Dossier 2020 con la oferta comercial de rotoempacadoras

Para facilitar el análisis se han agrupado los datos de trigo, cebada, triticale, avena y centeno en un único grupo, ya que sólo se dispone de datos de precios de paja de cereales; y para los cultivos forrajeros se han utilizado los datos de alfalfa y de praderas polifitas. El análisis de otros cultivos forrajeros está asociado al análisis de mercado por zonas geográficas concretas, y queda fuera del ámbito de aplicación de este breve análisis del mercado.

El mercado de empacadoras convencionales se concentra en Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y Castilla y León, pero su volumen en comparación con el de los otros dos grupos de máquinas es bajo y tampoco se va a considerar. Mencionar simplemente que en abril de 2020 se ha reducido su mercado anual hasta las 38 unidades, lo que supone un descenso del 51% que ha sido progresivo en los últimos doce meses, de forma que la crisis del COVID-19 prácticamente no ha tenido efecto.

A grandes rasgos se puede decir que el mercado de empacadoras en el largo plazo muestra variaciones anuales alrededor de una tendencia levemente positiva que se ha visto alterada entre 2018 y 2019 por el cambio legislativo que afectó a la homologación de máquinas remolcadas, el cual provocó una acumulación de registros de máquinas en diciembre de 2018, y se extendió durante los primeros meses de 2019 debido a los fines de serie concedidos a estas máquinas.

Es interesante resaltar que durante la crisis del COVID-19 que estamos viviendo, la empacadoras son las máquinas cuyo mercado no sólo no se ha desplomado —como ha ocurrido con otros tipos de máquinas—, sino que su crecimiento actual muestra una evolución mejor que la de 2019. Aunque en los cuatro primeros meses el volumen total es un 12% inferior al de 2019, las lluvias de esta primavera han traído alegría a la campaña de estas máquinas.

En el resto del análisis nos vamos a centrar en la evolución en el periodo comprendido entre 2016 y 2019, ya que se dispone de cifras de los factores condicionantes del mercado.

Aunque este tipo de máquinas se utilizan también para el empacado de forraje triturado en verde, su principal uso se orienta al empacado de paja de cereal, y así sus principales mercados son Castilla y León (30%), Castilla-La Mancha (25%), Andalucía (12%) y Aragón (11%).

La maquinaria de forraje tiene un alto componente estacional por lo que se analiza mejor su mercado con los datos mensuales de los meses de abril a julio –se podría ampliar el periodo, pero en este análisis se toman esos cuatro meses para las comparativas–. Utilizando estos datos y los de producción de paja de cereales se observa:

• Correlación entre el volumen total de empacadoras y la producción de paja en el mismo año. El mercado total de empacadoras cayó un 11,2% en 2017 respecto a 2016, cuando la producción de paja se había reducido cerca de 4 millones de toneladas; para subir un 4% en 2018 cuando la producción de paja había vuelto a los niveles de 2016. La sequía de 2019 trajo un desplome de la cosecha de cereales de invierno, y aunque no se dispone aún de cifras de la producción de paja en 2019, como la de grano fue un poco superior a la de 2017, se estima que la de paja también será superior que la de 2017 aunque no pasará de los 7 millones de toneladas.

• Y se observa correlación entre los ingresos de la paja de cereal y el mercado de maquinaria nueva en el mismo año. La diferencia que existe entre 2017 y 2019, ya que el mercado de máquinas nuevas es inferior en 2019 cuando los factores externos eran más positivos que en 2017 (mejor precio y mayor producción) se explica con el crecimiento del mercado de máquinas usadas de importación, que ha pasado de 8 unidades en 2017 a 22 en 2019.

  La estimación del mercado en 2020 vuelve a ser positiva e incluso mejor en 2016 y 2018, ya que la cosecha de cereales puede llegar a ser mayor, los precios están estables y más altos que en 2018, y la crisis del COVID-19 parece que no está influyendo en la campaña.

