Entrevista a Fernando Gastaldo, presidente de Afmec y Valmetal y director general de Factor Ingeniería y Decoletaje
A finales de 2024 Adecat, la Associació de Decolletadors i Mecanitzadors de Catalunya, organizó la 13ª edición del Congreso del Decoletaje y la Mecanización, Decomeeting, con la participación de un buen número de empresarios, para poner sobre la mesa de debate los principales retos a los que se enfrenta este segmento del mecanizado. Entre ellos estaba Fernando Gastaldo quien, además de director general de la empresa Factor Ingeniería y Decoletaje, es también presidente de Valmetal — Agrupación Empresarial para la Innovación en los procesos productivos de Metal y Afines de la Comunidad Valenciana— y de Afmec —Asociación española del mecanizado y la transformación metalmecánica, y parte de AFM—. Unas credenciales que le dan una visión sobradamente amplia para analizar con detalle las preocupaciones y complejidades del mundo del mecanizado en general y del decoletaje en particular.
Para situarnos, desde el punto de vista de decoletador, pero también como presidente de Afmec, ¿cómo está la situación del decoletaje en España en cuanto a número de empresas, de nivel tecnológico, y cuáles son sus principales preocupaciones? ¿El tema de la falta de personal cualificado es tan grave como parece?
Sí, eso es una gran debilidad. Pero desgraciadamente no solo en nuestro sector, es más extenso y muy transversal, pero en particular en el nuestro lo es.
Sobre la situación del mecanizado en general… en mi opinión el sector viene de unos años buenos, exceptuando la pandemia, con un buen recorrido. Se esperaba un año 2024 con la misma tendencia, pero en los informes elaborados por Afmec, ya vimos que, si bien el primer trimestre tenía cierta inercia e iba en positivo con respecto al 23, en el segundo trimestre ya se empezó a notar la desaceleración, e incluso ya estábamos a niveles de 2023. En el tercer trimestre empezamos a detectar por parte de los asociados resultados alrededor de un 5% por debajo del 23 así que, el cierre del 24, a falta del informe final, estimamos que será, en el mismo sentido, igual un par de puntos por debajo que el ejercicio 2023. Y es que, aunque los asociados tienen carga de trabajo, no estamos al mismo nivel que en 2023. Por sectores, evidentemente el de la automoción está bastante castigado, con toda la incertidumbre que hay con el coche eléctrico, y muchos de los constructores que hay en España están centrados más en el coche de combustión, pero los volúmenes han bajado, y el sector de la automoción... para el sector del decoletaje, y para el mecanizado en general, es una parte importante de su cuenta de resultados.
Además de la automoción, ¿qué otros sectores serían los principales clientes del decoletaje?
Otros sectores importantes para el decoletaje son la hidráulica, la valvulería, racorería... También componentes de electrónica, medical e implantología, de construcción de maquinaria para grandes líneas, o fabricantes de electrodomésticos, donde también hay consumidores importantes.
Recientemente el Gobierno anunció un proyecto para impulsar la fabricación de chips en España. ¿Esto ayudaría a potenciar en cierto modo el decoletaje o a los mecanizadores en general?
Hasta donde yo sé, me temo que tendría poca incidencia en el decoletaje, quizá ligeramente en aquellas empresas que realicen microdecoletaje…pero en estos momentos no hay muchas iniciativas para potenciar el tema de la fabricación de semiconductores en España. Se trata de una industria muy compleja que requiere mucha inversión, conocimiento, experiencia y ‘know how’, pero sí que hay que valorar en positivo que desde las administraciones se empiecen a plantear el tema y esperar que la iniciativa tenga un impacto beneficioso en la industria de decoletaje, aunque, en mi opinión, será menor.
Concretamente en su empresa, Factor, ¿a qué sectores se dirigen más?
Lo cierto es que estamos bastante diversificados. No trabajamos en un sector solo, lo que, por un lado, es positivo porque nos afectan menos las crisis sectoriales, pero, por otro lado, tiene la desventaja que no somos expertos en algo muy concreto, sino que estamos especializados en el mecanizado de precisión en general.
Dicho esto, trabajamos mucho con automoción, también en el campo de la hidráulica y la electrónica, además de los fabricantes de componentes de maquinaria. Y el sector automoción también es un sector cliente de Factor, para los que producimos piezas pequeñas y series entre 10, 15 y 20.000 piezas.
Y en cuanto a la implementación tecnológica de las empresas de decoletaje y de mecanizado español, ¿en qué posición estarían actualmente?
