Entrevista a Mónica Plaza, directora de Dolci Ibérica
En esta entrevista, Mónica Plaza nos detalla las particularidades sobre el negocio licenciado en alimentación y su visión sobre las tendencias de consumo.

En 2003 se constituyó la sociedad Dolci Ibérica para el desarrollo de productos licenciados de alimentación, como los huevos de chocolate y otros artículos de dulces. El año pasado la familia Rubini, propietaria de Toy Partner, llegó a un acuerdo para comprar toda la participación (51%) que Giochi Preziosi Group tenía en la sociedad Dolci Ibérica, adquiriendo el 100% de la sociedad Dolci Ibérica.
- Dolci Ibérica, con más de 15 años de historia, ¿cómo trasladan el valor de la licencia a los productos de alimentación que desarrollan?
- Lo importante en nuestro sector es conocer bien el carácter de la licencia y el consumidor potencial de la misma. Ver qué factores la define, qué mensajes y valores comunica y desarrollar productos en base a esas características. No todos los artículos funcionan para todas las licencias, aunque sean para un mismo target, y esa es la clave de la simbiosis entre valores y producto.
- ¿Qué importancia tiene el licensing en el sector de la alimentación?
- En el sector de la alimentación cada vez aparecen más partners que están haciendo crecer sus negocios a través de la licencia. Un ejemplo claro pueden ser las galletas y las aguas. Para nuestra empresa desde luego es vital porque el 90% de nuestros productos son licenciados. La licencia te aporta frescura, novedad, exclusividad, creatividad, diversificación, etc., y creemos en ella, aunque haya momentos cíclicos donde muchos se encargan de desprestigiarla erróneamente.
- ¿Qué considera que busca y prioriza el consumidor de productos alimentarios licenciados? ¿Qué caracteriza a este consumidor?
- Nuestros consumidores son niños, lo que quieren es encontrar los productos de las licencias que a ellos les gustan y se sientan de alguna manera identificados. Han de ser artículos atractivos para ellos. Aunque muchas veces compran algo por el juguetito que hay dentro y no por el producto en sí. Por su parte, los compradores de estos productos para los niños y niñas pueden estar más involucrada en la compra racional del alimento, pueden valorar productos bajos en azúcar, la calidad del chocolate, etc.