Inoxibar amplía su iniciativa de reciclaje a ollas y cazuelas
El fabricante de menaje de cocina Inoxibar ha dado un paso más en el proyecto de reciclaje que comenzó a desarrollar hace cuatro años. Ahora ha puesto en marcha la primera campaña de recogida de ollas y cazuelas usadas. El objetivo es facilitar su reciclaje y reutilización, evitando que estos productos acaben en los vertederos.
Hasta el 10 de enero de 2023 se desarrollará esta primera campaña de ollas, cazuelas y cazos, con el fin de recoger el máximo de estos artículos usados. Como es habitual, la campaña se realizará en colaboración con los establecimientos que se vayan sumando —ferreterías, tiendas de menaje, etc—. Ellos se encargarán de informar y actuar como puntos de recogida, lo que también les repercute en dinamizar su actividad y llegar a más público.
Para participar, solo hay que buscar el establecimiento colaborador más cercano y dejar allí las ollas o cazuelas viejas. Pueden ser ollas normales, a presión, cazos… de todos los tamaños y marcas. Con la idea de incentivar este gesto, la recogida se acompaña de un Plan Renove de sartenes y ollas que beneficiará con un descuento especial la entrega de cada olla usada, de cara a sustituirla.
Cuando finalice la recogida, Inoxibar se encargará de trasladar todas las ollas recogidas a su planta de Berriz (Bizkaia) y desde allí a una empresa de reciclaje. De esta forma se garantiza la correcta separación y gestión de los residuos, así como la reutilización de las partes metálicas en la fabricación de otros productos.
La expectativa es que esta campaña tenga tan buena acogida como la de sartenes, ya que también es habitual tener cazos y cazuelas muy usadas, que de esta forma se pueden reciclar y renovar muy fácilmente. En este sentido, la campaña también hace hincapié en la importancia de elegir el menaje de cocina apropiado, de materiales sostenibles y duraderos.
Pionera en reciclaje
Con toda la actividad desplegada en este tiempo, ha conseguido convertir en un hábito la recogida de satenes e impulsar la cultura del reciclaje en el sector. “De alguna forma se ha extendido el ejemplo y vemos que van surgiendo otras iniciativas, lo que es siempre es positivo”, comenta Aitor Markaide, responsable de Inoxibar.
La principal dificultad para poner en marcha la campaña de reciclaje de ollas y cazuelas ha sido la logística que implica, de mayor complejidad al tratarse de artículos grandes y pesados. Y es que en cada campaña se generan cientos de contenedores llenos y diseminados por toda la geografía española, que hay que trasladar a cientos de kilómetros, llevar a una planta de reciclaje, asegurar que el ciclo se cierra correctamente… “Si esto ya es complicado en el caso de las sartenes, en la recogida de ollas y cazuelas todavía lo es más debido al tamaño y el peso de muchos de los productos que se van a recoger”, comenta Markaide. “Lo vemos como una inversión de futuro, para nosotros, nuestro sector, nuestra sociedad y nuestro planeta”.