Una industria cementera en transformación cerraría 2021 cercana a niveles previos a la pandemia
La agrupación de fabricantes de cemento de España ha convocado una vez más a los medios de comunicación para presentar el balance de los resultados y previsiones del sector para 2021.
Su recién nombrado presidente, José Manuel Cascajero, acompañado por el director general, Aniceto Zaragoza, han analizado la situación actual de la industria cementera en España y han expuesto las perspectivas del sector para los próximos años.
Cascajero ha hablado de empirismo debido a la recuperación de los niveles previos a la pandemia, situación que “nos ponen encaminados para el futuro”, un futuro que ha descrito como esperanzador.
En cuanto a los datos de consumo de cemento en España, durante los primeros ocho meses del año ha crecido un 13%, hasta alcanzar las 9.581.951 toneladas, 1.152.774 t más que en el mismo período de 2020, según los últimos datos publicados en la Estadística del Cemento.
Si se comparan estas cifras con el mismo período de 2019, aún se registra un diferencial negativo del 2%, aunque los indicadores económicos manejados por Oficemen apuntan a que al cierre del año casi se habrán recuperado los niveles prepandemia.
“Aunque estamos lejos de los niveles históricos de consumo de cemento en España, es significativo y esperanzador como nos estamos recuperando de la pandemia”, ha afirmado el presidente de Oficemen quien afirmaba que “la industria cementara está en un proceso de transformación, somos una industria esencial y la pandemia lo ha evidenciado”.
Por otro lado, la evolución de la tasa interanual en los últimos tres meses, unida a otros indicadores económicos como la obra pública o la edificación residencial, apuntan a un resultado para el conjunto de 2021 más optimista que el vaticinado en el mes de enero, cuando el sector cementero preveía un ‘crecimiento cero’. En el escenario actual, desde Oficemen se estima que el año se cierre con un crecimiento respecto a 2020 en el entorno del 9%, lo que permitiría alcanzar un consumo de 14,6 millones de toneladas, un volumen cercano a los 14,72 millones registrados en 2019, último ejercicio no afectado por las restricciones de la pandemia.
Perspectivas del sector a medio/largo plazo
Las previsiones para 2021 estarían alineadas con las actuales cifras de crecimiento acumulado en el año móvil (sep20-ago21), con una tasa positiva del 8,4%, que eleva el total de cemento consumido en nuestro país en los últimos 12 meses a 14,5 Mt. Asimismo, la tasa de crecimiento acumulado interanual, uno de los indicadores más fiables para evaluar la evolución en el medio plazo, salió de números rojos en abril y ha mantenido el crecimiento desde entonces (ver gráfica en la siguiente página).
En cuanto a la vivienda, en 2022 se estima que se liciten en torno a las 107.500 viviendas, un 6,5% más que en 2021. Por su parte, en lo que respecta a la obra civil, desde la Agrupación esperan que se empiece a notar la inversión en infraestructuras correspondiente a los recursos procedentes de Europa, sobre todo en activos relacionados con el agua y el medioambiente.
Sobre el consumo de cemento per cápita, aún por debajo de los niveles de países europeos, Cascajero ha dicho confiar en la consolidación durante los próximos meses: “Confiamos en que este impulso de los últimos meses nos lleve a ir consolidando poco a poco una nueva etapa y acercarnos a países de nuestro entorno, como Portugal o Alemania, donde el consumo de cemento per cápita sigue siendo mayor”.
En 2022 el consumo de cemento crecerá entre una horquilla del 3 al 5%, por lo que podría tratarse del mejor registro de la serie en la última década. Esta es la previsión que hacen desde Oficemen partiendo de la situación actual en la que nos encontramos y según los indicadores económicos. Por un lado, la obra pública vuelve a ser el principal destino del consumo de cemento, con una licitación al alza, especialmente en infraestructuras relacionadas con el agua y el medioambiente, que se elevan un 190%, frente al 70% de incremento de media. Y para 2022, la industria cementera espera que esta última partida se incremente aún más, ya que empezará a apreciarse la incidencia en las inversiones de los fondos procedentes de Europa.
