CTM y Abengoa lideran un proyecto europeo para disminuir el impacto ambiental de las desaladoras
13 de noviembre de 2013
La Fundación CTM Centro Tecnológico, que forma parte de TECNIO - la única red que potencia la transferencia tecnológica y la innovación empresarial en Cataluña -, inició el pasado 1 de julio de 2013 el proyecto ZELDA (life-zelda.eu), junto con la participación de las empresas Abengoa, Fujifilm y la Water Supply and Sanitation Platform (WssTP). El proyecto co-financiado por la Unión Europea en el marco del Programa LIFE+, pretende demostrar que la combinación de la electrodiálisis metátesis, procesos tradicionales de precipitación y cristalización/evaporación, minimiza el volumen de concentrado generado en plantas de desalación, a la vez que se incrementa el rendimiento del proceso y se generan compuestos químicos de valor.
La desalación de agua de agua de mar y de agua salobre constituye una fuente alternativa de agua muy importante en aquellos países que, como el nuestro, sufren escasez de recursos hídricos. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), del total de agua captada en España durante el 2010, casi el 3% del total se trató mediante sistemas de desalación, cifra que asciende hasta el 60% en comunidades como Canarias. Según Aedyr, la producción aproximada en España es de “1.200.000 metros cúbicos al día, correspondiendo 700.000 m3/día a la desalación de agua de mar y el resto de agua salobre (agua subterránea)”. Además, empresas españolas como Abengoa lideran el sector de la desalación a nivel mundial, tal y como demuestra la obtención del premio a la mejor empresa de desalación del 2012 en los Global Water Awards.
La electrodiálisis es una tecnología que utiliza la energía eléctrica para retirar las sales disueltas en el agua. La electrodiálisis metátesis es una variante de esta técnica que utiliza membranas capaces de dejar pasar únicamente los iones de una determinada carga. Acoplando esta tecnología a tecnologías tradicionales de concentración, precipitación y cristalización/evaporación, se pretende incrementar el rendimiento de los procesos de desalación, al obtener un mayor volumen de agua desalada y disminuir el volumen total del concentrado producido. Por otra parte, la tecnología debe permitir purificar y recuperar las sales disueltas en la salmuera en forma de un producto sólido de valor, lo que puede garantizar su sostenibilidad desde el punto de vista económico.
En el transcurso del proyecto, que tendrá una duración de 4 años, se diseñará, se construirá y operará un piloto experimental en dos plantas desalinizadoras ubicadas en Andalucía. La primera se encuentra ubicada en Almería y trata agua de mar, mientras que la segunda trata agua salobre y está situada en Málaga. El proyecto también pretende fomentar la aceptación de la tecnología desarrollada y su extrapolación a otras geografías.
El proyecto también pretende fomentar la conciencia social del impacto sobre el medio ambiente de los procesos de desalación, mediante la participación social y de agentes implicados, y favorecer la aceptación de la tecnología desarrollada y su extrapolación a otros lugares.
En resumen, el proyecto ZELDA pretende minimizar el volumen de concentrado generado en plantas de desalación, incrementar el rendimiento del proceso y generar compuestos químicos de valor.