Nos queda mucho recorrido y las empresas debemos hacer un esfuerzo para ir modernizando el sector. A nivel tecnológico, deben tenerse en cuenta las nuevas tendencias de robotización, automatización, inteligencia artificial, de realidad virtual, realidad aumentada, todas esas tecnologías que van a impactar en la industria en general y en el mecanizado en particular. Y aunque es verdad que tradicionalmente nuestra industria no se ha subido a todas esas olas, ya hay empresas que lo está haciendo y yo creo que eso es un referente para el resto. Así que hay oportunidades de mejorar los procesos, robustecerlos, porque es lo que nos está pidiendo el cliente, mejorarlos, con lo cual ganamos competitividad. Sí que existen oportunidades que las empresas debemos aprovechar. Pero el grado de implantación, no está muy maduro todavía, queda mucho recorrido por hacer, lo cual también es una oportunidad para hacer cosas.
¿Pero no llevamos ya mucho tiempo con esta necesidad?
Cierto, por eso es importante remarcar que el que no haya empezado ya llega tarde, lo cual no significa que esté “fuera de concurso” pero sí debemos hacer un esfuerzo por incorporarlas a nuestros procesos productivos si no queremos perder el tren de la productividad. Y tenemos muchos ejemplos de empresas que ya están en proyectos donde todas estas tecnologías se están aplicando y con un éxito importante, sin embargo, ocurre que cuando estamos hablando de empresas de talleres de mecanizado o decoletadores, hablamos de pymes y micropymes … y el tamaño importa muchísimo para competir en el mercado internacional. Es un mal endémico que afecta no solo en nuestro sector, sino a la gran mayoría de empresas industriales en España: nos falta tamaño para competir en distintos mercados y para tener acceso a ciertas tecnologías es importante haberse dotado de unos recursos que, si eres pequeño, cuesta mucho más.
Aunque, por otro lado, una empresa pequeña también es más ágil a la hora de aplicar o introducir nuevas tecnologías. Así que es una combinación de todo, de capacidad y de mentalidad.
Precisamente en las empresas decoletadoras, donde se cumple el dicho “del tiempo es oro”, la automatización o la robótica puede ser un factor diferencial…
Desde luego, les puede aportar muchas ventajas y el sector tiene una oportunidad para mejorar mucho su productividad y tanto desde Afmec como Adecat se insiste en ello continuamente. Es una de nuestra misión como asociaciones empresariales difundir estas tecnologías entre todos los asociados, para que vean las oportunidades que se pueden generar. También se realizan seminarios, invitamos a expertos en las asambleas de socios o a empresas que consideramos casos de éxito que ya están usando esta tecnología para que compartan los beneficios o el impacto positivo que puede tener en la productividad de las empresas. Las asociaciones tenemos el deber de proporcionar el conocimiento necesario sobre todas aquellas tecnologías que están a disposición y que los asociados no conocen, o no lo suficiente, además de promocionar la participación en ferias, que son un elemento clave donde se muestran novedades de ese tipo de tecnología. Las empresas, además, independientemente de su tamaño, deben tener es esa inquietud y esa curiosidad por saber que hay fuera y cómo va a impactar eso en su negocio.
¿Depende también de la generación que esté al mando?
Puede ser, desde luego las nuevas generaciones son nativas de estas tecnologías, pero conozco a gente mayor con ese espíritu de curiosidad, pendientes de las últimas tecnologías o cómo implementar mejoras en la empresa. La edad seguro que a veces te condiciona, pero no es factor determinante.
Abordemos un tema recurrente que ya ha apuntado antes: la formación
Lo cierto es que es un reto complejo, pero eso no significa que no tengamos las claves para resolverlo. Precisa de un abordaje múltiple: tenemos muy diagnosticada la situación e identificadas las palancas que pueden hacer cambiar el escenario actual. Lo cual, insisto, no es fácil, porque implica a muchas partes. Implica que una parte de la población tenga interés por nuestro sector y eso también compromete a que las empresas hagamos nuestro sector atractivo. Si queremos que las personas se interesen en trabajar con nosotros, tenemos que primero decirles lo que hacemos y, luego, decírselo de forma que sea atractiva. Y después, cuando estén aquí trabajando ya con nosotros, cuando ya los hayamos conseguido atraer, entonces hay que ver cómo los desarrollamos en la empresa y cómo hacer para que se quieran quedar con nosotros. Porque más que retener, yo hablaría de fidelizar. Yo siempre pongo el ejemplo de la hostelería y de la cocina, mira que es un trabajo sacrificado… pues lograron hacer muy atractivo el sector y empezó a generarse interés entre los jóvenes.
