“Si Europa quiere seguir siendo competitiva, necesita invertir más en educación y en formación”
Entrevista a Marco Taisch, presidente del Comité de Programación del World Manufacturing Forum
El World Manufacturing Forum (WMF), que celebró su última edición el pasado mes de julio en Milán, es el lugar idóneo para conocer el panorama de la industria de la fabricación internacional. A lo largo de los dos días que duró el foro se pudieron extraer numerosas conclusiones. De entre las positivas, Marco Taisch, profesor de Sistemas de Fabricación Avanzados y Sostenibles en el Politecnico di Milano y presidente del Comité de Programación del World Manufacturing Forum, destaca “la confianza renovada en la competitividad europea”. Además, para Taisch, España está “bien reconocida en Europa, tanto en términos de competitividad como en capacidad de innovación”.
Grosso modo, haga un balance de la recién clausurada edición del WMF.
El WMF2014 ha tenido mucho éxito, con más de 320 asistentes de 45 países de todo el mundo. Más de dos tercios de los participantes han sido parte de la industria, lo que demuestra el gran interés que el sector manufacturero de hoy está despertando como motor para aumentar la competitividad.
Aunque no sea sencillo, escoja un titular que resuma las jornadas…
La fabricación está recobrando la atención que merece como motor para el crecimiento sostenible de las economías europeas. Fenómenos como el re-shoring (vuelta al lugar de origen) de algunos centros de producción, así como el hecho de que las nuevas tecnologías se están convirtiendo en una realidad (es decir, la fabricación aditiva), están impulsando el aumento de la competitividad. El mensaje positivo es que en el WMF2014 pudimos ver una confianza renovada en la competitividad europea como algo evidente. El estado de ánimo de los discursos fue bueno lo que demuestra una nueva y renovada confianza para el futuro.
‘El camino hacia la prosperidad a través de la Colaboración Global de Fabricantes’. Este fue el lema. ¿Tan importante es la cooperación entre fabricantes?
Hoy en día, la investigación y la innovación no se pueden llevar de forma individual. Una empresa tiene que abrirse al exterior con el fin de obtener ideas nuevas y frescas y resultados de investigación. En esta perspectiva, es esencial la cooperación entre los fabricantes, especialmente si esto ocurre entre empresas de diferentes sectores, es decir, la fertilización cruzada.
Es probable que esa vocación de colaborar varíe mucho entre países. Me temo que en España existe todavía esa arraigada idea de competencia…
Es cierto que la vocación de colaboración varía mucho entre países. En cuanto a la fabricación, España está bien reconocida en Europa, tanto en términos de competitividad como en capacidad de innovación. Este reconocimiento debe ser más explotado por España.
Los asistentes proceden de hasta 45 países diferentes. Tal disparidad de orígenes dará como resultado una interesante radiografía del sector de la fabricación…
El alto número de diferentes países que asistieron a la WMF 2014 sólo es testigo de la creciente importancia que está ganando la fabricación en las políticas de los países, así como en los campos de investigación y de innovación.
También han contado con empresas muy importantes y de renombre internacional, representativas, a su vez, de diferentes segmentos industriales.
Sí, el programa de la WMF2014 ha sido diseñado con el propósito de representar a la gran diversidad y multidisciplinariedad de la fabricación.
A su parecer, ¿qué industrias fabricantes son las que se sitúan mejor? ¿Cuál es más optimista?
Responder a esta pregunta requeriría leer los datos estadísticos que provienen de cada país. Sin embargo, la sensación es que la robótica y los sectores de automatización están funcionando bien en Europa.
¿Qué futuro le espera a la fabricación en Europa ante la competencia asiática o la de EE UU?
Gracias al hecho de que las nuevas tecnologías están emergiendo —la fabricación aditiva— y que otras tecnologías se están consolidando —las tecnologías láser y mecatrónica—, creo que Europa puede mantener un papel significativo en el ámbito competitivo global. Aprovechar las ventajas clave como el diseño industrial, la calidad y la flexibilidad es clave para seguir siendo competitivos. De hecho, los productos de gama alta podrían ser la estrategia a perseguir y no los de bajo coste, donde no somos competitivos.
¿Cuáles son los retos y amenazas de futuro a los cuales se enfrentará la industria de la fabricación europea?
El principal impulsor para la competitividad es, según los 500 CEO entrevistados por Deloitte & Touche, el denominado ‘talent driven innovation’. Si Europa quiere seguir siendo competitiva, necesita invertir más en educación y en formación.
Hace años que muchos sectores apostaron por la deslocalización de sus plantas de fabricación europeas y las trasladaron a, por ejemplo, China, y dicen que algunas han vuelto… ¿Qué hay de cierto en estas afirmaciones?
El re-shoring (vuelta al origen) de las plantas está en un continuo y creciente proceso. Se inició en EE UU hace unos años, cuando algunas empresas se dieron cuenta de que existía un aumento en los costes de fabricación en los países de bajo coste y unas crecientes dificultades logísticas que hacían de esta opción una producción menos competitiva. Cada vez más tenemos ejemplos de empresas con sede en la UE que están llevando su producción —por lo menos parte de su proceso de producción— de regreso a Europa.
Un punto clave en la jornada y por ende en el sector de la fabricación es, como usted apuntaba, la formación. ¿Cómo es la formación en Europa? ¿Están nuestros profesionales suficientemente preparados?
De acuerdo con un informe del World Economic Forum, hay unas 1,5 millones de oportunidades de empleo para los trabajadores altamente cualificados en todo el mundo. Estos puestos de trabajo no se pueden llenar por falta de habilidades. La falta de habilidades también se está convirtiendo en un problema debido al hecho de que las competencias necesarias están cambiando. Por tanto, necesitamos repensar el contenido de nuestros programas de formación y educación. Desafortunadamente, la fabricación se sigue percibiendo como un mercado de trabajo no atractivo para las jóvenes generaciones. El proyecto financiado por la UE Manuskills (www.manuskills.org) tiene como objetivo desarrollar nuevas herramientas basadas en las TIC para atraer a talentos jóvenes. Este es el camino que queremos seguir.
Se hablaba también de la “protección de los sofisticados ciber-sistemas que son cada vez más frecuentes en el ámbito de la fabricación”. ¿Qué puede decir al respecto?
Hoy en día, gracias a los sensores baratos muchos datos se generan en la planta de producción; las tecnologías móviles transfieren información en redes abiertas; los datos se almacenan cada vez más en la nube para ser compartidos... Todas estas tendencias hacen los datos más estratégicos por un lado y más accesibles a los hackers por el otro. El año pasado el 26% de los ataques de los hackers a nivel mundial fueron en la industria manufacturera. Por tanto, es evidente que la seguridad cibernética es un tema crucial para las empresas del futuro.
La formulación y establecimiento de las normas técnicas, sociales y medioambientales que se pueden aplicar en todo el mundo también fueron ejes de la jornada. ¿Por qué es tan relevante este punto?
En una economía globalizada, cada vez se producen y se venden más productos en todas partes. Para este propósito, la estandarización de los productos y los procesos se convierte en una forma de crear negocios de manera eficiente.
Esta ha sido la tercera edición. ¿Cuándo y por qué se creó y qué continuidad tendrá?
El WMF ha sido ideado con el propósito de crear una plataforma internacional para que los responsables políticos, industriales e investigadores pudieran discutir sobre el futuro de la fabricación. La cuarta edición será en 2016, esperamos que en España.