Robots al servicio de la madera
Apilado mediante tecnología de vacío
La empresa Voit emplea por primera vez un robot para el apilado de distintos tableros, por ejemplo para escritorios o aparadores; se trata del KR 180 R3200 PA de la serie KR Quantec, con una capacidad de carga de 180 kg y un alcance de 3.200 mm. La empresa había comprado poco antes una nueva chapadora de cantos con la idea de que fuera manejada por una sola persona. Estaba previsto que ésta se ocupara del equipamiento, el manejo y la carga de los tableros de madera en la entrada de la máquina. Del apilado en la salida de la máquina se haría cargo el robot. Así se acordó con la empresa Fischertech de Sasbach am Kaiserstuhl (Alemania), compañía colaboradora de Kuka Roboter GmbH. Dicho y hecho: el KR Quantec PA se ocupa del apilado de los tableros de madera en la parte posterior de la máquina. Los tableros son fresados y encolados en la máquina; a continuación salen de la misma por encima de una mesa de rodillos, de donde un robot los recoge con ayuda de una garra de vacío y los apila. Sin embargo, esto no siempre es tarea fácil. De vez en cuando, hay que colocar piezas de mueble diferentes una junto a la otra. No obstante, esto no supone ningún problema para el robot de Kuka. El programa del robot controla la garra de forma exacta, adaptándola a las dimensiones de las piezas. Así es capaz de apilar las piezas en base a configuraciones de apilado predefinidas.
Cuando una pila está llena, es sacada de la célula del robot de forma automática sobre un transportador a rodillos. Si van a realizarse más chapados de cantos, el robot vuelve al principio de la máquina. El sistema de seguridad integrado reconoce de forma autónoma si una pila sale de la máquina o si una persona desea acceder a la célula de robot. En este último caso, el robot se detendría de inmediato. En Voit, el empleado encargado del manejo del robot ha recibido la debida formación en materia de robótica, pero sus responsabilidades no incluyen la programación del robot. “Para cada uno de nuestros clientes se configura un programa específico que incluye tan sólo determinados parámetros como longitud, anchura y espesor. El cliente no tiene más que definir la pieza más pequeña y la más grande a mecanizar; en el caso de Voit, se trata de la pieza de mueble más pequeña y la más grande a apilar. El operario sólo tiene que saber cómo modificar estos parámetros, más conocimientos no son necesarios”, explica Roland Fischer, propietario de la empresa Fischertech.
La ventaja es que se dispone de una interfaz de datos con la chapadora de cantos, de forma que sólo es necesario introducir uno o dos valores nuevos. El dispositivo de manejo es también una solución personalizada. El Kuka SmartPad en forma de Touchpad ofrece una interfaz de usuario adaptada por Kuka para Fischertech y dispone de una pantalla de manejo para introducir las variables de producto necesarias y visualizar los distintos parámetros de la completa instalación. “Con tan sólo un clic se puede acceder a cualquier sitio, una superficie gráfica integrada sencilla y completa”, continúa Fischer.
Velocidad y precisión
Antes de que la empresa Voit se decidiera por el KR Quantec PA, surgió la pregunta: ¿robot o solución de pórtico? La última opción hubiera sido más económica, sin embargo menos flexible y precisa que el KR Quantec PA. La precisión de apilado hubiera sido, por ejemplo, de un par de centímetros. Además, el sistema de pórtico tiene un radio de acción limitado y su campo de aplicación no es tan versátil como el de un robot, tiene menor rendimiento, consume más energía y sufre un desgaste más rápido. Las ventajas del KR Quantec PA son, por tanto, obvias: elevada velocidad y precisión, tiempos de ciclo breves y un alcance de 3.200 mm. Además, la estructura de eje hueco con abertura de 60 mm es otra característica destacada de la serie. Ésta permite tender los paquetes de tubos y cables en el interior para que estén protegidos. De este modo se reduce el contorno perturbador, se simplifica la programación offline y se prolonga la vida útil del paquete de tubos y cables. Estas muchas ventajas facilitaron la decisión de la empresa Voit. “Con ayuda del robot logramos apilar 2.400 piezas por turno, antes se apilaba un 40% menos”, explica Stefan Voit. “Además ahorramos energía, pues el robot alcanza el mismo número de piezas en menos tiempo que la máquina que teníamos antes”, continúa explicando Voit.
El empresario creía que el cambio iba a ser más difícil. “Nuestras expectativas han sido superadas con creces. La integración del robot en el proceso de producción se realizó muy rápidamente; tres días después pudimos seguir con la producción. El robot trabaja sin fallos desde hace tres meses y hemos podido aumentar la calidad y el rendimiento”. Tanta satisfacción nos da alas para idear nuevos robots. Por ejemplo, para colocar las piezas en la entrada de la chapadora de cantos.