En el sector del mecanizado deberíamos hacer un esfuerzo parecido. De hecho, en Valencia, y me consta en otras comunidades también, nos estamos acercando mucho a las escuelas de formación profesional e incluso a las escuelas de secundaria, cuando deben decidir qué quieren estudiar, mostrándoles que, dentro de su campo de opciones, también existe el mecanizado. Tenemos que adaptar nuestro discurso a su modelo de comunicación y utilizando las redes sociales que es la forma que utilizan las generaciones más jóvenes para informarse.
¿Y cómo se hace eso? ¿Visitan a escuelas, reciben la visita de los alumnos…?
Sí, enseñándoles lo que estamos haciendo, proyectos en los que trabajamos con inteligencia artificial, proyectos en que estamos trabajando con realidad virtual, proyectos donde se integran temas de ‘cloud computing’. O sea, áreas que a ellos les pueden interesar pero que no relacionan con la industria, incluso con la industria del mecanizado, y en cambio sí estamos haciendo cosas. Pero tenemos que ser capaces de mostrarlo. Esta sería la parte de estudiantes, familias y empresas, pero luego hay otra pata, que es la administración.
Y ¿cómo valora su implicación?
La administración tiene que dotar de recursos a los centros de formación para que, primero, hacerlos atractivos y luego prepararlos, porque hay centros de formación profesional que no tiene los recursos más adecuados y que no tienen que ver con la realidad que hay en la empresa.
También es importante entender que hay una corresponsabilidad de todas las partes y tenemos que trabajar todos en conjunto. Pero insisto, al final, la dificultad la tenemos las empresas y las empresas somos los que tenemos que sacar el tema adelante. Ya sabemos cómo está la situación, hemos detectado la problemática, pues abordemos las soluciones. Si no lo asumimos, no saldremos del bucle y cada una de las empresas tiene que hacer un esfuerzo por formar a los empleados y poner el foco en el largo plazo, y aunque entiendo que cuesta parar para mandar a parte del equipo a una formación… hay que hacerlo, es aquello de “afilar el hacha”. Si en la agenda no tienes la innovación, si en la agenda no tienes la robotización, si en la agenda no tienes la formación y la llenas de urgencias, a la larga lo pagas caro. Lo que no está en tu agenda, no existe.
Pero volvemos al tamaño de empresa ¿no? Algunas aseguran que no pueden destinar un operario a enseñar, de hecho dicen “perder días”
Ahí está la trampa, cuando dices perder… Lo cierto es que es una expresión que tenemos interiorizada, pero es un error, porque en realidad es una inversión. Inviertes tiempo para que esa persona que está recibiendo formación al final, te prepare una máquina y lo haga bien. Y eso ya es para toda la vida. A menudo nos asalta la duda de formar a alguien y que luego abandone la empresa, sin embargo, el escenario de que se quede si no lo formas es incluso peor, va a ser para toda la vida y no tendrás relevo.
Así que la formación es hacer también el ejercicio de parar en un momento dado e invertir tiempo. Y del mismo modo, con otras acciones. ¿Qué hay un congreso, por ejemplo, de Adecat, en el que hablarán de robotización? Pues si no vas, no sabrás qué está ocurriendo en tu sector y en tu entorno, pero igual tu competencia sí va. Eso también hay que tenerlo en cuenta.
¿Y cómo están ahora mismo las ayudas administrativas para, precisamente, potenciar la formación y la puesta al día de los mecanizadores y decoletadores?
Existen, aunque desgraciadamente no muchas ni con las partidas presupuestarias suficiente, además es necesario saber buscar. Es verdad que hay muchas ayudas que son autonómicas, pero existen también las ayudas europeas, tanto a nivel de inversión en activos como relativas a proyectos de I+D e innovación. Debo puntualizar que cuando hablamos de innovación no tenemos que pensar solo en la I+D o en proyectos con periodos de maduración a muy largo plazo. Existen proyectos que tienen un impacto a más corto plazo y en los que las empresas pueden participar y sacarles mucho partido. Por poner un ejemplo, en Factor estamos inmersos en proyectos tanto regionales como nacionales e incluso europeos, y existe la posibilidad de hacerlo bien de forma individual como en consorcio, algo muy positivo para las pequeñas y medianas empresas. Estamos hablando de proyectos muy interesantes que trabajan en temas de inteligencia artificial, de robótica, de fotónica, siendo una oportunidad para las empresas que no tienen experiencia en estos proyectos y que les permiten, de la mano de consorcios, irse introduciendo en estos temas.
