Rentabilidad en la fabricación aditiva metálica

Hay diferentes maneras de aumentar la rentabilidad: con un mayor control de los costes, al incrementar el margen de beneficio o mejorando la eficiencia en la línea de producción. En este último aspecto, las soluciones tecnológicas juegan un papel determinante para optimizar los procesos de fabricación. Aprovechar mejor los recursos, tanto de capital como humanos, y minimizar el margen de error, incidirá directamente en la rentabilidad del proyecto.

Que la ruede de la bicicleta no deje de girar no es lo mismo que lo haga siempre igual. La calidad también tiene mucho que ver con la estabilidad en el proceso de fabricación, la reducción de costes en materiales y del tiempo de ciclo por componente.

Partiendo de la base de que cada proceso tiene unas variables distintas, identificarlas y corregirlas con antelación ofrecerá, por tanto, una mayor eficiencia.

Este es uno de los puntos fuertes de Renishaw: nuestro compromiso por garantizar una fabricación eficiente ayudará a disminuir las piezas desechadas sin alterar por ello el rendimiento. El primer paso es un asesoramiento personalizado previo que permita hallar la solución idónea para cada caso.

La fabricación aditiva (FA) es una innovadora tecnología que está revolucionando la Industria 4.0. Consiste en la construcción de objetos tridimensionales a través de la impresión 3D, el prototipado rápido, la fabricación digital directa, la fabricación en capas o la fabricación de aditivos.

Estos métodos permiten mejorar la rapidez y sostenibilidad del proceso de producción de piezas industriales, ya que convierte un diseño digital en un prototipo real en menos tiempo y con mayor precisión.

La fabricación aditiva metálica simplifica el desarrollo productivo con una buena calidad y estética, con lo cual se flexibiliza y optimiza la producción: en definitiva, se acelera el proceso sin perder rendimiento.

Hay muchos beneficios en la fabricación aditiva de impresión 3D y la rentabilidad es uno de ellos. Un ejemplo real es el caso de éxito del fabricante galés de bicicletas Atherton Bikes que, asesorado por Renishaw, consiguió desarrollar sus procesos internos de fabricación aditiva y fabricar bicicletas de montaña a medida con una mayor rentabilidad.

Estas bicicletas de montaña cuentan con demanda internacional y son el resultado de la experiencia y visión de la familia Atherton, fundadores, ciclistas expertos de montaña y ganadores en varias ocasiones de la Copa del Mundo. En su afán por ‘subir a los pedales' a sus clientes en las montañas de Gales, cerca de donde se ubican sus instalaciones, necesitaban replantear sus procesos internos de fabricación.

¿El objetivo? Reducir tiempo de fabricación de piezas y ganar rentabilidad. ¿La solución? La máquina RenAM 500Q. Aquí es donde entran en juego las ventajas de la fabricación aditiva de impresión 3D: mediante este proceso se fabricaron orejeras livianas y robustas para mejorar el refuerzo de las uniones entre los tubos, lo cual ayudó a distribuir mejor las tensiones que se ejercen sobre la bicicleta en terrenos difíciles.

La máquina RenAM 500Q no solamente se adaptó al pequeño tamaño de las instalaciones de la marca galesa, gracias a un diseño compacto, sino que la alta velocidad y precisión de fabricación le ofreció la libertad soñada para diseñar y desarrollar las mejores piezas a medida para sus bicicletas. Además, la impresión 3D produce piezas más ligeras y los diseños se pueden modificar rápidamente gracias al diseño asistido por ordenador, un aspecto clave en la era de la personalización de producto.

En resumen: la inversión de Artherton incrementó la calidad de los componentes, aceleró el proceso de producción y mejoró la productividad, incluso para abrirse a nuevos mercados.

Este ejemplo demostró una vez más que la rentabilidad es como el jefe de filas del pelotón: es la fórmula que determinará el éxito de todo el proceso de producción.