Smart Data para mejorar la gestión de la empresa

En los últimos tiempos los datos y la manera de gestionarlos han ido ganando importancia en el sector empresarial. Ya no se trata tanto de tener más datos que la competencia, sino de saber qué hacer y cómo aprovechar los datos de los que se disponen. Además, hay que tener en cuenta que la privacidad continúa siendo un aspecto clave para el consumidor, que no permitirá que se utilicen sus datos en contra suyo y solo para el beneficio de las empresas. Precisamente sobre cómo aprovechar al máximo la información de la que disponen las empresas, la asociación empresarial de gestión y resultados El Club Excelencia en Gestión organizó recientemente un seminario que contó con la participación de Amparo García, directora de operaciones de Zeus Smart Visual Data, y Ramón Argelaguet, director financiero de Just Eat Spain. En el seminario, ambos ponentes elaboraron un listado con 6 aspectos clave para que el Smart Data tenga un efecto positivo para la gestión de las empresas:

Datos y personas, siempre unidos
La estrategia de datos de las empresas debe tener en cuenta la combinación de ambos conceptos. La información es la materia prima, sí, pero es importante saber darle forma y enfocarla hacia los objetivos del negocio, para que se comprensible y consecuentemente útil para las personas que la reciban. Si el análisis no se entiende, no servirá de nada e incluso podría llevar a tomar decisiones equivocadas.

Distinguir los datos útiles
Independientemente de su tamaño, cualquier organización tiene la capacidad hoy en día de recabar grandes volúmenes de información, que le podrían ser muy útiles si se gestionan correctamente. Todo aquellos que afecte a la gestión de la organización se debe incluir en el diseño de las estrategias inteligentes que tienen que ayudar a conseguir los objetivos, desde los datos internos recogidos en páginas web o redes sociales, hasta datos externos como la meteorología, el calendario laboral, las nómicas, etc.

Definir el objetivo de los datos
La información recabada por las empresas no debe ir únicamente dirigida a engordar su ego, sino que debe ser útil para descubrir necesidades, detectar tendencias, conocer mejor a los grupos de interés, variar precios, alertar sobre posibles errores a corregir o encauzar decisiones empresariales. Contestar a la pregunta “¿para qué queremos los datos?” permitirá, por ejemplo, hacer predicciones y diseñar estrategias de futuro, tanto a corto como a medio y largo plazo. Estas estrategias, por otro lado, deben ser flexibles e irse transformando en función de la propia evolución de los datos recogidos.

Seleccionar qué datos se ofrecen
Dar la misma información a todos los departamentos de una empresa no es eficiente, y en este sentido es importante cribar los datos para que cada departamento tenga acceso a aquella información que realmente le será útil para tomar decisiones en su ámbito. La información que puede ser útil para el equipo de ventas, no tiene por qué serlo para el equipo de administración, por ejemplo. No obstante, se recomiendan las estructuras multidisciplinares en los que compartir información entre departamentos sea habitual para adoptar medidas y tomar decisiones de manera conjunta.

Conocer cómo y cada cuánto se analiza la información
Para una mejor gestión de los datos, es importante saber qué herramientas de análisis se van a utilizar, cómo se presentarán los datos que se consigan, y cada cuánto tiempo se van a renovar estos datos. Las herramientas utilizadas pueden ir desde plantillas de Excel hasta visualización de paneles táctiles, pasando por herramientas de Business Intelligence (BI). Estas herramientas de BI cuentan con formatos estándar o pueden estar hechas a medida, según las posibilidades de cada compañía, y aportar utilidades extra como alertas en el móvil para agilizar la toma de decisiones importantes.

Apuesta por más métricas más útiles
La selección de herramientas con las que trabajar debe tener en cuenta que aporten métricas que sean accionables y que aporten información útil para conseguir los objetivos marcados por cada empresa. Por ejemplo, hay métricas de análisis de resultados cuya información es más útil si se revisa periódicamente, mientras que algunos indicadores clave de rendimiento requieren de una monitorización constante. Las que más convengan a cada empresa serán las que deberán incluir en sus estrategias de datos.

Si hablamos de datos, en la actualidad, hay que hacerlo también de redes sociales, que se están convirtiendo en un auténtico campo de generación de información, que puede acabar resultando muy útil para las empresas. En este sentido, la pandemia ha cambiado el panorama de las redes sociales y ha provocado cambios en el uso que hacemos de cada una de ellas. Así, según el ‘Estudio de Redes Sociales 2021’ elaborado por IAB Spain, en el que analizan diferentes aspectos relacionados con las redes sociales, señala, por ejemplo, que a un 31% de los usuarios de redes les gusta ver publicidad de contenido afín a sus intereses. Otros datos que destaca el estudio son que Instagram es la red social con mayor inversión publicitaria, o que el móvil sigue siendo el principal dispositivo para conectarse a los perfiles sociales, aunque el dispositivo que ha registrado un mayor crecimiento han sido las Smart TV (de un 25% en 2020 a un 68% en 2021).

El estudio de IAB Spain señala también que la pandemia ha influido en el uso de las redes sociales, destacando el crecimiento de Instagram (83%), TikTok (63%) y Twitter (63%), mientras que Facebook (-72%) y YouTube (-67%) han perdido adeptos en este periodo. Sobre los usos principales de las redes sociales, destacan el entretenimiento (81%), la interacción (72%) y la información (66%). Otro aspecto destacado, y que afecta directamente a empresas y marcas, es que el seguimiento de marcas ha caído ligeramente respecto al año anterior (del 52% al 48%), siendo los menores de 40 años los que más utilizan las redes para seguir a sus empresas y marcas favoritas. Asimismo, mientras a un 31% de los usuarios le gusta que salga publicidad con contenido afín a sus intereses, un 29% de ellos lo ve de forma negativa (un 2% más que el año anterior).

Las redes sociales, además de ser una gran herramienta para recabar datos de los usuarios, son también muy útiles para los profesionales del sector publicitario. En este sentido, el estudio apunta que los profesionales utilizan las diferentes redes principalmente para vender, siendo las promociones de contenido que más interacciones y tráfico web generan. Asimismo, 4 de cada 10 profesionales declaran haber contratado los servicios de un influencer con altos niveles de satisfacción, y un 66% declara haber invertido más este año en publicidad en este tipo de plataformas.