Ferg estrena nueva infraestructura en su 40 aniversario
Nacimiento de Ferg
Las siglas Ferg corresponden a las letras de las iniciales de los socios Fernández y Grau y a las iniciales de los valores que la empresa ha querido ofrecer desde su inicio: fiabilidad, economía, regularidad, y garantía, mientras que las tres anillas engarzadas representan la unión de los tres socios fundadores. Una marca que cuarenta años después mantiene su fuerza identificativa.
Tras unos primeros años marcados por las necesidades de producción, a finales de los años sesenta Ferg comienza a consolidarse empresarialmente. Los primeros beneficios se reinvirtieron en nuevas instalaciones, nueva maquinaria y ampliación del personal. De los 50 metros cuadrados pasaron a 300 en 1968, y a 700 metros cuadrados en 1978 gracias a la adquisición de nuevas plantas industriales.
La principal fábrica se instala en Gurb, municipio colindante con Vic. Paralelamente al incremento de metros cuadrados, y al aumento del parque de máquinas la plantilla también aumentó. Y es que, de los tres trabajadores que eran en un primer momento, pasaron a ser 29 en 1968 y 96 en 1978.
A finales de la década de los setenta, Ferg ya es una empresa consolidada con un alto grado de especialización y competitividad. Posee una amplia red nacional y exporta sus productos a los mercados internacionales.
La década de los ochenta constituye un período de expansión de la empresa, en la que se experimenta un aumento de pedidos de clientes de diferentes mercados: automoción, aeronáutica, naval, electrónica, construcciones mecánicas, ... Es este el momento en que la empresa apuesta por la expansión de la red comercial por toda la península, con distribuidores estratégicamente situados para garantizar el suministro. Al mismo tiempo, Ferg consigue introducir sus productos en mercados extranjeros exigentes en calidad y tecnología como son: Alemania, Suecia, Francia, Suiza, Italia, Holanda, Bélgica, Dinamarca, Reino Unido. Y también en otros mercados: Sudamérica, Sudáfrica, Israel, Siria, Marruecos,Hong- Kong y Singapur.
Desde 1973 y tras diversos estudios del Departamento de I+D, la empresa desarrolló su propia normativa de control de recepción de acero, como garantía inicial de sus productos.
A principios de la década de los ochenta, cuando el tratamiento térmico todavía se realizaba en hornos de sales, Ferg también incorporó un avanzado equipamiento tecnológico. En otras fases de fabricación como el mecanizado, el rectificado cilíndrico, el rectificado de ranuras y el rectificado de rosca, Ferg ha sido pionera en la incorporación al proceso productivo de las máquinas automáticas más modernas. Asimismo, en mantenimiento y filtraje de aceite, ha desarrollado procesos tecnológicos propios, siendo la primera industria del sector que incorporó en 1981 al proceso de fabricación, una central de filtrado del aceite de refrigeración.
Reto competitividad
A partir de 1993 el consumo cayó en picado y el mercado laboral inició un fuerte proceso de precarización. Toda esta situación afectó a todos los sectores de la actividad económica y como solución, las empresas se vieron obligadas a redimensionar sus estructuras, adecuar las plantillas a la nueva situación , renovarse tecnológicamente y hacerse más flexibles y competitivas. Fue este el momento en que muchas empresas cesaron su actividad y desaparecieron.
No fue el caso de Ferg, quien afrontó la crisis gracias a la ventajosa situación que aportaba la solvencia económica, tecnológica e industrial, conseguida durante su andadura profesional.
La compañía asumió los reajustes y reforzó su potencial tecnológico para afrontar con garantías de éxito el reto del 2000: su competitividad.
Internacionalización
Ferg hoy
Ferg y su entorno: Osona y Vic
La metalurgia con subsectores tan diversos como la electrónica, los electrodomésticos, la maquinaria hidráulica y la herramienta industrial, es el segundo sector en ocupación y cuenta con importantes empresas, como es el caso de Ferg.
Por su parte Vic, motor económico de la comarca de Osona, concentra casi un 20 por ciento del total de las empresas instaladas en esta comarca, pertenecientes al sector industrial. Las más importantes son las industrias transformadoras y mecánicas del ramo metalúrgico, seguidas por las de alimentación y las de curtidos.
El proceso industrial
Las fases y labores que se precisan para la transformación del acero en machos y cojinetes listos para comercializar son: la materia prima, la mecanización, el tratamiento térmico, el rectificado y el marcaje. En cada una de las operaciones se realiza un control sistemático de la calidad, durante el proceso de fabricación, aplicando todas las investigaciones y desarrollos realizados en Ferg.
La materia prima
Mecanización
Tratamiento térmico
Es una de las fases de producción de mayor trascendencia, ya que proporcionará al metal cualidades físicas imprescindibles para su rendimiento. Hace una década aproximadamente el tratamiento térmico se realizaba sometiendo el acero rápido a elevadas temperaturas en hornos de sales, una operación extremadamente delicada que requiere de un profundo conocimiento del material y de la clase de esfuerzo mecánico que se exigirá a la herramienta.
En la actualidad, la tecnología basada en hornos de vacío ha sustituido a los hornos de sales, con grandes adelantos respecto a la precisión, regularidad y eficiencia de todo el proceso. Ferg también es pionera en la incorporación de esta moderna tecnología en sus plantas. El tratamiento térmico tiene como objetivo disolver parte de los carburos que el acero rápido contiene. Ellos proporcionan unas cualidades únicas en cuanto a tenacidad, resistencia al desgaste y resistencia en caliente, perfectamente adaptadas a la función específica que desarrollará la herramienta, garantizando así un rendimiento óptimo.
El rectificado
La precisión del rectificado de la rosca y el destalonado de la entrada de los machos Ferg está plenamente garantizada. El control y la precisión que requieren todas estas operaciones mecánicas vienen avalados por la experiencia de su personal y equipamiento tecnológico utilizado.
Cabe destacar que, en la fase del rectificado de la rosca, Ferg verifica el cien por cien de su producción. Los cojinetes, por su parte, siguen un proceso de fabricación paralelo, si bien no llega a los niveles de automatización de los machos. Una combinación de artesanía, “Know- how” y tecnología es la base de su fabricación.
La oficina técnica y el control de calidad en proceso
La oficina técnica es el departamento encargado de velar por el estricto cumplimiento de los requisitos operativos.
Durante el proceso se verifican los fabricados, que responden a la normativa de calidad Ferg, para lo que cuenta con un sofisticado equipamiento de metrología, desarrollado, en parte con tecnología de su propia marca.
Por otra parte, los estudios y controles, entre ellos el realizado mediante el microscopio metalográfico, tienen una doble función: en primer lugar comprobar la adecuada aplicación y control de las operaciones de tratamiento térmico; posteriormente , garantizar que la calidad alcanzada tras el proceso no sufra ninguna alteración o deterioro durante el rectificado.