‘La receta’
13 de octubre de 2010
Actualmente, innovar no es una elección sino una obligación del mercado. A día de hoy, nadie puede dudar que la innovación es indispensable para ser competitivo.
Si no se innova, al final se compite en mercados en los que la oferta es básicamente igual y en el que la diferenciación se basa en el precio en lugar de en la propuesta de valor hecha a los clientes, con lo que cada vez los márgenes son menores.
Con un solo clic de nuestro ratón, podemos encontrar en Internet cientos de noticias que nos hablan de la necesidad de innovar. Encontramos cientos de artículos que afirman que mejorar nuestra comunicación, disminuir gastos, ofrecer ventajas diferenciadoras, mejorar nuestros productos, potenciar nuestra marca, en resumen, ser innovadores es una de las claves para superar esta crisis. Esto nadie lo cuestiona.
La cuestión es si después de la tempestad, todas las empresas volverán a ser confiadas pensando en que les resultará mucho más fácil vender sin crisis, o si realmente seguirán recurriendo a las estrategias gracias a las cuales pudieron hacer frente a los tiempos más difíciles (esta cuestión bien merece ser tratada con más detenimiento en un próximo artículo).
Es importante destacar que no hablo de innovación en un sentido estricto de producto/servicio, sino de innovación en un sentido mucho más amplio que abarca todos los conceptos empresariales: estrategia, procesos, clientes, tecnologías, nuevos mercados, canales de distribución, medios de comunicación, alianzas estratégicas...
Posiblemente este es el gran reto, ¿cómo puedo conseguir que mi organización innove? La idea no es que a alguien un día ‘se le encienda la bombilla’, sino que exista una sistemática para innovar.
Yo quiero encontrar a alguien que me diga cuál es la receta de la innovación, qué pasos tengo que seguir, cómo se hace para innovar. Pienso que todos deseamos lo mismo, que nos digan cuál es la fórmula mágica para innovar, cuál es la receta. Pero la innovación no tiene fórmula, los métodos que existen son solamente herramientas capaces de conseguir maravillas en manos de algunos y en algunas circunstancias, y desastres en otras manos u otras situaciones.
Eso sí, existen maneras de observar la realidad y elegir las herramientas necesarias para conseguir innovar. Tenemos que encontrar lo que funciona en nuestra empresa, en nuestro sector y en nuestra situación particular.
Para aquellos que les gustan los pasos, los procesos y los esquemas. Por favor tomen nota de ‘La Receta’:
- Debe evitarse la tendencia existente (amplificada en situaciones de crisis) a echarle la culpa al medio, al ‘Gobierno’, al ‘ministro de Economía’, al ‘mercado’, a la ‘competencia desleal’, a la ‘incompetencia del personal’, (aunque muchas veces algo de todo esto sea cierto). Si solo nos centramos en buscar culpables, nos colocaremos en la posición de una hoja arrastrada de aquí para allá por cualquier viento.
- Para iniciar la innovación, lo primero que tenemos que hacer es observar lo que está cambiando y segundo, analizar cómo estos cambios afectan a nuestros productos o servicios. Es fundamental desarrollar el sentido de oportunidad, mirar cómo van las tendencias en el mundo y hacia dónde se dirigen los cambios para hacer cosas nuevas: cambios en tecnología y mercados tanto en pequeña como a gran escala, cambios en políticas de gobierno relativas a nuestra actividad, cambios en patrones sociales, perfiles de la población, cambios en el estilo de vida, acontecimientos locales, etc. Todos estos cambios representan nuevos retos para las empresas y debemos estar preparados para afrontarlos.
- Innovar en valor, ofrecer a los clientes objetivo, aquellos aspectos que más valoran de nuestros productos y servicios, eliminando o reduciendo aquello que no valoran, nos ayudará a diferenciar nuestra oferta.
- Otra característica de una empresa innovadora es su capacidad de desarrollar la aptitud para lograr la cooperación interna (en toda su estructura funcional) y externa o alianzas estratégicas (con los centros de investigación, de educación superior, de asesoría y consultoría, clientes, proveedores o mercados internacionales). En algunas empresas se organizan sesiones de generación de ideas, en las cuales participan personas de diferentes departamentos y así se recopilan opiniones desde diferentes puntos de vista, se anima a las personas a utilizar una libreta para que tomen notas de las ideas que les surjan en cualquier momento del día o se permite a los empleados colgar carteles en sus despachos del tipo ‘estoy creando’, para que puedan aparcar el día a día y dediquen un tiempo a ser creativos. Y por supuesto y si queremos que de veras funcione la maquinaria de la innovación tendremos que premiar las mejores ideas de los empleados a través de un reconocimiento público.
También tenemos que hablar de las barreras que podemos encontrarnos a la hora de innovar.
La falta de tiempo es la principal barrera, es muy difícil sacar de nuestro día a día segundos ‘extras’. Si somos capaces de crear un espacio y asignamos un tiempo, a pensar y a preguntarnos ‘¿y que pasaría si…?’ seguro que de las reflexiones que podamos hacer, surgen muchas ideas que harán que muchos de nuestros problemas cotidianos lleguen a desaparecer, porque estaremos dedicando tiempo a mejorar nuestros procedimientos y procesos.
Los elementos que se han descrito son algunos ingredientes de la ‘receta’ para orientar el negocio en épocas de grandes cambios, en tiempos de crisis (¿es una amenaza o una oportunidad?), para aprender de nuestras posibilidades y del contexto. Para crear nuestro futuro.
En WNT nos hacemos las siguientes preguntas constantemente y hemos logrado implantar y sistematizar ‘La cultura de la Innovación’ en cada rincón de nuestra organización; no estamos improvisando ante momentos difíciles, simplemente la innovación forma parte de nuestra estrategia. Dependiendo de las repuestas que obtengas, sabrás si ya has tomado el camino a la Innovación, o no…:
- ¿Considero que la innovación es importante en mi empresa?
- ¿Qué recursos se asignan a la innovación?
- ¿Considero positivos los resultados que conseguimos innovando?
- Si no innovamos, ¿por qué motivos?