre los diversos saneamientos realizados a lo largo de 2010 y 2011 (Catalunya Banc-Caixa Catalunya, Unnim, Caja España, Banco Nova Galicia, Banco Mare Nostrum, Banca Cívica, Banco CAM), a los que se suma en 2012 BFA-Bankia y Banco de Valencia y los esquemas de protección de activos —EPA— en la venta Cajasur, de CAM y de Unnim. El FROB tiene deuda viva emitida por 11.945 millones de euros.
- No nos podemos permitir una pérdida de confianza del gran público, un ‘run on the Banks’. ¿Sabe la señora que tiene su libreta con cinco mil euros ‘en la caja de siempre’ que el fondo que le garantiza su saldo no tiene a su vez saldo?
- El FROB está acudiendo al mercado a financiarse. Necesita que el mercado lo siga haciendo.
Lo crucial va a ser cómo se utiliza ese dinero. El destino previsto: el saneamiento de los balances (bailout) de las entidades con problemas, sin permitir que su quiebra afecte a los depositantes, pequeños o grandes.
Ello se pretende conseguir ‘extrayendo’ de dichos balances, vendiéndoselos al ‘Banco malo’, los activos tóxicos. Si ello se hace por precio superior a la que tengan en sus libros y si los valores en libros de los bancos resultasen inferiores al mercado, habría margen para el saneamiento. Pero como en muchas ocasiones no va a ser así, el ‘Banco Malo’ deberá seguir provisionando y contabilizando pérdidas a cargo del contribuyente, si quiere vender.
Operaciones de capital. Clásico ‘acordeón’ en una sociedad anónima en dificultades. Se reduce el capital a 0 y se amplía capital, lo que dota a la sociedad de nueva solvencia. Como se trata de antiguas cajas, la única aplicación de este saneamiento sería con los accionistas de Bankia, que realizó una OPV y con los tenedores de capital híbrido, las participaciones preferentes —esto último un lío que requeriría mucha más tinta de la que dispongo—. Ambos perderían su dinero.
Quitas a los acreedores por deuda ‘senior’. Leo que la banca española tiene 67.000 millones de euros de deuda emitida, de los que 34.000 millones de euros son deuda de entidades que han recibido ayudas del FROB. No parece lógico que todo el mundo, contribuyentes incluidos, ‘sufra’ y los acreedores por deuda ‘senior’ cobren el total con intereses. Han prestado y cobran intereses en función de un riesgo calculado. Ahora deberían asumir pérdidas. O sea quita. Postura del BCE. Y ya sé que dará problemas.
Pero yo creo que la solución está en sufrir ahora y trabajar en soluciones en lugar de seguir ‘poniendo paños calientes’, en lo que ya llevamos varios años. Hay que desatascar los activos inmobiliarios de la banca, vendiéndolos ‘a lo que nos los compren’, en la confianza de que sea el inicio de una recuperación. Porque los compradores de inmuebles, y antes de ellos los inversores, sin financiación en el corto y medio plazo, en una economía deprimida y con un alto nivel de paro, únicamente van a colaborar en la solución si los precios son agresivamente bajos.
¿La cuadratura del círculo? Parece que no se puede, ¡pero a ver si por lo menos nos aproximamos!
(P.S.: Cuando se habla de ‘inversores’, se suele añadir el adjetivo ‘extranjeros’. En España, y fuera de España pero de españoles, estoy seguro, hay mucho dinero para invertir en el inmobiliario si los precios son buenos. Y mucho de ese dinero procede… ¡precisamente del inmobiliario!)