Entrevista a Joan Valls, gerente de T. A. Vollmer España, S.L.
"Muchas herramientas diamantadas que trabajan aquí se envían fuera para el mantenimiento"
Joan Valls fundó en 1988 Masinco, una empresa dedicada a la producción y representación de afiladoras industriales para la fabricación y mantenimiento de las herramientas. Ahora este empresario barcelonés se ha convertido en cabeza de puente del grupo Vollmer en España después de que Masinco se convirtiera hace un año en filial de este gigante de las afiladoras. Esta entrevista se ha hecho con motivo de las jornadas de puertas abiertas que organizó la empresa los días 2, 3 y 4 de abril.
¿Cómo se convirtió la firma Masinco en filial de Vollmer en España?
Masinco ya había trabajado para el grupo Vollmer en los años ochenta, luego representó a su competencia. Por su parte, el grupo Vollmer disponía de un representante en España y que actualmente trabaja en el Grupo. —Masinco— teníamos estructura y llegamos al convencimiento de que estábamos preparados para ser su filial. Entonces el tema se precipitó un poco.
¿Cómo fue el proceso de constitución?
En noviembre de 2001, después de volver de una feria en Valencia donde exponíamos, empezamos a tener los primeros contactos con el grupo Vollmer. Nos manifestaron que estaban interesados en crear una filial. A esta entrevista le siguieron otras en Barcelona y Alemania, hasta que el grupo me comunicó que estaba interesado en la filial, debido a nuestra larga experiencia en el sector desde los años setenta.
¿Qué ventajas había en este acuerdo?
Masinco tiene una estructura y un nombre reconocido. Además, tiene más experiencia en el sector del metal, y el Grupo Vollmer ha tenido más relación con la madera, mientras que muchas de las máquinas que produce Vollmer se pueden emplear tanto en un sector como en otro. De forma que con nosotros apareció un campo de expansión que ellos no controlaban, a raíz del cual hemos experimentado una expansión considerable, aportando más estructura técnica comercial con personal hispano alemán, para fomentar la formación técnica de la máquina herramienta.
¿Cómo es este mercado?
Hace unos veinte años, las empresas procuraban tener su departamento de mantenimiento de herramientas. Ahora este servicio se subcontrata y como resultado han empezado a aparecer grandes talleres profesionales de afilado
¿Qué estructura tiene Masinco?
Antes del acuerdo, Masinco tenía una estructura de siete u ocho personas y ahora somos una quincena. Además contamos con servicio de asistencia técnica y de ventas en Valencia, con taller propio, que cubre todo el Levante. También tenemos una segunda red comercial con asistencia técnica en el País Vasco y ahora vamos a crear una tercera en la zona centro.
Antes del acuerdo, Masinco producía y comercializaba una gama de afiladoras con su propia marca ¿Mantienen esta gama?
Masinco se fundó el año 1988 e inicialmente empezó a comercializar esta afiladora y algunas marcas representadas. Nuestra máquina es una afiladora universal (manual o con control numérico hasta cuatro ejes) que se produce en parte aquí y en parte se subcontrata. Se trata de una marca que se vende muy bien en España, en Sudamérica y países de la zona Europea. Alrededor del 40, 50 por ciento de lo que se produce corresponde a ventas en el exterior.
¿Cómo reaccionó el mercado cuando os presentasteis en Abril?
Bien. La trayectoria de nuestro grupo desde el mes de abril ha sido muy positiva. Se han conseguido cifras de ventas importantes en un periodo con bastante incertidumbre económica y creo es debido a que el mercado desconocía el producto. No había un interlocutor válido entre el producto y el mercado.
Jornadas
¿Por qué habéis decidido organizar estas jornadas? ¿Son las primeras que realizáis como filial?
En realidad no. Organizamos unas el pasado mes de octubre para presentar la empresa. Aunque la firma, constituida en abril, ya había acudido a los salones Biemh y a Maquitec.