Así que sí, hay oportunidades, pero, una vez más...hay que dedicarle tiempo y recursos para buscarlas. Y en ese sentido nos pueden ayudar mucho también los institutos tecnológicos o las asociaciones empresariales (Afmec, Valmetal o Adecat son claros ejemplos) porque están continuamente difundiendo qué tipo de proyectos hay, dando acceso a las empresas. Por ejemplo, en Valencia existe, dentro de la Federación de Empresarios del Metal, Valmetal, una asociación de empresas innovadoras que está continuamente difundiendo las oportunidades existentes en Europa, en España y en la Comunidad. Y hay ayudas de digitalización, hay ayudas a la exportación o de fomento de la competitividad...
Hablaba de tiempo y recursos, que quizá es algo que escasea en algunos talleres, tan metidos en su día a día…que tanto papeleo los marea.
Seguro, pero repito que si no salimos de la cáscara y apoyarnos en la labor que nos ofrecen las asociaciones profesionales....Y sí, el tamaño supone un freno, pero casi todas las empresas han empezado siendo pequeñas y lo importante no es cómo empiezas sino cómo terminas y si quieres terminar grande debes tener la mentalidad de ir a más. En Factor, por hablar de nuestra experiencia, nuestro tamaño actual no es el que teníamos hace 10 años. Pero es que durante estos 10 años hemos estado trabajando para crecer y conocer qué hay fuera de nuestro entorno más cercano. Y eso requiere un esfuerzo, levantar la cabeza del día a día y mirar un poco hacia adelante. Y lo hicimos con la certeza de que fuera de nuestra zona de confort había oportunidades que nos podían beneficiar.
¿Cómo ha sido esta evolución?
La empresa nació en 1982, cuando mi padre se juntó con cinco socios y poco a poco fue creciendo, con esta mentalidad que comentaba de no quedarnos estancados, de evolucionar.
Y lo cierto es que en los últimos 10 es cuando, de alguna forma, todo ese trabajo ha ido teniendo fruto y ha ido creciendo más, pero, aun así, comparados con otros, estamos a años luz. Por eso digo que siempre hay que mirar qué están haciendo los demás, qué podemos hacer nosotros dada nuestra dimensión, porque algo más seguro que puedo hacer...este es uno de nuestros valores, tener una “serena ambición”.
Ahora mismo somos 95 personas, algo por encima de la media de lo que se considera una pyme, pero hace 8 años éramos 30 y, quién sabe, si en 10 años seremos 200 o volveremos a ser menos. Porque las empresas son cíclicas, pero si seguimos la tendencia de salir y conocer, como hemos hecho hasta ahora, seguiremos creciendo, buscando incorporar personas al equipo, nuevos clientes, nuevos proyectos y renovándonos y modernizándonos. Y ese esfuerzo al final tiene su resultado.
¿Y qué papel juega el mercado exterior?
Es muy importante. Actualmente Factor exporta un 30%, que consideramos que es poco, porque nos gustaría dar la vuelta a la cifra y que este 30% fuera del mercado nacional, pero claro, eso no pasa del día a la mañana. Hay que tener una red de agentes fuera, propia o de alguna forma compartida, hay que conocer bien los mercados, hay que hacer un esfuerzo de asistir a ferias, todo un plan de internacionalización que no pasa del día a la mañana, pero desde luego, si no lo empiezas, no lo vas a conseguir. Y permíteme insistir, las asociaciones profesionales nos pueden ayudar a internacionalizar nuestro proyecto empresarial.
También hablaba de lo bueno y lo malo de especializarse ¿Cuál sería la mejor fórmula para empresas mecanizadoras y decoletadoras?
Lo cierto es que cuando hablamos de productos poco diferenciados, cuando das servicio a muchos sectores como es nuestro caso, el valor lo añades en la relación con el cliente, en la calidad del servicio y del producto y en la fiabilidad de las entregas. Ahí es donde te puedes diferenciar. Porque al final, para producir, por ejemplo, un eje, existe un plano proporcionado por el cliente y lo tienes que hacer exactamente igual. Si no lo haces igual, el cliente no va a querer. Yo quiero este eje o... con estas características…¿En cuánto tiempo me lo haces o cuán fiable eres? Es lo que te pide el cliente. Y luego la calidad de la entrega. Estos son los imprescindibles, la condición necesaria pero no suficiente. A partir de ahí entra en juego la relación con el cliente.