La mejora de los activos relacionados con los recursos hídricos como las áreas de saneamiento, depuración, reutilización y seguridad de infraestructuras; la restauración de los ecosistemas fluviales, la recuperación de acuíferos o la mitigación del riesgo de inundaciones, están incluidos dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia anunciado por el Gobierno de España. En este sentido, Cascajero ha afirmado que para “mantener nuestra competitividad como país exige acometer inversiones en infraestructuras más sostenibles que aporten dinamismo económico, valor añadido y cohesión territorial, en las que el cemento y el hormigón son claves”.
En 2022 el consumo de cemento crecerá entre una horquilla del 3 al 5%, podría tratarse del mejor registro de la serie en la última década
Competitividad y exportaciones
La situación energética actual de la Unión Europea ha aumentado el objetivo climático de reducir las emisiones para 2030 en un 40% a un 55% en comparación con los niveles de 1990. Según el presidente de la Agrupación, “la finalidad de elevar el objetivo climático del 40% al 55% es alcanzar la neutralidad climática en 2050”.
Además, ha señalado que existe la necesidad de un cambio estructural del diseño del mercado eléctrico: “¿Cómo afecta la escalada de precios a la industria del cemento? El impacto es significativo ya que el coste eléctrico supone 42% de los costes variables de producción, es la partida con mayor impacto”. A esto se une, además, el coste de los derechos de emisión de CO2, cuyo precio se ha duplicado en el último año, hasta alcanzar los 61,37 €/t actuales.
Las exportaciones, al cierre de los últimos ocho meses del año superan los 5 Mt, con un crecimiento acumulado del 25,4%. No obstante, la evolución negativa en julio y agosto ha ralentizado el ritmo de crecimiento, con una caída del 10,6% el pasado mes. “España ha sido tradicionalmente uno de los principales exportadores de cemento del mundo, pero, en el actual contexto de pérdida de competitividad, motivado sobre todo por la escalada de los precios eléctricos y de emisiones, mantener el actual ritmo paulatino de crecimiento exige cada vez un esfuerzo mayor de nuestra industria”, ha explicado Cascajero.
“Necesitamos un cambio estructural en el diseño del mercado eléctrico. Sistemas de compensación impositiva y exenciones como los aplicados en Francia o Alemania, son una alternativa viable para frenar esta situación que sufre la industria española”, indica Cascajero, que añade que “la pérdida de competitividad de nuestro sector se agrava también por el crecimiento experimentado por las exportaciones desde países no sujetos a los compromisos de reducción de emisiones. En ese sentido, la implantación de un sistema de ajuste en frontera es ya imprescindible”.
Desde 2018, Turquía ha duplicado el volumen de sus exportaciones, la mayoría con destino a países del arco mediterráneo, mientras que Argelia exportó en 2020 3,6 millones de toneladas de cemento, frente a las 400.000 de 2018.
Un problema que ha señalado Cascajero ha sido el que existe en lo que tiene que ver con los compromisos de reducción de emisiones: “Los países que no están sujetos a compromisos de reducción de emisiones, como China, en detrimento de las de los países de la UE, lo que genera es la pérdida de competitividad”.
Desafíos para el sector
Neutralidad climática, economía circular, innovación, digitalización y nuevas tecnologías son los algunos de los principales retos en el horizonte del sector cementero en la actualidad. “Tenemos hitos a 2030 y a 2050, no cabe duda que para ello debemos tener inversiones relevantes, así como proyectos y una industria renovada”, ha afirmado José Manuel.
En este sentido, el sector cementero presentó a finales de 2020 su Hoja de ruta para alcanzar la neutralidad climática en 2050, un documento que ya está dando sus primeros frutos en forma de proyectos innovadores en fase de ejecución.
Sobre el reto de la circularidad, Cascajero ha señalado que el porcentaje de sustitución de combustibles fósiles por residuos se sitúa ya en un 36% y gracias a la recuperación material y energética de residuos se evita cada año que más de 2 millones de toneladas de residuos acaben en vertederos: “Aún queda mucho camino por recorrer para alcanzar a nuestros vecinos del norte, como Austria, Suecia o Alemania, donde se premian y fomentan este tipo de modelos circulares”.
En esta línea ha concluido que “debemos hacer una revisión para seguir fomentando residuos de otras industrias que supongan recursos para otras, por lo que asegura que “tenemos que ser más ambiciosos”.