Empresas emprendedoras y gestión lingüística
29 de noviembre de 2011
La gestión lingüística es un elemento que puede ayudar a fortalecer el proyecto, ya que muestra que el emprendedor ha analizado en profundidad varias características clave del proyecto, incluida la realidad lingüística de los implicados en él.
En primer lugar, se deben analizar desde la perspectiva lingüística el producto/servicio (incluidos las opciones de desarrollo futuras), el mercado, los clientes y la competencia. Se deben analizar cuáles son las medidas relacionadas con la gestión lingüística que pueden ayudar a superar la oferta de la competencia, por ejemplo, introduciendo el componente lingüístico al desarrollo de un producto ya existente. En algún caso, puede darse que la propia idea para crear el producto provenga de los idiomas, de la necesidad generada por una realidad sociolingüística concreta.
En segundo lugar, pueden analizarse los elementos ligados a la imagen, comunicación, marketing y fidelización de los clientes. El nombre, las marcas, la sede, su situación y estructura, los soportes promocionales y comunicativos. En tercer lugar están los procesos de producción, criterios de calidad, proveedores y recursos para realizar el trabajo.
Finalmente y, como consecuencia de los análisis anteriores, se pueden concretar las necesidades lingüísticas que tendrá el equipo, incluido cómo se gestionará el liderazgo lingüístico en la organización. Esa reflexión, tendrá que hacerse, por supuesto, según el mercado, los proveedores y el territorio donde hayamos decidido afincar la empresa y teniendo en cuenta la responsabilidad social de ésta. Resulta clave que seamos capaces de superar las expectativas de los implicados. Además, y honestamente deberíamos utilizar fuera los mismos criterios que deseamos para nosotros.
La gestión lingüística ayuda a las nuevas empresas
Las investigaciones han demostrado que las empresas que no reflexionan sobre estos temas pierden opciones de negocio. Por tanto, lo más conveniente es reflexionar y tomar decisiones al tiempo que se prepara el plan de negocio, ya que ése es el modo más barato, eficiente y lógico. Además, aquí disponemos de herramientas que pueden facilitárnoslo. Podemos tomar de uno en uno los epígrafes de los certificados para una gestión lingüística de calidad existentes y necesitaremos poco tiempo para concretar unos criterios básicos.
Así pues, las nuevas empresas pueden gestionar mejor los idiomas, porque pueden hacerlo desde su creación, y la propia gestión lingüística puede ayudarles en su desarrollo como empresa. Además, los emprendedores generan trabajo y riqueza para su territorio. Por ello, nos parece interesante que los centros de formación de emprendedores, las asociaciones empresariales, las administraciones públicas y demás fuentes de financiación tengan en cuenta esos criterios lingüísticos a la hora de implantar sus políticas, programas y líneas de financiación.
6º edición de las Jornadas 30+10
Estos fueron algunos de los temas que se trataron en la 6º edición de las jornadas 30+10, que se desarrollaron el 17 de noviembre en el IMH de Elgoibar. Participaron representantes de entidades como: la viceconsejería de Política Lingüística del Gobierno Vasco, Euskara e Innovación de la Diputación Foral de Gipuzkoa, Confebask, Anbotogroup, Instituto Chino de Gipuzkoa, un experto catalán de un ‘Thin thank’ sobre responsabilidad global y las principales consultoras lingüísticas. Además de las ponencias, hubo dos mesas redondas sobre el emprendizaje y el liderazgo. Y para finalizar la jornada, se organizó un ‘kekako’ (‘getting-contact’) para reforzar la red entre los participantes.