Y es que tenemos claro que el precio, no lo marcamos nosotros, lo marca el mercado, y más en nuestro sector, y competir en precio hoy en día ya casi no es una opción para las empresas españolas, si hablamos de igualdad de condiciones que, a mi juicio, no existen. Así que hay que posicionarse en las otras variables del proceso de compra porque si queremos competir en precio con China, por poner un ejemplo, que es capaz de producir más barato, lo tenemos complicado. Debemos diferenciarnos en calidad, en servicio y en la relacióncon el cliente.
Frente a los retos con los que lidiarán las empresas mecanizadoras en 2025, Gastaldo concluye que “hay que evolucionar con el mercado. Salir fuera y ver qué hay”. Y destaca quizá uno de sus valores, tener una “serena ambición”.
Su capacidad mejora cada día…
Cada vez lo hacen mejor. Por eso nosotros tenemos que empezar a poder competir en otras áreas, en otras variables, donde ellos ahora no son tan competitivos. Pero si es que al final llega un momento en que todos son igual de buenos que nosotros, el cliente, que es inteligente, va a elegir comprarles a ellos, evidentemente. Nosotros como consumidores y como compradores hacemos exactamente lo mismo.
Por ejemplo, ¿ofreciendo un servicio de ingeniería?
Es una opción. En nuestro caso, el departamento de ingeniería tiene dos clientes. Uno interno, dedicado a la mejora de nuestros procesos, a la planificación, al CAM, al CAD…. Y otro externo, que trabaja pensando en mejorar el producto del cliente cuando este no tiene el diseño al 100% definido, bien porque están en fase de desarrollo, o bien cuando el cliente quiere mejorar su proceso para que el producto, con otras características, otras tolerancias, otros materiales, otras geometrías, pueda tener las mismas funcionalidades y pueda optimizar el precio.
Y este servicio, hoy por hoy, requiere proximidad y afinidad cultural, otra ventaja. Grande o pequeña pero no deja de ser una ventaja, ya que genera confianza en el cliente. Hay que pensar que en el sector del decoletaje el precio es un factor fundamental pero la confianza en la fiabilidad del servicio debe poder valorarse también. Me refiero a ¿qué impacto puede tener que te paren una línea de fabricación por un defecto de calidad? ¿Qué impacto puede tener que te paren una línea porque las piezas no llegan a tiempo? Eso también es coste. Es verdad que la pieza, por ejemplo, vale un euro, pero a lo mejor por ahorrarte un 10% tienes una parada de línea de tres días. ¿Cuánto vale eso en empresas grandes? Bueno, pues eso también muchas veces es lo que tenemos que poner en valor.
Para ir acabando, ¿cómo son las previsiones para 2025 desde Afmec y Valmetal?
Creemos que la tendencia será similar al 2024. Si no pasa nada, que lo empeore o que lo mejore…. Porque lo cierto es que cada día nos desayunamos con nuevos eventos, crece el número de ellos y el impacto, el famoso entorno VUCA o BANI…. Pero entendemos que las tendencias son que el primer semestre del 25 tengamos un poco las mismas inercias, una experiencia similar al 24, y la previsión es que el segundo semestre ya se note una ligera mejoría para finalizar el año sin grandes diferencias con el anterior.
Por ello vemos mucha prudencia en las tomas de decisiones de las empresas… poniéndose en el peor escenario, siempre hay tiempo de crecer. No obstante, la información que manejamos de nuestros asociados nos muestra generación de empleo e inversión en maquinaria, las empresas seguimos invirtiendo.
Si la automoción es uno de los principales sectores cliente del decoletaje ¿Hasta qué punto incide en estas previsiones la incertidumbre sobre el modelo de vehículo que se acabará imponiendo?
Pues mucho porque, aunque se sigan fabricando vehículos, un modelo eléctrico no tiene la misma cantidad de piezas que un modelo de combustión. Sí, es un coche, pero sus componentes son muy diferentes y hay muchas empresas que trabajaban para hacer componentes de motores y esos motores ya no van a existir. Si miramos un esquema de las piezas que componen un coche eléctrico y uno de combustión, hay una diferencia enorme y eso no es bueno para los decoletadores que se dedican al sector automoción. Pero también podemos ser optimistas y pensar en que nuevos mercados van a sustituir a otros más maduros y que oportunidades siempre van a haber. Por poner un ejemplo, se habla mucho de todos los puestos de trabajo que va a destruir la inteligencia artificial, pero históricamente, y si nada lo cambia, las innovaciones lo que han traído siempre es más trabajo, pero distinto, más cualificado. Así que, de nuevo, no podemos quedarnos estancados en lo que hacíamos hace 10, 20 ó 30 años. Hay que evolucionar con el mercado. Explorar fuera y ver qué hay.