Mejores aserraderos para aumentar la sostenibilidad de los bosques
Gracias a las soluciones inteligentes, los aserradores pueden mejorar su rentabilidad y la resiliencia de sus negocios a la vez que reducen la necesidad de madera, los costes y los desperdicios.
A finales de los años setenta, dos inventores norteamericanos tuvieron una sencilla idea: ¿y si se pudiera transportar un aserradero hasta el mismo árbol en lugar de hacerlo al contrario? Les intrigaba la posibilidad de ahorrar en los costes de transporte.
Así pues, comenzaron a diseñar diferentes prototipos desde su garaje y, cuatro años más tarde, lograrían probar con éxito un aserradero realmente portátil. En 1982 fundaron Wood-Mizer (el “maximizador de madera”) bajo el eslogan From Forest to Final Form (Del bosque al producto final).
La innovación del diseño portátil
Al llevar el aserradero hasta el mismo tronco, se reduce el impacto medioambiental de la producción de madera. De esta forma se requieren menos camiones para transportar los troncos, lo que permite reducir el consumo de combustible y las emisiones de dióxido de carbono.
Los aserraderos portátiles de Wood-Mizer, comercializados por Hersan, supusieron una auténtica novedad en el mercado en los años ochenta y, como resultado de ello, apareció un nuevo nicho en el sector, una solución que permitía a los aserradores desplazarse de forma eficiente y rentable de un cliente a otro y transformar cualquier cantidad de troncos en madera in situ. En épocas anteriores, no habría sido rentable transportar una pequeña cantidad de troncos hasta una serrería, por lo que habrían acabado siendo empleados como leña. Con un aserradero portátil, esos mismos troncos podían ser transformados en madera de alto valor y con el mismo nivel de calidad, o incluso superior, que el que ofrecía un taller de aserrado.
Las ventajas medioambientales de las sierras de corte fino
El éxito de estos dos inventores a la hora de diseñar un aserradero asequible y portátil respondía a un único factor: el uso de una sierra de cinta de corte fino. Tradicionalmente, en la industria de aserrado, existía la creencia de que “cuanto más grande, mejor”, ya que las sierras de mayor espesor podían cortar los troncos más rápidamente. Sin embargo, una sierra de tan solo 1,5 mm de espesor y con un corte de 2 mm elimina una cantidad de madera mucho menor en cada corte, en comparación con las sierras circulares, cuyo grosor es de 6 hasta mm. En consecuencia, con las sierras Wood-Mizer, los aserradores podían obtener un mayor número de tablas de cada tronco con una menor formación de serrín (desperdicios). Dependiendo del tamaño del tronco, el aprovechamiento total de la madera puede llegar a alcanzar el 70% o incluso el 80%.
Zoran Jakovlevich, un productor de palets serbio, asegura que, tras comenzar a utilizar los aserraderos Wood-Mizer, es capaz de obtener cinco palets más por cada metro cúbico de madera.
La tecnología de corte fino permite reducir el consumo de materia prima, lo que hace que se necesiten menos árboles para producir la misma cantidad de producto final. Un menor número de árboles para producir la misma cantidad de producto.
Mayor eficiencia energética
Pero las ventajas de los aserraderos Wood-Mizer van mucho más allá. Estos aserraderos ofrecen un ahorro de costes integral y a distintos niveles, el cual se refleja en muchos de los costes de explotación como, por ejemplo, el consumo energético, un factor que no siempre se tiene en cuenta cuando se invierte en un nuevo equipo.
Gracias a su menor tamaño, las sierras de los aserraderos Wood-Mizer requieren una potencia significativamente menor para cortar de manera eficaz que otros métodos de aserrado, lo cual reduce los costes por el consumo de energía. Además, al ser más pequeñas, estas sierras son más económicas y más fáciles de sustituir y de afilar. Para afilar las sierras Wood-Mizer basta con poseer unos conocimientos básicos, mientras que las sierras más grandes deben ser afiladas por un experto.
Aserrado portátil: un nuevo sector y una nueva forma de trabajar
En los últimos 40 años, se han vendido más de 100.000 aserraderos Wood-Mizer en más de 100 países de todo el mundo, toda vez que el mercado del aserrado de corte fino no ha dejado de crecer.
Gracias a ello, muchas personas que anteriormente veían limitadas sus opciones de diversificación comercial han podido emprender nuevas actividades dentro del sector maderero tras adquirir uno de estos aserraderos. De esta forma, agricultores, terratenientes, contratistas, expertos forestales, fabricantes de muebles, responsables de parques naturales, empresas de producción de madera y otros muchos actores de la industria maderera han logrado integrar con éxito un sistema de aserrado Wood-Mizer en sus actividades diarias.
Muchos de ellos han descubierto que este tipo de aserradero les ha permitido comenzar una nueva actividad, ser más independientes y disfrutar de una mayor cercanía con el trabajo sobre el terreno, todos ellos activos “intangibles” que proporciona la adquisición de uno de estos aserraderos.
Pavel Kadlec, conductor de autobuses checo, reconoce que su vida dio un giro cuando decidió comprar su propio aserradero y ofrecer servicios de aserrado personalizado en su zona. Le gusta trabajar a su ritmo y sabiendo que el trabajo que realiza satisface las necesidades de sus clientes, y se enorgullece de la excelente calidad de los productos que ofrece. “Ahora soy mi propio jefe”, afirma.
Desde Estonia, Aigar Tuusis, agricultor, cuenta que “cuando tienes tu propio aserradero, ves la vida de otra forma”.
Además, estos aserraderos fomentan la interacción social en zonas rurales. Anna de Guidi, de Italia, que dirige una fábrica de palets, señala que “un aserradero es la mejor herramienta para hacer amigos. Cada día conocemos a nuevos clientes de la zona, muchos de los cuales terminan convirtiéndose en amigos”.
El papel del aserrado en la economía circular
Los aserraderos Wood-Mizer suelen ser el centro de las pequeñas y medianas empresas locales de procesamiento de madera para clientes de la zona y que emplean a personas también del entorno.
Este es un ejemplo perfecto de desarrollo sostenible a nivel local, el cual, a su vez, tiene un impacto positivo en la economía regional e incluso nacional.
Este tipo de negocios refleja exactamente lo que muchos analistas llevan años anunciando: a consecuencia de un periodo de recesión prolongado, solo lograrán crecer aquellas pequeñas empresas que sepan reaccionar de forma rápida y más eficiente a las necesidades del mercado y que incorporen las nuevas tecnologías en sus actividades.
A menudo, los expertos lo denominan “economía circular”, un modelo de negocio en el que la materia prima se reduce y los desperdicios se eliminan. Promover la adopción de este modelo entre las empresas es prioritario para el Parlamento Europeo y otras instituciones europeas, en un intento de conservar el medio ambiente y estimular la innovación comercial.
El éxito alcanzado por las pequeñas empresas que poseen aserraderos Wood-Mizer confirma que pasar de la teoría a la práctica no solo es posible sino que, de hecho, es ya una realidad.