Los secretos del merino de Icebreaker
Icebreaker comenzó con una reunión casual con un criador de ovejas merinas en Nueva Zelanda, donde el fundador, Jeremy Moon se encontró por primera vez con el merino y sus cualidades naturales. En ese momento, Jeremy supo que sería la alternativa natural perfecta a las prendas hechas con materiales sintéticos. Desde entonces, la marca está comprometida a buscar formas diferentes de producir soluciones naturales, éticas y sostenibles y compartir su desarrollo y progreso para que otros puedan aprender y adaptarse. La transparencia también es un aspecto que la caracteriza, ya que se muestran todos los procesos de producción y se abren las puertas del negocio a todo el mundo.
Icebreaker se fundó a partir de la lana merina extrafina, obtenida directamente de criadores de ovejas seleccionadas. Pero, ¿de dónde provienen las ovejas merinas? Las merinas son ovejas comunes, sino que con el paso de los años han ido evolucionando para sobrevivir a los calurosos veranos e inviernos helados de los Alpes del sur de Nueva Zelanda.
En verano, el merino puede mantenerse fresco a temperaturas superiores a 30° C, mientras que en invierno crece una capa extra de lana. De este modo, las ovejas merinas se mantienen calientes a medida que las temperaturas caen en picado a -10° C, mientras que una oveja normal no sobreviviría.
Otra característica a destacar es que la marca tiene más de 23 años de experiencia en la especificación de merino, por lo que hace que sus prendas tengan una calidad excepcional y hayan sido capaces de superar los materiales sintéticos. Esto se debe a que el merino sobrevive a temperaturas extremas, a través de la increíble ingeniería natural de su lana. Icebreaker confía en el poder de la lana merino superfina, como la base de nuestra indumentaria de rendimiento natural. Es muy superior a la lana normal, se ajusta perfectamente al cuerpo, es muy transpirable, regula la temperatura y no retiene olores como los sintéticos.
La marca ha mantenido su transparencia mediante el desarrollo de un ecosistema empresarial basado en la responsabilidad social y las relaciones cercanas a largo plazo. Estas relaciones son abiertas y honestas, es decir, no usan agentes ni permiten que el trabajo se externalice más allá de sus proveedores directamente aprobados. De este modo, saben de donde proviene su fibra y se aseguran de que los productores cumplan con las prácticas ambientales y del bienestar animal. La fibra se suministra a través de contratos a largo plazo con precios establecidos en niveles sostenibles y mutuamente acordados. Este modelo de abastecimiento y fijación de precios elimina la volatilidad de los precios y aumenta la seguridad financiera de los proveedores productores.
Durante más de 20 años, Icebreaker ha ido estrechando nuevas relaciones con las familias productoras. Ambas partes luchan para mantener el cuidado de las ovejas merinas y los paisajes en los que viven. La política de bienestar animal de la marca garantiza una calidad de vida saludable y de bajo estrés para las ovejas. Hoy, el negocio refleja la dedicación de la marca a las soluciones naturales. El 84% de su composición global de tejidos es fibra natural y solo el 16% es sintética. Desde Icebreaker, se comprometen a crear una industria con menos dependencia de las fibras petroquímicas, y así convertir el planeta en un lugar mejor.