AFM entrega a Miguel Lazpiur su insignia de oro
La Asociación Española de Fabricantes de Máquinas-herramienta (AFM) hizo entrega, durante la Asamblea General celebrada a mediados de mayo en el Parque Tecnológico de San Sebastián, su insignia de oro a Miguel Lazpiur. Se trata del máximo galardón que otorga la organización, con 128 asociados del sector industrial.
Miguel Lazpiur (en el centro de la imagen) reconoció el valor del factor humano y el conocimiento adquirido por las personas, no solo de la tecnología al recibir el premio.
El homenaje a Miguel Lazpiur reconoce toda su trayectoria profesional, que comenzó en 1960, cuando se incorporó a la empresa familiar, fundada por su abuelo a principios del siglo XX y que entonces regentaba su padre. Como responsable en las últimas décadas de Lazpiur, junto con su hermano Agustín, ha convertido la compañía afincada en Bergara en un referente internacional en la fabricación de maquinaria (destinada sobre todo al sector de automoción) y de utillaje para forja. Miguel Lazpiur ha liderado la innovación en su empresa, que posee una veintena de patentes (la primera la obtuvo en 1964) y tiene presencia en más de 25 países. También se ha implicado de forma activa en el tejido asociativo y empresarial vasco. Fue vicepresidente de la patronal guipuzcoana Adegi, además de presidir la Confebask entre 2005 y 2011, ocupar el cargo de vicepresidente de CEOE (2008-11). También pertenece a varios consejos de centros de innovación, ONG, etc.
Miguel Lazpiur agradeció el premio a la dirección de AFM y lo recibió en nombre de todas las personas, “comenzando por mi hermano Agustín” y siguiendo por el equipo de la empresa, que “dedican su vida al trabajo de construcción de maquinaria”. Y destacó a quienes se dedican a este sector porque “fabricar una maquina es una labor de creación” y porque requiere “un trabajo de equipo”. El empresario guipuzcoano recordó con cariño sus estudios de formación profesional en el instituto Miguel Altuna de Bergara y resaltó la importancia del proceso de aprendizaje. También reconoció el valor del factor humano y el conocimiento adquirido por las personas, no solo de la tecnología. Durante su intervención subrayó algunas cosas que ha aprendido “que no estaban en los libros, como la humildad” o “saber escuchar” a los demás miembros del equipo.