Base busca recuperar la confianza en sus órganos de administración después de un complicado 2014
Base reestructuró su órgano de administración a principios de año tras verificar la delicada situación financiera en la que se encontraba y la problemática que generaba la financiación a una gran mayoría de sus asociados. A varios de ellos, ya con deudas incobrables, como el caso del hasta entonces presidente Lorenzo Rodríguez –ahora en procedimiento concursal- o de Yeti Esport, se tuvo que ejecutar los avales. El primer paso fue reorganizar el Consejo de Administración tras el nombramiento de Francisco Torrejón como nuevo presidente de Base –sustituyendo a Lorenzo- a principios de año.
Tras su incorporación, Torrejón –Curro- presentó una propuesta para reestructurar el Consejo de Administración. La primera fase de esta iniciativa se completó cuando tres consejeros presentaron su dimisión en el marco de la junta de accionistas de la empresa: el presidente Lorenzo Rodríguez, Carlos España y Ramón Castelló (que también ejercía de secretario) abandonaron sus puestos en el órgano de administración y Juan Puig Pérez fue nombrado nuevo secretario no consejero de la empresa.
Tras la dimisión de los tres directivos el Consejo de Administración de Base ha quedado formado por cinco miembros, a los que se sumarán, en breve, tres más. Por el momento, y hasta que no se incorporen estos nuevos miembros, el Consejo está formado por Francisco Torrejón -que además ostenta la presidencia- José Antonio Sans, Cayetano Rendón, Miguel Calzada y José María Pons. También puede asistir al consejo Benito Gil en calidad de Presidente Honorifico.
Estos cambios se han completado con el cese, la pasada semana, de su Director General, Ángel Pardo, después de veintitrés años en el cargo. Una empresa de selección de personal ya ha empezado un proceso de selección para cubrir la vacante que deja Pardo.
Con esta remodelación, el nuevo Consejo de Administración quiere recuperar la confianza entre sus asociados y sus proveedores y, a la vez, rejuvenecer su órgano de administración para afrontar una nueva etapa de desarrollo que seguirá las directrices del plan estratégico 2015-2016, con el que la empresa quiere recuperar la senda del crecimiento tras varios años en los que sus ventas de la central y sus asociados han retrocedido por el impacto de la crisis económica en España.