Estas máquinas, utilizadas principalmente para el empacado de forraje en verde, tienen sus principales mercados en Galicia (26%), Cataluña (15%), Asturias (13%) y Castilla y León (11%). Aunque en un primer momento se podría pensar que su mercado está relacionado con los ingresos de producción animal (leche, carne), el crecimiento continuo de la producción de leche y el comportamiento positivo –con altibajos– del precio, al observar que el mercado de rotoempacadoras no se evoluciona de la misma forma, es preciso buscar otros factores que estén relacionados. No es difícil encontrar que la producción de alfalfa y praderas polifitas está correlacionada con el mercado de máquinas, aunque en este breve estudio no se considera la alfalfa porque no se dispone de cifras que diferencien el volumen destinado a deshidratadoras, cuya recolección se realiza con máquinas diferentes. También se puede utilizar la producción de veza para forraje, que, aunque su producción es inferior, su evolución es similar.

En el caso de las rotoempacadoras, aparte de los picos de cada campaña, se observa un pico a finales de 2018, tanto para máquinas usadas como nuevas, debido al cambio del marco legislativo de homologación.

Comparando el periodo de abril a julio, se observa una caída cercana al 30% en 2019 debido a la sequía, pero esta situación no se produjo en 2017 a pesar de la caída de producción debido al aumento de los precios. De hecho, el volumen de máquinas usadas en 2017 cayó un 3%, mientras el mercado de rotoempacadoras nuevas no registró variación respecto al año anterior. Esta situación corrobora la relación entre el mercado de equipos nuevos con los ingresos de la producción vegetal mientras el mercado total se relaciona con el volumen de producción.

El mercado de máquinas usadas se ha mantenido estos últimos años por encima del de nuevas, y su comportamiento es paralelo sin que se observen cambios visibles de sustitución entre ambos mercados, hasta la llegada de la crisis sanitaria, por la cual se ha hundido el mercado de equipos usados mientras el de equipos nuevos ha experimentado un crecimiento importante gracias a las previsiones de producción de forraje en 2020.

Se estima que el año agrícola va a ser bueno e incluso mejor que en 2016 y 2018, y el mercado de empacadoras, condicionado por las variables económicas y de producción del mismo año —no como en tractores, donde se relaciona con la media de los tres últimos años de ingresos— se ha saltado la crisis del COVID-19 y crece a buen ritmo augurando una campaña incluso mejor que la anterior.

LA OFERTA DE ROTOEMPACADORAS (elaborada por la Redacción de Tierras)

Hace tres años que AG-Group asumió la distribución en España de la marca italiana Mascar, fabricante especializado en productos para forraje y siembra, entre ellos una completa gama de rotoempacadoras y encintadoras. Aspectos clave de estos equipos son el sistema de atado que optimiza tiempos y calidad de trabajo, el alimentador rotativo y el monitor intuitivo y ergonómico para el control y la gestión de las operaciones.

Göweil es un fabricante austriaco fundado en 1988 que desde su sede en Kirchschlag (Alta Austria). Con experiencia previa en prensado y encintado, fue en 2014 cuando presentó oficialmente la primera rotoempacadora, el modelo G-1 F125, que dispone de pick-up pendular, rascadores de plástico, pisadores de rodillos dobles y ruedas direccionables estables, entre otras prestaciones. Año tras año ha ido ampliando la oferta hasta ganarse un espacio propio en el mercado. Al mercado español llegan de la mano del importador aragonés Aro Agrarian Technology.

Desde esta campaña, las Rollant 340 y 350 han dejado paso a la Rollant 520, que mantiene las características principales de los modelos anteriores, entre ellas mejoras en el perfeccionamiento del sistema de atado, la optimización del concepto de accionamiento y los rodillos reforzados. En encintado cuenta con el reconocido concepto Uniwrap, que envuelve la paca con dos prelaminadoras de 750 mm con seis estrechas capas de cinta plástica y un solapamiento del 52%.

La marca del Grupo AGCO, muy 'joven' en este segmento de mercado, comercializa modelos fabricados en Wolfenbüttel (Alemania), con modelos de cámara fja y variable, unos con equipamiento sencillo y sin cuchillas, que presenta pocas necesidades de potencia, hasta otros modelos dirigidos a profesionales.

Fabricadas en Plock (Polonia), donde también se fabrican otras máquinas de recolección, como cosechadoras y cabezales, así como componentes igualmente relacionados con la recolección, las rotoempacadoras 'amarillas' incorporan innovaciones, como el sistema Intellibale en el que la rotoempacadora gestiona varias funciones del tractor de manera automática: inicia el atado, abre la compuerta e inicia el avance de nuevo.