Alemania potencia el consumo de carbón con 13 nuevas térmicas, 6 de ellas en servicio
El país germano, al contrario que España, apuesta por la generación eléctrica con el mineral para reducir su dependencia tras renunciar a la energía nuclear. Salvo milagro, en los próximos años, el sector minero español echará el cierre, principalmente las explotaciones subterráneas como las existentes en las Cuencas, perteneciente a la hullera pública Hunosa.
A la falta de una política estatal clara de apoyo a la extracción de la única fuente de energía fósil autóctona existente en el país se le suman los intereses de las grandes compañías eléctricas, poco favorables a invertir decenas de millones de euros en modernizar sus centrales térmicas de carbón, cada vez más viejas, obsoletas y contaminantes.
Un panorama bien distinto al existente en una de las potencias europeas, Alemania, donde las grandes empresas energéticas tenían previsto poner en funcionamiento nada menos que 13 instalaciones de este tipo, 6 ya en funcionamiento y 7 aún pendientes de entrar en servicio. Además, se apuesta por la modernización de buena parte de las ya existentes, con proyectos como el de Schwarze Pumpe, donde desde 2008 funciona un proyecto de captura y almacenamiento de CO2.
Únicamente entre 2012 y 2013 en Alemania se pusieron en funcionamiento cinco grandes centrales térmicas, algunas de ellas ampliaciones de grupos de producción de energía ya existentes previamente.
La primera en ponerse en marcha fue la macrocentral de Grevenbroich-Neurath, cerca de la ciudad de Colonia, una instalación con una potencia de 2.200 megavatios (MW), el doble que la central nuclear más potente de España, la valenciana de Cofrentes (1.110 MW). Su construcción supuso una inversión de 2.600 millones de euros. El anuncio realizado por el Gobierno germano, de que abandonará la energía nuclear, ha disparado el número de proyectos de este tipo por todo el país.Fuente: La Nueva España