La carga de trabajo, la fatiga y la insatisfacción
26 de agosto de 2010
El concepto de factores psicosociales es muy complejo, se refiere a condiciones de trabajo, organización del trabajo, contenido y realización de las tareas y su interacción con las características individuales, actitudes, necesidades, etc. Cuando hablamos de factores psicosociales abarcamos conceptos tales como carga de trabajo, fatiga mental, estrés, insatisfacción laboral, etc. Podemos definir la carga de trabajo como el conjunto de requerimientos psicofísicos a los que está sometido el trabajador a lo largo de la jornada laboral. Esto significa que todo trabajo implica una actividad física y una actividad mental que son las que determinan la carga de trabajo.
La carga física del trabajo como el conjunto de requerimientos físicos a los que se ve sometida la persona a lo largo de su jornada laboral. Esos requerimientos físicos suponen la realización de una serie de esfuerzos. Así pues, todo trabajo requiere un consumo de energía por parte del operario proporcional al esfuerzo ejecutado. La carga mental está determinada por la cantidad y el tipo de información que hay que manejar en el puesto de trabajo. Podemos definirla como la cantidad de esfuerzo deliberado que debemos realizar para conseguir un resultado concreto.
• Tipo de tarea que se realiza, de ella depende la cantidad y dificultad y de la información que se recibe.
• Tiempo: la cantidad de tiempo que se tiene para elaborar la respuesta, es decir, el ritmo de trabajo. Si éste viene impuesto por un agente externo a nosotros como puede ser la velocidad de la máquina, el trabajo en cadena, el esfuerzo que hay que elaborar para conseguir la respuesta adecuada es mayor que en el caso de que nos marquemos nosotros el ritmo.
• Otros factores determinantes en la carga mental son los relativos a la organización en la que desarrollamos nuestro trabajo: ruido, iluminación, temperatura, horario, etc.
Cuatro tipos de fatiga
En relación con el concepto de carga de trabajo se encuentra el concepto de fatiga que se da como un desequilibrio entre las exigencias del trabajo y las capacidades individuales. Es la consecuencia de una carga de trabajo excesiva.
Para su estudio podemos distinguir entre fatiga física y fatiga mental o nerviosa y dentro de éstas:
- Fatiga muscular
Podemos definirla como la disminución de la capacidad física del individuo, después de haber realizado un trabajo, durante un período de tiempo determinado. Las consecuencias de la fatiga son una disminución del rendimiento, cansancio, movimientos más torpes e inseguros y sensación de insatisfacción y malestar.
- Fatiga física por posición
Posturas mantenidas demasiado tiempo pueden acarrear deformaciones de la columna vertebral (escoliosis, cifosis, etc.) y producir fatiga física.
- Fatiga física por manejo de cargas
Hay que evaluar no solamente el peso de la carga sino su volumen y su facilidad para cogerla; si tiene un asa se puede coger y mantener mejor que si no la tiene. Tomar una carga voluminosa cuya superficie sea lisa puede generar una postura desfavorable y un esfuerzo estático mayor en el movimiento de la carga. Los pesos que se manipulan deben de ser inferiores a 25 kg. Y con frecuencia de manejo lo más bajo posible. En cualquier caso el peso y el tamaño de la carga serán adecuados a las características individuales. Se deben disponer de equipos apropiados para el levantamiento de cargas pesadas, pero en caso de que tengan que ser levantadas a mano, deberán seguirse las normas establecidas para levantar pesos, para lo cual se formará al personal en el manejo de cargas de forma correcta. Antes de coger una carga, calcular siempre su peso y si es demasiado, pedir ayuda.
- Fatiga mental
La principal consecuencia de la carga mental sobre la persona es la aparición de la fatiga mental cuando la cantidad de esfuerzo que se requiere, excede de la posibilidad de respuesta del individuo. Esta se traduce en una serie de disfunciones físicas y psíquicas, acompañadas de una sensación subjetiva de fatiga y una disminución del rendimiento.
En cuanto a la prevención de la fatiga mental, las acciones que se deben desarrollar facilitaran el tratamiento de la información y organizar el trabajo de forma que permita la recuperación de la fatiga y se centrarán en facilitar el proceso de percepción e interpretación, cuidando la presentación de la información, sobre todo la que se refiere a las señales. Se deberán simplificar en su complejidad y reducir la cantidad. También es importante facilitar la respuesta, diseño de los controles en máquinas y la distribución de los mismos y organizar el trabajo para reducir la aparición de fatiga y que se facilite la recuperación.
• Fatiga aguda: el principal síntoma de este tipo de fatiga es una reducción del rendimiento de la actividad y un aumento de los errores, esto se debe, entre otros factores a la disminución de la atención, la lentitud de pensamiento y una disminución de la motivación.
