Cómo elegir la flor de Pascua perfecta y mantenerla saludable esta Navidad
El ambiente festivo ya empieza a apoderarse de calles, hogares y comercios, decorándolos con coloridas flores de Pascua, por la época de Navidad. Por ello, los expertos de Stars for Europe (SfE) han ofrecido algunas cuestiones a tener en cuenta a la hora de elegir la flor de Pascua correcta antes de que empiece la época navideña, así como también algunos consejos para saber mantenerlas saludables y bellas como el primer día.
Originarias de climas tropicales, las flores de Pascua requieren cuidados especiales, concretamente en los meses más fríos. Para disfrutar de una planta en su máximo esplendor, es fundamental prestar atención a factores como la temperatura, la luz y el riego. En estos aspectos, los especialistas de SfE han compartido recomendaciones clave para asegurar que las flores mantengan su brillo durante la Navidad.
En primer lugar, a la hora de adquirir una flor de Pascua, es esencial escoger una planta en buen estado. Para ello, se debe verificar que su follaje sea denso y vigoroso, sin daños visibles, y que las pequeñas flores en el centro (de color amarillo verdoso) estén aún cerradas. Un inicio adecuado garantiza una planta resistente y duradera durante toda la temporada.
Cada grado cuenta
A pesar de ser la protagonista de la decoración navideña, la flor de Pascua es originaria de climas tropicales, por tanto, es importante mantenerla alejada del frío, ya que no puede vivir en temperaturas inferiores a los 12 °C ni estar expuesta a corrientes de aire, porque si es así, la planta perderá sus hojas rápidamente.
De la misma forma que se deben mantener alejadas del frío, un exceso de calor puede ser perjudicial. En este sentido, los expertos han apuntado que se ha de evitar situarla cerca de radiadores, chimeneas o estufas, ya que el calor excesivo aumenta la evaporación del agua y puede secar la planta. Por ello, en casas con calefacción por suelo radiante, es preferible situarla sobre una mesa o estantería.
Claves para un crecimiento saludable
La luz también es fundamental para el bienestar de la poinsettia. Desde SfE han aconsejado que se debe evitar ubicarla en rincones oscuros, y procurar que reciba suficiente luz natural. Aunque tradicionalmente se piense lo contrario, la luz solar directa durante el invierno no le hará daño. De hecho, un lugar junto a una ventana orientada al sur es ideal en estas latitudes.
Por otro lado, el riego es uno de los aspectos más críticos en el cuidado de la flor de Pascua. La planta tolera mejor una ligera sequedad que el exceso de agua. Por ello, los expertos europeos han recomendado esperar a regar hasta que el sustrato esté seco a unos 2 o 3 cm de profundidad. Para una poinsettia en una maceta de 12 a 13 cm, unos 100 ml de agua son suficientes por riego.
Por último, la poda ayuda a mantener la planta en buen estado, eliminando hojas marchitas y estimulando un crecimiento más frondoso. Aunque la poda principal debe realizarse en primavera, se han de realizar pequeños cortes durante el año para poder conservar su aspecto saludable.