Italia perdió más de 4.000 tractores el año pasado, pero se mantuvo por encima de los 20.000

Italia 'pagó' en 2022 los efectos del fortísimo crecimiento mostrado por el mercado de tractores durante el año anterior. De superar las 24.000 unidades ha caído hasta las 20.200 aproximadamente, es decir, un retroceso de algo más del 17%. No obstante, este valor se sitúa por encima de la media de los últimos años previos a la pandemia, en los que no se superaban las 18.500 unidades.

Según las marcas, la caída de este año está provocada fundamentalmente por la ampliación de los plazos de entrega que por una reducción drástica de la demanda. De hecho, ninguna marca experimentó un fuerte descenso en la cartera de pedidos en 2022, pero todas sufrieron a nivel de cadena de suministro, prolongando los plazos de entrega en meses.

La primera mitad de 2023 se prevé positiva, dada la demora en la entrega de vehículos prevista para finales de 2022, a lo que se une la medida que prevé el reembolso de hasta el 40% de la inversión realizada, incluida en el denominado Crédito Fiscal 4.0, un plan que se ha prorrogado este año para quienes hayan suscrito un contrato de compra pagando un 20% durante el año pasado.

Este incentivo fiscal ha provocado un importante incremento del segmento de tractores tecnológicamente avanzados y de potencia media-alta, favoreciendo por un lado una importante rotación del parque de máquinas y por otro aumentos en la facturación independientemente de los cambios en la cuota de mercado.