CBNK avanza sus perspectivas macroeconómicas para 2025
CBNK, la banca para los colectivos esenciales, presenta su visión sobre las ‘Perspectivas macroeconómicas 2025’, elaborado desde el área de Gestión de Activos. La gestora ofrece la visión de la coyuntura económica, análisis de mercado y asignación de activos a considerar por los inversores, donde destaca un escenario económico con un crecimiento global en fase de recuperación que se apoya fundamentalmente en la fortaleza del consumo y aunque si bien es cierto que el grado de incertidumbre sigue siendo elevado, parece que nos encontramos en un contexto donde el mix de riesgos mantiene un tono más neutro.
Según las perspectivas macroeconómicas de CBNK, para este 2025 la contracción global queda atrás, mejorando el crecimiento especialmente en Europa, y se prevé un avance hacia una fase de recuperación sustentada en el consumo. Atendiendo a la asignación de activos, la banca para los colectivos esenciales apuesta por la bajada de tipos en la zona euro lo que afecta tanto en los activos de renta fija como en los de renta variable. Esto implica alargar duraciones y ser muy selectivos en la asignación sectorial. No obstante, los riesgos geopolíticos y las tensiones comerciales podrían aumentar la volatilidad.
Esther Marín, directora de CBNK Gestión de Activos y Sostenibilidad, destaca la mejora de expectativas y la salida de la estanflación: “La tan temida contracción del crecimiento económico queda atrás, especialmente en Europa y avanzamos hacia una fase de recuperación, reduciéndose la descorrelación entre las economías core y periféricas. Se espera que la Zona euro acelere su crecimiento en 2025 hasta el 1,2-1,5% siendo el consumo de las familias el principal dinamizador. La desinflación avanza y la inflación general podría situarse en torno al 2,0%. Factores como el incremento de la renta disponible y la relajación de la política monetaria respaldan esta recuperación, aunque persisten dudas sobre el sector manufacturero y los efectos de políticas arancelarias más agresivas desde EE. UU.”, subraya.
En los EE. UU. se espera cierta desaceleración en el PIB desde el 2,4% hasta el 1,9% pero dentro de una tasa de crecimiento normalizada a largo plazo. La política monetaria procíclica se une a la política fiscal expansionista y a medidas de desregulación de mercado, funcionando como un revulsivo para su crecimiento económico. La inflación sigue siendo su preocupación central, especialmente en áreas como la vivienda y los salarios, lo que podría influir en las decisiones de la Reserva Federal sobre los tipos de interés.
Por otra parte, China enfrenta un panorama incierto con un crecimiento esperado del PIB de entre el 4 y 4,5% para 2025, pero muy condicionado por las tarifas arancelarias de EE. UU. y por la ralentización progresiva de la demanda interna. Las medidas tomadas por el gobierno para favorecer la circularización del crédito y la inversión se espera que tengan un impacto limitado.
Aun apostando por la recuperación no podemos olvidarnos de que persisten riesgos considerables:
- Repuntes inflacionarios consecuencia de la guerra arancelaria. Afectaría al consumo de las familias y la inversión, lo que presionaría a la baja el crecimiento
- Frenazo en los recortes de tipos por parte de los Bancos Centrales ante un repunte de la inflación. En el caso de EE. UU. se llega a hablar de posibles subidas.
- Costes laborales al alza con tasas de desempleo en mínimos.
- Perturbaciones en las cadenas de suministro derivadas de los conflictos armados, que se sumarían a unos precios al alza.
- Expansión geográfica de los distintos conflictos armados, amenaza que pesa básicamente sobre la economía europea.
- Crisis en China que reduzca su crecimiento por debajo del 4,5%.
Los bancos centrales de Europa y EE. UU. adoptan estrategias divergentes en respuesta a sus respectivos contextos. En el corto plazo la Reserva Federal mantiene la política de recortes en tipos, pero la persistencia de la inflación puede generar incertidumbre en el medio plazo. En Europa, el Banco Central Europeo mantiene una postura activa para reducir los tipos y fomentar la inversión, pero enfrenta riesgos por las tensiones comerciales y el entorno político.
Según Esther Marín “En Europa, el BCE tendrá más urgencia en reducir las tasas de interés amenazada por el impacto arancelario de Trump. Las expectativas actuales del mercado estiman cuatro recortes adicionales de tipos, llevando el tipo del depósito hasta 2,0%. La incertidumbre política y macroeconómica en la que se vería inmersa esta economía en 2T25, pueden obligar al BCE a seguir relajando gradualmente su política monetaria, hasta niveles por debajo del tipo neutral”.
En el mercado de renta fija se ha asistido a un proceso de normalización de la curva, sobre todo en la Zona euro. Esta pendiente positiva nos hace alargar la duración de las carteras hasta los 3,5-4 años, con posiciones diversificadas entre deuda y corporate que se centra en los activos de mayor calidad crediticia ante lo ajustado de las valoraciones. Los flujos siguen dando un importante soporte a la demanda de activos de renta fija para este año 2025.
En renta variable, se observan valoraciones elevadas con un crecimiento en beneficios dispar tanto por áreas geográficas como sectorialmente. El Eurostoxx 50 cotiza a un PER prácticamente en línea con la media histórica de los últimos 17Y, frente al S&P con un PER por encima de 25 muy superior a su histórico.
Las estimaciones de beneficios se sitúan en el doble dígito para ambos mercados en el año 2025, estimaciones que creemos que sufrirán cierta revisión a la baja a medida que vaya avanzando el año, ajustándose así a los datos de PIB. En la zona euro apostamos por sectores que se benefician de la bajada de tipos como farma, utilties, infraestructuras y real state. En Estados Unidos las políticas proteccionistas de Trump pueden tener un mayor impacto sobre las empresas centradas en el mercado local.
En conclusión, CBNK prevé un 2025 marcado por una recuperación económica moderada, respaldada por el consumo, pero vulnerable a incertidumbres geopolíticas y tensiones inflacionarias. La flexibilidad en las políticas fiscales y monetarias será crucial para mantener el impulso económico en este entorno desafiante.
CBNK es uno de los principales grupos financieros españoles de banca especializada. En 2014 Banco Caminos adquiere Bancofar; cuando ambas entidades contaban con una larga experiencia al servicio de colectivos de profesionales. Banco Caminos, con origen en 1977, ha estado vinculado desde su nacimiento a los ingenieros de caminos, canales y puertos (ICCP) así como a otras actividades profesionales y sectores cercanos a estos, mientras que Bancofar nace en 1964 y desde entonces ha estado siempre cerca de los profesionales de la farmacia. En 2018 nace Grupo Caminos.
En 2023, se consolida la fusión por absorción de Bancofar en Banco Caminos, las dos entidades bancarias del Grupo que pasa a denominarse CBNK. La nueva marca se crea para extender la propuesta de valor a otros colectivos con foco en profesionales especializados en su área de conocimiento (ingeniería y salud) con un alto impacto para la sociedad.