Hemos querido organizar unas jornadas por que este año se celebra la EMO y no hay más ferias del sector. El motivo concreto es potenciar y presentar las máquinas de erosión por hilo para herramientas diamantadas, de las que hay mucha carencia en nuestro mercado. En España el parque de este tipo de maquinaria en el sector metal se reduce a tres equipos, más otros 30 unidades en el sector de la madera, mientras que en el resto del mundo, el Grupo Vollmer posee más de 800 unidades (sumando metal y madera).
Se trata de una situación ilógica, porque al mismo tiempo se están vendiendo muchas herramientas diamantadas (PCD), que trabajan aquí pero se envían a fuera para el mantenimiento: a Japón, Alemania, Suiza o Italia y con plazos de entrega de muy largos en algunos casos alcanzan los dos o tres meses.
¿Por qué piensa usted que se da esta situación?
El diamante policristalino (PCD) ha entrado en el sector del metal un poco más tarde que en el de la madera y hay mucho desconocimiento. Mucha gente ha intentado afilarlo con muela de diamante contra herramienta: no funciona. Se gasta la muela por que es mucho más resistente el PCD que la muela de diamante.
¿Qué ventajas ofrecen este tipo de herramientas?
Una herramienta de diamante dura de tres a cuatro meses. Tiene avances de trabajo y velocidades impresionantes, de hasta 4 y 5 veces superiores a cualquier avance de cualquier otro tipo de herramienta, incluidas las de metal duro. El PCD se está empleando muchísimo en aplicaciones de aluminio y duraluminio. Su coste es bastante elevado y el manteniendo no se puede hacer de cualquier manera.
Sin embargo, nos hemos dado cuenta de que en los talleres de herramientas hay mucho desconocimiento y es por esto que decidimos organizar estas jornadas. Además, también dejaremos estas máquinas permanentemente en exposición y demostración. Como un taller de pruebas permanente.
¿Cuál puede ser la solución, la formación de los clientes?
Hemos invertido en nuestro equipo comercial y en asistencia técnica.
Queremos potenciar esta línea y poder aportar ayuda y apoyo a las empresas y pregunten cualquier duda. La situación actual no tiene lógica, en la última Maquitec había cuatro expositores de fabricantes de herramientas de diamante policristalino y en la anterior —año 2000— no había ninguno. Quizá ésta sea la respuesta: nuestro mercado siempre llega más tarde que los demás.
Por otra parte, estamos esperando la próxima edición de la Biemh y allí nos volcaremos, por que consideramos que hay muchos fabricantes de herramientas que necesitan estos productos. No tiene lógica que la herramienta se venda aquí y se tenga que enviar fuera para mantenerla.
¿Cuáles son los planes de futuro de Vollmer?
De cara al futuro hay nuevos planes para redondear la línea de gama y poder estar en condiciones de ofrecer cualquier tipo de maquinaria para fabricación de herramientas y mantenimiento. Ahora estamos desarrollando una nueva máquina que presentaremos en la próxima Emo. Se trata de una nueva versión con cargador de la maquina de electroerosión por hilo QWD. Llevará doce herramientas.
Además de esta máquina, hemos desarrollado una máquina para discos de metal duro que se llama Service Center Akemat U6R2. Es un equipo de ocho ejes de control numérico y, a mi juicio, es la máquina más innovadora del mercado. Puede afilar cualquier disco, de cualquier forma, y a la máquina sólo hay que darle dos datos: el número de dientes y tipo. Nuestra dilatada experiencia con máquinas con cargador desde los año 1985 nos avala y nuestras más de 700 máquinas la garantizan.
Service center U6 R2, máquina concebida para un mecanizado automático completo
¿Cómo está respondiendo el mercado a la incertidumbre económica?
Cuando llegan estas situaciones normalmente lo que prevalece son las máquinas de ocasión y la línea de gama alta. La línea intermedia está bastante parada.
Nueva máquina afiladora CX 100
¿Con gama alta se refiere a estas máquinas de las que hablábamos?
Sí. Máquinas con cargador, máquinas para fabricar discos de HSS, metal duro, erosión etc. si hay necesidad, las empresas invierten en maquinaria
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