Entrevista a Sonia Sánchez, adjunta a gerencia de Rusán, Construcción de Maquinaria, S.L.

Rusán se ha ido superando a sí mismo. El objetivo en sus inicios eran los pequeños montajes para facilitar a nuestros clientes pequeñas manipulaciones. Creo que sí, las expectativas se ha superado con creces.

Nuestra División de Etiquetado, al cumplir sus 25 años, está en uno de los momentos de más intensidad innovadora. Contamos con equipos renovados de trabajo, tanto en el departamento de ingeniería como en el de posventa y atención al cliente. Estos equipos están formados por gente joven con ganas de aportar soluciones y con valores maduros que nos dan la experiencia imprescindible en este sector. El otro punto fuerte es el camino que nos estamos abriendo con la exportación a 22 países.

El compromiso, la transparencia, la eficacia, el tiempo de respuesta y el enorme sentido de servicio hacia nuestros clientes.

Se pueden comprar máquinas que realizan una misma tarea con diferencias de precio que pueden llegar a los 80.000 euros. Esto no tendría ninguna lógica si el cliente que paga más no se ahorrara durante la vida útil de la máquina este importe. ¿Dónde ahorra esta cantidad? El servicio de posventa de Rusán recibe entre un 2 y un 6 por ciento de reclamaciones de las que un 95 por ciento se solucionan en 48 horas. Nuestros contratos de mantenimiento son un éxito y están ahorrando a muchas empresas dinero por diferentes motivos.

En referencia al precio, hemos sacado al mercado desde líneas básicas hasta el próximo lanzamiento de la línea Farma, una nueva línea de etiquetadoras que se están desarrollando con asesoramiento especializado para alta cosmética y aplicaciones que necesitan mucha tecnología y precisión a la hora de manipular el producto.

Por último, quiero recalcar que en Rusán hemos llegado a etiquetar 24 formatos diferentes con una misma máquina.

Nosotros trabajamos con este concepto desde el año 1989. Esto es debido a que al trabajar para sectores muy avanzados en este tema como la automoción hemos ido adaptando nuestros diseños a los requisitos del cliente. De igual forma, en la actualidad, hemos desarrollado una buena técnica para el etiquetado RFIF

La industria alimenticia en España tiene muchas lecturas según sectores y zonas, por lo tanto afecta de igual forma a los proveedores de bienes. Puedo hablar de nuestra experiencia, que en este sector es muy positiva. La industria alimenticia en España ha alcanzado un grado de exigencia del mismo nivel que se nos exige en farmacia. Está dispuesta a invertir (no derrochar) en las últimas tecnologías y son un motor muy importante para el país.

El futuro es muy complicado de preverlo pero, viendo como se presentan las cosas, creo que apostarán por una modernización de sus plantas de envasado para preocuparse para el futuro y los nuevos productos que irán apareciendo y que serán alternativas a los de hoy en día, más costosos y contaminantes.

A la innovación. Acabamos de recibir una subvención CDTI para un proyecto sobre farmacia. Es nuestra prioridad inmediata. Otro reto es la exportación. A día de hoy tenemos formados 17 contratos de colaboración y 5 en trámite. En 2010 quisiéramos tener presencia en 29 países. Para ello, prevemos un crecimiento del 10-22 por ciento anual en los próximos cinco años.

A medio plazo hemos realizado nuestro protocolo de sucesión, muy importante en una empresa familiar como la nuestra. Entre todos queremos crear una empresa moderna, respetuosa con el medio y las personas y que aporte riqueza a sus integrantes y a la sociedad donde se encuentra.