Diálogos en circular SIGAUS. Entrevista a Jorge Barrero, director general de Fundación Cotec

Experto en biotecnología, Jorge Barrero es, desde 2015, director general de Fundación Cotec, una entidad que promueve la cultura tecnológica y la innovación. Anteriormente Barrero dirigió el gabinete de la ex ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia. Cotec trabaja para promover la innovación como motor de desarrollo económico y social gracias al impulso de cerca de 90 patronos, entre compañías privadas y administraciones regionales y locales. Con vocación internacional, su objetivo es servir de observatorio de la I+D+I en España y proporcionar análisis y directrices en materia de innovación, tecnología y economía para las empresas de nuestro país.

Nuestro país inició esta pandemia con un sistema científico muy debilitado y envejecido, consecuencia de una década de abandono político y de una recuperación económica que se estaba dando, en gran medida, de espaldas al conocimiento. Irónicamente, aunque nuestra ciencia no ha podido salvarnos de momento del virus —tarde o temprano estoy seguro de que tendremos nuestra propia vacuna— la COVID-19 puede haber contribuido a salvar nuestra ciencia. Hoy nadie discute que la I+D+I es esencial en la salida de esta crisis y para prevenir las futuras crisis y este consenso se empieza a reflejar en los presupuestos públicos y en la inversión empresarial.

Durante esta crisis, con roturas permanentes de las cadenas de suministro globales en muchos productos estratégicos, hemos sufrido —particularmente en Europa— de manera dramática las consecuencias de un modelo de globalización de la producción y el consumo que deja muchos interrogantes y que, sobre todo, abre la oportunidad a repensar nuestra industria, nuestro sistema energético y nuestra propia conducta como consumidores.

Parece claro que la pandemia podría impactar en la reordenación de las cadenas de suministro globales o incluso en las tendencias demográficas, con un replanteamiento de la vida en las grandes ciudades para buscar modelos alternativos más equilibrados. Ambas tendencias facilitan la circularización de procesos productivos y también el desarrollo de la industria 4.0 que facilita una logística más descentralizada y procesos productivos más automatizados y por tanto menos dependientes del coste de la mano de obra. Estamos ante una oportunidad única para reindustrializar Europa.

La gestión eficiente de los residuos —empezando por su reducción— constituye un desafío a escala global. Veo una gran analogía de hecho con los retos en salud pública. Como ocurre con las pandemias, es difícil afrontar localmente el problema, pero al mismo tiempo en ambos casos –en las políticas ambientales y en las sanitarias– de nada sirven las grandes estrategias transnacionales si nuestro comportamiento a pequeña escala no es responsable. Creo que los sistemas de gestión se sitúan en una interesante posición intermedia entre lo sistémico/político y lo individual/conductual.

Vemos demasiados ‘qués’, ‘quién’ y ‘cuándo’ en el debate sobre el fondo de recuperación, pero hay que innovar en los instrumentos administrativos (y reinventar los mecanismos de cooperación) para que la ayuda europea se ejecute eficazmente y sea transformadora. Cotec trabaja ya en los ‘cómo’.