• Fatiga crónica: sus principales síntomas, no sólo se sienten durante o después del trabajo, sino que pueden ser permanentes, como son la inestabilidad emocional (irritabilidad y ansiedad, estados depresivos), alteraciones del sueño, alteraciones psicosomáticas (mareos, alteraciones cardíacas, problemas digestivos).
• Fatiga puramente intelectual: producida por un trabajo intelectual prolongado, como una memorización de tipo perceptivo.
• Fatiga psíquica: producida por una mezcla de sentimientos más o menos intensos de abandono de sí mismo (no puedo más) y de rechazo (nunca lo conseguiré).
Satisfacción laboral
Como definición más sencilla, podemos decir que entendemos por satisfacción laboral el grado de bienestar que experimenta el trabajador con motivo de su trabajo. Los factores que se refieren a la propia tarea están relacionados con el contenido y lo que significa el trabajo para la persona que lo realiza. Un trabajo con contenido es aquél que permite al trabajador sentir que su trabajo vale para algo, que se engloba en un toda productivo y que le da la posibilidad de desarrollar sus capacidades y conocimientos.
Si el trabajo, de forma transitoria, os exige mucho o poco esfuerzo, podemos adaptarnos a él, pero si esta situación se repite habitualmente, tanto la sobrecarga como la infra carga pueden convertirse en fuente de insatisfacción laboral. En el trabajo, el control puede ejercerse en distintas dimensiones, como son los siguientes: la tarea, la posibilidad de elegir el orden y la tarea; el tiempo de trabajo, determinar el ritmo, la duración y la distribución de las causas; y finalmente, la organización, el poder intervenir en la política de empresa, los objetivos o las normas. Vemos que el control puede darse a distintos niveles, lo importante es que cuanto mayor control, cuanto más implicada esté la persona en la organización, más satisfecha y motivada estará y consecuentemente su rendimiento será óptimo.
La introducción de procesos automatizados puede aumentar el bienestar de los trabajadores cuando éstos pueden supervisar y controlar el funcionamiento de la máquina. Pero si las capacidades y conocimientos de la persona van siendo absorbidos por la máquina, puede darse un empobrecimiento del trabajo y una monotonía y aislamiento. El trabajo ya no consiste en la realización de una tarea, ni en la cooperación con otras personas, sino en una sumisión a la máquina.
Existen dos problemas relacionados con el desempeño de los roles: el conflicto de roles y la ambigüedad de rol. El primero se da cuando las demandas de los distintos papeles que tenemos en cada grupo no son paralelos, sino que entran en contradicción, por ejemplo, un supervisor puede estar dividido entre la lealtad a sus compañeros y la lealtad a los superiores. El segundo, se da cuando la persona desconoce qué se espera de ella en la organización, su papel no está bien definido, es decir, se produce cuando los objetivos y competencias de cada puesto no están definidos.
El apoyo social está determinado por la expresión de afecto positivo, reconocimiento de creencias, estimulación para que las personas expresen libremente sus opiniones y responden a la necesidad de sentir afecto y de sentirse parte de un grupo, es decir, facilitar un entorno que permita a las persona creer que se preocupan de ellos, que son apreciadas y valoradas.
El apoyo social está determinado por la expresión de afecto positivo, reconocimiento de creencias, estimulación para que las personas expresen libremente sus opiniones y responden a la necesidad de sentir afecto y de sentirse parte de un grupo, es decir, facilitar un entorno que permita a las persona creer que se preocupan de ellos, que son apreciadas y valoradas. Su importancia radica en que permite satisfacer las necesidades humanas de compañerismo y afiliación y en que facilita recursos para moderar el impacto de las condiciones de trabajo adversas. Su importancia radica en que permite satisfacer las necesidades humanas de compañerismo y afiliación y en que facilita recursos para moderar el impacto de las condiciones de trabajo adversas.
Un viejo conocido: el estrés
Es la respuesta fisiológica, psicológica y conductual de un individuo que intenta adaptarse y ajustarse a presiones internas y externas. El estrés se produce cuando la velocidad con la que una situación determinada desborda a una persona es mayor que la eficacia con la que se enfrenta a ella. Todo el mundo sufre estrés en multitud de momentos de su vida; no se necesita una personalidad especial o patológica para que esto ocurra. En lo que diferimos unas personas de otras es en el mayor o menor magnitud de exposición a factores de riesgo y en el grado de resistencia a ellos.
Son estresantes la sobre carga de trabajo, la infra carga, la monotonía, el ritmo de trabajo, la inseguridad en el trabajo, el control, las características personales del individuo… entre otras causas. El proceso de prevención y tratamiento del estrés es complejo, y no existe fórmula única capaz de manejar este problema.