Entrevista a César Garbalena, presidente de AFM Cluster

A mediados de mayo la Asamblea General de la AFM, la Asociación Española de Fabricantes de Máquinas-herramienta, componentes, herramientas y accesorios, nombró a César Garbalena como nuevo presidente de la asociación, sustituyendo a Antxon López Usoz. Elegido por un periodo de dos años, César Garbalena es actualmente el director general de la empresa Loire Gestamp, empresa productora de prensas hidráulicas con sede en Hernani (Gipuzkoa) que, desde hace más de 50 años, forma parte de AFM. Su experiencia acumulada en el sector le permiten valorar los cambios vividos en el mundo metalmecánico y sus próximos retos.

Yo diría que AFM se encuentra en una situación excelente, como consecuencia de una estrategia coherente de agrupación del mundo del Manufacturing alrededor de la máquina-herramienta. Gracias a ella hemos pasado de contar con 90 empresas en el año 2011 a congregar más de 400 asociados a día de hoy, pudiendo decir que somos el representante del mundo de la fabricación avanzada y digital en España.

Desde una perspectiva interna, por una parte, debemos consolidar lo alcanzado hasta este momento, reforzando los servicios que ofrecemos y dando más valor al asociado, y por otra parte, favorecer e impulsar los procesos de colaboración, tanto entre empresas de un mismo subsector como los que puedan darse entre empresas de distintos subsectores, y esto en todos los ámbitos del trabajo asociativo que desarrollamos, es decir, en internacionalización, tecnología, personas, etc.

En su proyección hacia el exterior, el sector debe culminar la aplicación de la digitalización en sus procesos de fabricación, en sus talleres, y como no, en el caso de aquellas empresas que fabrican producto final, como por ejemplo la máquina-herramienta, digitalizar los propios productos para que sus usuarios puedan aprovechar todas las ventajas. Para ello, estamos trabajando en la digitalización de la propia asociación y sus procesos y, al mismo tiempo, en propiciar un ecosistema que facilite y agilice la digitalización en las empresas del Cluster, favoreciendo el desarrollo de proyectos ‘tractores’, dinamizando implantaciones digitales y alineándonos con las iniciativas lanzadas desde las diferentes administraciones.

Por último, aunque no por ello menos importante, la cuarta de nuestras prioridades consiste en trabajar en atraer talento hacia el sector, en momentos en los que las personas preparadas escasean.

Nuestro contexto es claramente el manufacturing, la fabricación avanzada y digital, y es ahí donde debemos consolidar nuestros esfuerzos. En lo que a otros sectores se refiere, nos sentimos muy cómodos cooperando con el resto de asociaciones industriales que tan buena labor realizan.

Las empresas asociadas a AFM presentan un grado de internacionalización cercano al 70% que cuando focalizamos en máquinas supera el 80%. Se trata de un sector con una altísima propensión exportadora que en los años más duros de la crisis (cuyos efectos en España tuvieron mayor profundidad y duración), nos permitió continuar trabajando llegando a exportar por encima del 90% de lo facturado en máquinas. Evidentemente, la mejora de la situación del mercado interior ha contribuido a que el índice en los últimos tres años sea algo inferior, pero nos mantenemos en cifras record con carácter absoluto y seguimos trabajando para mejorar nuestro posicionamiento internacional, y mantenernos como noveno país exportador del mundo y tercero de la Unión Europea.

Si analizamos los principales sectores cliente de las empresas asociadas a AFM observamos que en primer lugar se coloca el sector de automoción y autopartes con un porcentaje cercano al 40%; a continuación, las máquinas-herramienta y otros bienes de equipo, con un 19%, el sector aeroespacial, 12%, la subcontratación, 9%, generación de energía, 5%, moldes y matrices, 3% y ferrocarril, 2%.

Siempre insistimos en aclarar que la tipología de empresas a las que representamos es muy variada en términos de tamaño, volumen de facturación, posicionamiento estratégico, etc. Pero sí hay algunos rasgos comunes que definen a la mayoría de ellas: su decidido carácter innovador, la internacionalización anteriormente mencionada, así como la capacidad de adaptación y la flexibilidad a la hora de comprender y hacer propias las necesidades de los clientes. Este último aspecto nos ha llevado a que varias de nuestras soluciones lideren nichos de mercado en diferentes sectores.

También mencionaría como señas de identidad del sector la constante investigación e innovación, el desarrollo y la adopción en nuestros procesos de las tecnologías más avanzadas disponibles y finalmente, la retención del, por otra parte cada vez más escaso, talento incluso en coyunturas adversas.

Nuestra presencia en Cecimo data de 1962 y lo consideramos realmente nuestra oficina para asuntos europeos, tal como queda patente por nuestra implicación y participación en la práctica totalidad de las actividades y foros que organizan. En Cecimo, se reúnen todas las asociaciones de los principales productores europeos, quince en total, y en su papel como representante de la máquina-herramienta europea, Cecimo trabaja para construir una política europea común en el terreno de la fabricación avanzada y digital, con el objetivo de incrementar el peso de la industria en el PIB europeo y garantizar un terreno de juego libre y justo para las empresas.

Cecimo es nuestra conexión con las autoridades europeas, que a través de su labor comprenden la importancia de que Europa siga siendo una potencia en la producción de tecnologías de fabricación.

