A todo gas hacia el futuro
La italiana Vamec es una de las empresas de diseño y fabricación de carburadores para karts de carreras más importantes del sector. La compañía ha ido creciendo a medida que los karts han evolucionado de pasatiempo de fin de semana a todo un deporte de motor con competiciones internacionales. En este proceso, Vamec ha perfeccionado y ampliado su gama de productos a pesar de haber tenido que lidiar con algunos equipos de producción ‘complicados’. Ahora, sin embargo, las cosas están mejorando: la empresa ha invertido recientemente en máquinas-herramienta CNC de Haas, incluido un centro de mecanizado universal UMC-750, y disfruta de unos estándares de velocidad, precisión y eficacia muy superiores.
Vamec srl es una empresa afincada cerca de Bolonia, en una región donde los deportes de motor son una tradición. La ciudad de Módena, lugar de nacimiento de Enzo Ferrari y hogar de Maserati y Lamborghini, está a dos pasos mientras que el legendario circuito de fórmula 1 de Imola y la escudería Torro Rosso quedan muy cerca.
De las paredes de las oficinas de Vamec, cuelgan fotografías de jóvenes estrellas del karting: clientes de la empresa que se convirtieron en campeones del mundo de F1 como Michael Schumacher y Ayrton Senna, nada menos.
En Vamec llevan las carreras en la sangre. En su día, el fundador Vincenzo Vannini fue piloto de karts, cuyo debut fue en 1968. Después de trabajar como preparador y después mecánico de varios equipos internacionales, creó Vamec en 1994 con el objetivo de fabricar componentes con diseño personalizado para un deporte en el que antes sólo se utilizaban piezas de otros vehículos, como motocicletas, tractores y cortacéspedes.
Veinte años después, con los hijos de Vincenzo Matteo y Fabio al mando del taller y de la administración, respectivamente, Vamec se ha convertido en el referente mundial en desarrollo y fabricación de componentes, accesorios y equipos diseñados especialmente para carreras de karts. Su gama de carburadores Tryton, por ejemplo, la usan equipos de karts tanto nacionales como internacionales.
En los últimos años, el karting ha evolucionado mucho y ya es tan competitivo y profesional como las grandes carreras a las que los pilotos aspiran. Las recompensas que pueden lograr los jóvenes pilotos si llegan a la F1 son de sobras conocidas. La fama y la riqueza que pueden obtener hacen que sean muchos los que estén dispuestos darlo todo por conseguirlo.
Vamec ha invertido en numerosas máquinas-herramienta CNC y ha ido añadiendo componentes a su catálogo, como piezas de motor y chasis, boxes, guías y herramientas, que suministra a equipos y pilotos particulares de todo el mundo. Recientemente, la empresa ha fabricado piezas de motor para motocicletas de Moto 3 e incluso ha renovado componentes para un Ferrari de F1 propiedad de un aficionado californiano.
Según su fundador, el objetivo de Vamec es estar lo más cerca posible del cliente. Es el enfoque de alguien que conoce bien los entresijos del karting, sabe lo que es competir y llevar un equipo, y entiende lo importante que puede llegar a ser la asistencia. “Hay muchas empresas que fabrican y comercializan recambios estándares, pero nosotros queremos desarrollar la relación con los clientes para darles el máximo servicio”, dice.
Durante muchos años, Vamec utilizó máquinas-herramienta CNC de conocidas marcas asiáticas, hasta que en 2013 Vincenzo adquirió un centro de mecanizado universal Haas UMC-750, que entonces acababa de salir al mercado. “No podíamos creernos la relación calidad-precio que ofrecía el UMC”, afirma. “Teníamos muy buenas referencias de las máquinas Haas, así que decidimos encargar el UMC a pesar de que sabíamos que la máquina era muy nueva y que el plazo de entrega sería largo”.
Mientras tanto, Vamec miró otras máquinas Haas para ver si también ofrecían un valor añadido y un rendimiento similares. La empresa no tardó en invertir en un centro de mecanizado vertical de alta velocidad VF-2SS, principalmente para trabajos sueltos y proyectos de tres ejes. “Todas las máquinas que teníamos estaban ocupadas, así que necesitábamos otra”, dice Matteo. “De nuevo, el precio y el rendimiento del VF-2SS resultaban muy atractivos. En cuanto lo instalamos, lo probamos con un par de trabajos de la máquina japonesa contigua. Sólo tuvimos que ajustar un poco el programa para usarlo en el control Haas, pero fue sencillo. Cuando terminamos la primera pieza, no nos lo podíamos creer. El trabajo quedó mejor en la Haas que en una máquina mucho más cara. El acabado de la superficie era mejor y los tiempos de ciclo, más cortos”.
Un poco más tarde, en julio de 2013, la empresa recibió el UMC-750, y enseguida, dice Matteo, la máquina estaba produciendo entre ochenta y noventa piezas diferentes, la mayoría encargos sueltos.
“Pensar en cinco ejes era algo nuevo para mí”, recuerda, “así que empecé poco a poco. No es que la máquina sea difícil de usar, al contrario: el control es el mismo que el del VF-2SS, así que ya estaba familiarizado con él. Es la parte de CADCAM la que es diferente y la que nos llevó un poco más de tiempo entender. Por supuesto, con el tiempo necesitaremos más precisión y capacidad, pero, con una máquina asequible y de buena calidad como el UMC, estamos en una posición muy buena”.
A pesar de que Vamec ha conseguido diversificar con éxito el negocio, el karting sigue siendo su mercado principal. La empresa tiene una lista impresionante de doscientos cincuenta clientes de todo el mundo. En los últimos tiempos, EE UU y Brasil son dos mercados que les han permitido expandirse.
“El karting era un deporte de aficionados en el que se invertía poco, pero ahora es mucho más tecnológico y está muy bien financiado”, afirma Matteo. “Ya no es la misma industria en la que empezó mi padre, hace tantos años”. En realidad, ni siquiera es la industria en la que gente como Senna y Schumacher iniciaron su carrera. Hoy en día, la FIA regula el karting, lo que significa que los productos nuevos deben homologarse. Evidentemente, eso aumenta el coste; del mismo modo que las empresas médicas estadounidenses deben someterse al control riguroso de la FDA, por poner una analogía.
“Por suerte, las máquinas Haas nos proporcionan la tecnología que necesitamos para llevar a cabo lo que queremos hacer, y de manera rápida y rentable”, concluye Matteo. “Además, no necesitamos alquilar máquinas ni conseguir un gran préstamo del banco porque son asequibles y fiables”.
Matteo estudió electrónica, pero nunca ha dejado de alimentar su pasión por la mecánica. De hecho, el último carburador Vamec lo ha diseñado él por completo. Matteo es autodidacta y un buen ejemplo de hasta qué punto las personas ingeniosas y trabajadoras pueden ser importantes para la salud y el éxito de la economía de un país industrial si disponen de la tecnología adecuada.
Italia es un país con una larga tradición de carreras de motor y coches de gama alta, una herencia que dejaron personas con talento y pasión por lo que hacían. Con las máquinas-herramienta CNC de Haas en sus talleres, la generación de Matteo y Fabio Vannini puede lograr que la industria italiana del deporte del motor tenga un futuro largo y brillante.
En Vamec, llevan las carreras en la sangre. En su día, el fundador Vincenzo Vannini fue piloto de karts, cuyo debut fue en 1968