Cradle to cradle: un cambio revolucionario en la fabricación
Actualmente hay 6.800 millones de personas en el planeta y la población mundial sigue creciendo. Todas estas personas requieren de productos y mercancías, pero hay dos grandes retos: 1) los recursos son cada vez más escasos y 2) se están generando una enorme cantidad de residuos: productos cuidadosamente producidos simplemente se desechan al final de su ciclo de vida.
El concepto cradle to cradle (de la cuna a la cuna) se basa en la idea de que todas las materias primas de un producto se pueden separar al final de su ciclo de vida y reutilizarse para producir nuevos materiales de alta calidad. Esto se logra a través del reciclaje o la biodegradación. Además, la energía renovable se recomienda para todas las fases del ciclo del producto. Con este nuevo paradigma, no se consumen los materiales, sino que se toman prestados.
Rehacer nuestra forma de hacer
El doctor Michael Braungart es el padre espiritual del concepto de la cuna a la cuna y ha participado activamente en el desarrollo de la colección de EQO de Goodbaby, un fabricante de productos de puericultura que presentó una línea siguiendo este paradigma en la feria de Shangai International Children-Baby-Maternity Products Expo.
Según Braungart, "Goodbaby es el primer fabricante de productos para bebés que se suscribe a la filosofía ‘de la cuna a la cuna’, al menos la primera en China, en todo caso. Esto implica una enorme cantidad de cambios para la compañía. Nuestro análisis incluyó el examen de la utilización de todos los materiales. Todo lo que se puede ver en estos productos es reciclable o biodegradable ".
Algunas de las compañías que se han apuntado a este concepto con Philips Nobel, Akzo y DSM, además de la ya mencionada Goodbaby: "Necesitamos pioneros de difundir este concepto. Los productos de puericultura son un lugar excelente para comenzar, ya que los bebés son el grupo de usuarios más vulnerables".
Ser menos malo no es lo mismo que ser bueno
Brauntgart expresó su preocupación acerca de la enorme cantidad de residuos que se generan y mencionó además otro problema importante: se usan demasiados productos químicos en los artículos para bebés y niños. Incluso mencionó haber constatado un uso considerable de ftalatos entre los expositores presentes en Shangai. Los ftalatos son unos productos usados para aumentar la flexibilidad del plástico, pero que también pueden afectar a la fertilidad. Braungart cree que tenemos ser más críticos con muchos productos que pueden liberar gases, como las alfombras, el papel de pared y el empaquetado.
También de acuerdo con Braungart, la innovación y la calidad son los temas claves en esta nueva forma de hacer las cosas: "No se trata sólo de reciclar, sino también de desmontar elementos y volverlos a usar siempre que sea posible. Por eso se habla de ‘upcycling’ en lugar de ‘downcycling'".
Los consumidores podrán devolver todos los chasis de metal de los productos para que sean reutilizados, a cambio de un reembolso o un vale. Todos estos cuadros son luego recogidos y devueltos a la fábrica, donde se desmontan y se funden para hacer marcos nuevos. Es más, el reciclaje de aluminio puede ser rentable, ya que el aluminio reciclado es muy valioso y puede llegar a costar el 70% del valor original. Esto es así porque se necesita una gran cantidad de energía para producir aluminio de la bauxita, la materia prima.
Consumidores concienciados
Estos productos serán probablemente un poco más caros, pero los expertos coinciden en que consumidores están dispuestos a pagar más por las buenas marcas con una buena historia detrás. Europa llevaría la delantera en este sentido, y se espera que China siga la tendencia. Las ventas probablemente serán más difíciles en Estados Unidos, donde el precio sigue teniendo más peso.