Precisamente este año nos corresponde a nosotros en AFM organizar la Asamblea General de otoño que vamos celebrar en Barcelona en el mes de noviembre y en la que se reunirán los delegados de todos los países asociados a Cecimo: Austria, Bélgica, República Checa, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Portugal, España, Suecia, Suiza, Turquía y Reino Unido.

Sin duda nos hemos hecho con un ámbito de prestigio y reconocimiento, que transciende la imagen de país que en general, no ha sabido proyectarse como potencia industrial. La máquina-herramienta española y en particular la vasca es respetada, no sólo a nivel europeo, sino a nivel internacional. Nos consideran un productor de calidad y especializado, y, en general, enfocado en máquinas y soluciones para piezas de cierto porte.

Cuesta no ser repetitivo con este tema, pero hemos de seguir trabajando en la digitalización de nuestros productos, y en ser capaces de rentabilizar la inversión que estamos haciendo de manera que máquinas y componentes sean conectables para poder explotar los datos.

Nuestros principales competidores son los principales países productores, y aunque varían en función del tipo de equipamiento del que hablemos, Alemania, Italia, Japón, Suiza, Corea o Taiwan siempre aparecen. Como ya he comentado algunas de nuestras empresas son líderes mundiales en nichos o segmentos de mercado muy concretos y en ellos se baten siempre con los principales fabricantes del mundo en esa especialidad.

Creo que no es exagerado decir que desde todas las perspectivas ha sido un evento expositivo y comercial de primer nivel. Hemos proyectado una imagen de sector potente, moderno y de altísimo nivel tecnológico y también de país industrial de primer orden.

El ambiente que se respiraba era optimista, y los clientes acudían con necesidades y proyectos, a un evento donde el despliegue expositivo ha sido muy interesante. Pienso que también la prensa especializada lo habéis vivido así.

Creo que, a la hora de mejorar, nunca nos equivocaremos si seguimos trabajando en incrementar la calidad del visitante, atrayendo a compradores con capacidad de decisión y de compra a los que poder mostrarles y demostrarles nuestras soluciones. Creo que además seguir atrayendo empresas de toda España y de los países que nos rodean, es otra de las claves.

En primer lugar, es necesario aclarar que España es nuestro primer mercado de destino, y que abastecemos alrededor de un 40% de la demanda nacional. Por otro lado, es necesario entender que el enfoque a maquinaria y equipos especializados en pieza-proceso para determinados sectores, hace que haya que vender esas máquinas específicamente a quien la necesita. Las máquinas seriadas y de propósito general encuentran también acomodo más generalizado en los mercados.

Por otra parte, la diversificación de mercados nos ha hecho más fuertes, salvando en ocasiones la debilidad de la demanda exclusivamente doméstica.

La deformación como subsector, se ha concentrado en las últimas décadas, y se ha enfocado en el caso de las empresas más grandes en sectores concretos, entre los que destaca la automoción. La gran demanda que ha arrastrado este sector, y el interesante crecimiento de la demanda china en determinados momentos, ha hecho que la deformación haya cobrado mayor relevancia porcentual en las cifras del sector. Creo que a esto hay sumarle el buen hacer de las empresas que conforman el subsector de la deformación, que han pilotado un verdadero salto tecnológico, de tamaño y de posicionamiento.

Creo que son temas distintos, la implantación de los CNCs es el primer paso en la digitalización de la industria, y para analizar algo de similar, o en mi opinión, de mucho mayor impacto hay que analizar los últimos avances en digitalización. La fabricación aditiva, irrumpe como una tecnología a añadir en el mundo de las tecnologías de fabricación, pero con características muy singulares. Pienso que en general se complementa bien con otras tecnologías, aunque en la medida en que su penetración vaya avanzando, modificará también el espacio de alguno de los procesos productivos.

Los materiales compuestos se usan desde hace mucho tiempo en todo tipo de industrias, y han generado necesidades de todo tipo en lo que a maquinaria se refiere. En algunos casos ha requerido más máquina-herramienta para, por ejemplo fabricar moldes, y en otros ha movilizado a fabricantes de máquina-herramienta a diseñar equipos para la deposición de fibra. Cada cambio, cierra alguna puerta y abre otra. Es cierto que en aeroespacial el avance parece imparable en los aviones mayores, pero un avión sigue teniendo muchísimas piezas de metal difícilmente sustituibles en motor y tren de aterrizaje.

En último lugar, los distintos materiales generan amenazas y también oportunidades para aplicar nuestro conocimiento, y en todo caso el metal seguirá teniendo un papel relevante en las aplicaciones industriales.

Una realidad contundente. La industria de los datos no es una entelequia, será una parte más de la sociedad de los datos, una realidad en constante evolución. Ha llegado y se quedará. Para entenderlo mejor, la digitalización de la fabricación significa poder recoger, clasificar, almacenar, enviar, proteger e interpretar datos o series de datos para generar más valor añadido. Ese valor añadido adicional puede traducirse en más precisión, mayor rendimiento, menos fallos, menos mantenimiento o menos costes, pero también en nuevos servicios, o en mayor capacidad para tomar decisiones correctas y a tiempo.

Creo que la digitalización abre las puertas a todo un nuevo escenario de oportunidades alrededor de los datos y su gestión. Blockchain, machine learning, inteligencia artificial, etc., el ritmo de los cambios es muy alto y debemos continuar aprendiendo para ser cada día mejores.

Sin duda, esto último, la digitalización es el mayor cambio al que nos enfrentamos.